Refraccion negativa en metamateriales anisotropicos - UNAM
Refraccion negativa en metamateriales anisotropicos - UNAM
Refraccion negativa en metamateriales anisotropicos - UNAM
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Universidad Nacional Autónoma<br />
de México<br />
Posgrado <strong>en</strong> Ci<strong>en</strong>cias Físicas<br />
Refracción <strong>negativa</strong> <strong>en</strong> <strong>metamateriales</strong><br />
anisotrópicos<br />
T E S I S<br />
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE:<br />
MAESTRO EN CIENCIAS (FÍSICA)<br />
P R E S E N T A :<br />
CARLOS PRIETO LÓPEZ<br />
DR.<br />
COMITÉ DE TUTORES:<br />
RUBÉN GERARDO BARRERA Y PÉREZ<br />
DR. EUGENIO LEY KOO<br />
DR. KAREN VOLKE SEPÚLVEDA<br />
2011
P<br />
“odrán morir las personas,<br />
”<br />
Ernesto Che Guevara<br />
pero jamás sus ideas
Índice g<strong>en</strong>eral<br />
Introducción 1<br />
1.1. Conceptos previos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2<br />
El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial 5<br />
2.2. La relación de dispersión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6<br />
2.3. Geometría de ⃗E y ⃗H . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9<br />
2.4. Refracción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14<br />
2.4.1. Vectores de onda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15<br />
2.4.2. Vector de Poynting . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16<br />
2.4.3. Proyección de ⃗S α sobre ⃗k α . . . . . . . . . . . . . . . . . 21<br />
2.5. Coeci<strong>en</strong>tes de transmisión y reexión . . . . . . . . . . . . . . . 28<br />
2.5.1. Polarización s . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29<br />
2.5.2. Polarización p . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30<br />
2.5.3. Algunas propiedades de r . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31<br />
2.5.4. Reectancia y transmitancia . . . . . . . . . . . . . . . . 33<br />
2.6. Polarización mixta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36<br />
2.7. Incid<strong>en</strong>cia desde un medio anisotrópico . . . . . . . . . . . . . . . 38
vi<br />
ÍNDICE GENERAL<br />
2.7.1. Vectores de onda y Ley de Snell . . . . . . . . . . . . . . 38<br />
2.7.2. Coeci<strong>en</strong>tes de reexión y transmisión . . . . . . . . . . . 39<br />
2.7.3. Reectancia y transmitancia . . . . . . . . . . . . . . . . 40<br />
Refracción <strong>negativa</strong> <strong>en</strong> un metamaterial laminado 41<br />
3.8. Propiedades efectivas de un material laminado . . . . . . . . . . . 41<br />
3.9. Modelo de Drude . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44<br />
3.10. Metamaterial metálico-dieléctrico sin disipación . . . . . . . . . . 45<br />
Aplicación: colimador de luz difusa por refracción 49<br />
Resum<strong>en</strong> y conclusiones 61<br />
Refer<strong>en</strong>cias 66
·1· Introducción<br />
Si uno ojea artículos de los años veinte del siglo pasado <strong>en</strong> revistas ci<strong>en</strong>tícas<br />
de la época, como el Philosophical Magazine una de las más antiguas revistas de<br />
ci<strong>en</strong>cia exist<strong>en</strong>tes, puede <strong>en</strong>contrar cand<strong>en</strong>tes discusiones sobre las propiedades<br />
ópticas de materiales anisotrópicos, involucrando a personajes de la talla de William<br />
Bragg 1 .<br />
Sería difícil p<strong>en</strong>sar que pasado todo este tiempo se discutan asuntos s<strong>en</strong>cillos<br />
sobre el tema como saber cuánta luz reejan estos materiales. Sin embargo, hay<br />
artículos que se lo plantean aún a nales de ese siglo[2].<br />
Aún pasada la primer década de este nuevo mil<strong>en</strong>io, seguimos hablando del<br />
tema, con nuevas perspectivas que ideas relativam<strong>en</strong>te reci<strong>en</strong>tes le han permitido<br />
a la óptica y la ci<strong>en</strong>cia de materiales tomar. En 1967 Víctor Veselago hizo la primer<br />
m<strong>en</strong>ción al concepto de refracción <strong>negativa</strong> [3], y <strong>en</strong> la orilla del siglo se realizó una<br />
primer propuesta [4] para construir un material <strong>en</strong> el que el f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o se pudiera<br />
observar.<br />
El orig<strong>en</strong> de los <strong>metamateriales</strong> materiales diseñados para obt<strong>en</strong>er características<br />
heredadas no solam<strong>en</strong>te de su composición, sino también de su estructura<br />
[5], [6], [7] ha permitido ext<strong>en</strong>der <strong>en</strong> particular las propiedades ópticas para <strong>en</strong>contrar<br />
comportami<strong>en</strong>tos que antes no eran posibles. Como ejemplo, la actividad<br />
magnética, que <strong>en</strong> los materiales naturales es despreciable a frecu<strong>en</strong>cias ópticas<br />
[8], puede obt<strong>en</strong>erse <strong>en</strong> estos nuevos diseños.<br />
Aprovechando la exibilidad que estos y otros trabajos han aportado al tema,<br />
aquí analizamos un material anisotrópico uniaxial <strong>en</strong> condiciones un poco más<br />
