caracterización economico territorial del barrio de belgrano ...

corresponden con las características de la población local. La existencia de
edades avanzadas, puede explicar la cantidad de establecimientos dedicados a la
salud, mientras que los de enseñanza se ligan más al nivel general de ingresos y
a la incorporación de público no local con características similares. Esto mismo
permite relacionar el aumento de locales gastronómicos y peluquerías, que
también se benefician del movimiento generado por los centros de trasbordo. Los
servicios inmobiliarios, por su parte, se asocian directamente al fomento de dicho
mercado y a las perspectivas de construcción en la zona. La difusión de nuevos
rubros – agencias de remis, AFJP, servicios bancarios, locutorios, internet –
quizás no tienen una explicación posible de encontrar a escala barrial, pero que
aportan a la terciarización general del perfil económico de Belgrano.
En particular, el desarrollo del sector gastronómico tuvo como novedad la
aparición de un nuevo sub-rubro – cibercafés – y un aumento general de los
rubros tradicionales. La localización de restaurantes sobre la Av. Cabildo refiere a
una valorización del eje, así como el surgimiento de nuevas zonas especializadas
(ej. Entre J. Hernández y Crámer y las vías del tren), y la difusión de los locales
de comida para llevar, ilustran el dinamismo de la actividad que supera la mera
densificación de ciertas zonas preexistente.
Los obstáculos que tiene la instalación de actividades productivas en la normativa
de planeamiento urbano, junto con la dinámica excluyente del mercado
inmobiliario, determina un perfil económico donde las industrias tienen un rol
secundario. Con la única excepción de los laboratorios, lo más cercano a la
actividad industrial lo constituyen los establecimientos elaboradores emplazados
en locales, que se definen como las típicas industrias urbanas (panaderías,
heladerías, imprentas). En éste sentido se relevaron menos locales dedicados a
éstas actividades que en 1994, excepto en el caso de las elaboradoras de
alimentos, donde se percibió el único aumento. La distribución territorial de los
locales industriales demostró un patrón similar al resto de los locales comerciales
y de servicios, evidenciando la similitud entre estos emprendimientos en cuanto al
uso del espacio y al público que atienden.
La distribución de ciertos rubros manifiesta las diferencias que existen entre los
ejes y sus periferias. En la rama de alimentos y bebidas, así como en la textil se
pueden percibir ejemplo interesantes. Los locales dedicados exclusivamente a la
venta de alimentos y bebidas (fiambrerías, queserías, galletiterías, vinerías, etc.)
predominan cerca de los ejes, pero en calles periféricas, mientras que el frente de
los nodos comerciales tienen una notoria cantidad de locales que venden éstos
productos entre otros (como los kioscos, maxikioscos, autoservicios, etc.).
Mientras que los primeros gozan de una clientela más estable, los segundos
dependen del público casual, justificando su localización en zonas de tránsito. En
el sector textil se repite el patrón: los locales que venden prendas sobre las
avenidas – con fuerte concentración en Cabildo y en galerías – y los dedicados a
productos textiles (sederías, mercerías, etc.) en la periferia inmediata, junto con
los de reparación de indumentaria (Compostura, arreglos y sastrería).