g<strong>en</strong>erales que las usuales. Algunas propiedades sobre estos materiales fueron ya<br />
1 véase, por ejemplo, [1]
2 Introducción<br />
establecidas <strong>en</strong> [9] y [10], y [11] ha mostrado que se pued<strong>en</strong> obt<strong>en</strong>er materiales<br />
anisotrópicos con anisotropías extremas. Así, permitimos que el material t<strong>en</strong>ga<br />
actividad magnética, y que los compon<strong>en</strong>tes de sus t<strong>en</strong>sores eléctrico y magnético<br />
adquieran cualquier valor, y ext<strong>en</strong>demos algunos de los análisis de las citadas<br />
refer<strong>en</strong>cias.<br />
Tras <strong>en</strong>unciar muy brevem<strong>en</strong>te algunos hechos básicos sobre los materiales,<br />
analizamos la propagación de las ondas <strong>en</strong> un material de tal estilo, la geometría<br />
de los campos <strong>en</strong> él, y la propagación de la onda y de su <strong>en</strong>ergía.<br />
Posteriorm<strong>en</strong>te, analizamos la refracción y reexión del mismo desde un medio<br />
isotrópico usual, calculamos la ley de Snell para los diversos modos, los coeci<strong>en</strong>tes<br />
de transmisión y reexión, y la transmitancia y reectancia, <strong>en</strong>contrando propiedades<br />
interesantes que no se dan al restringir los valores de ↔ ε y ↔ µ, como refracción<br />
<strong>negativa</strong> <strong>en</strong> un material con índice de refracción imaginario o las condiciones para<br />
obt<strong>en</strong>er un material totalm<strong>en</strong>te antirreejante 2 .<br />
Después analizamos de manera teórica una propuesta para un s<strong>en</strong>cillo metamaterial<br />
que puede pres<strong>en</strong>tar algunas de las propiedades previam<strong>en</strong>te expuestas<br />
e incluso t<strong>en</strong>er refracción <strong>negativa</strong> <strong>en</strong> aus<strong>en</strong>cia de actividad magnética, lo cual<br />
repres<strong>en</strong>ta una mayor facilidad práctica de diseño.<br />
Al nal, aprovechamos los resultados calculados para mostrar cómo se puede<br />
colimar luz difusa de una manera relativam<strong>en</strong>te s<strong>en</strong>cilla, lo cual puede repres<strong>en</strong>tar<br />
<strong>en</strong> una aplicación sumam<strong>en</strong>te relevante <strong>en</strong> términos tecnológicos.<br />
1.1. Conceptos previos<br />
Convi<strong>en</strong>e <strong>en</strong>unciar algunos hechos básicos que se utilizarán <strong>en</strong> alguna medida<br />
a lo largo del texto. Su exposición detallada y demostración puede <strong>en</strong>contrarse <strong>en</strong><br />
[13], [14], [15], o de manera cond<strong>en</strong>sada <strong>en</strong> [16].<br />
Para abordar desde el punto de vista electromagnético el problema de los materiales<br />
hay que tomar <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que los compon<strong>en</strong>tes microscópicos de estos<br />
responderán mecánicam<strong>en</strong>te a su pres<strong>en</strong>cia y g<strong>en</strong>erarán nuevos campos. Macros-<br />
2 En coincid<strong>en</strong>cia con las condiciones necesarias para la invisibilidad, desde la perspectiva de<br />
la teoría de transformaciones [12]
1.1. CONCEPTOS PREVIOS 3<br />
cópicam<strong>en</strong>te esto se reeja como una inducción de d<strong>en</strong>sidades de carga ρ ind y<br />
d<strong>en</strong>sidades de corri<strong>en</strong>te ⃗J ind <strong>en</strong> el material. El problema de calcular estas cantidades<br />
siempre se puede intercambiar, de manera exacta, por el de <strong>en</strong>contrar campos<br />
vectoriales ⃗P y ⃗M que cumplan las ecuaciones<br />
∇· ⃗P = −ρ ind<br />
∇× ⃗M = ⃗J ind + ∂ t<br />
⃗P .<br />
(1.1)<br />
Si se pide que estas funciones valgan ⃗0 fuera del material se puede interpretar<br />
⃗P como una d<strong>en</strong>sidad de mom<strong>en</strong>to dipolar eléctrico y ⃗M como una d<strong>en</strong>sidad de<br />
mom<strong>en</strong>to dipolar magnético, indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te de la frecu<strong>en</strong>cia de oscilación<br />
del campo.<br />
Esta interpretación permite establecer un modelo de respuesta al establecer<br />
⃗P y ⃗M como funciones de ⃗E y ⃗B respectivam<strong>en</strong>te, y lineales <strong>en</strong> su versión más<br />
simple. Aunque lineales, estas relaciones reejan el hecho de que el mom<strong>en</strong>to<br />
dipolar inducido a un tiempo dado es la suma de todos los mom<strong>en</strong>tos inducidos<br />
previam<strong>en</strong>te, lo que hace esta relación integral <strong>en</strong> el tiempo:<br />
⃗P (⃗r, t) =<br />
∫ t<br />
−∞<br />
χ e (t − t ′ ) ⃗E(⃗r, t ′ )dt ′ , (1.2)<br />
que implica además la exist<strong>en</strong>cia de disipación de <strong>en</strong>ergía electromagnética.<br />
Como consecu<strong>en</strong>cia de esta relación integral, ̂D y Ê (las transformadas de<br />
Fourier <strong>en</strong> el tiempo de ⃗D y ⃗E) son proporcionales, y llamamos al factor de proporcionalidad<br />
función dieléctrica, ε(ω). La parte imaginaria de ésta es una medida<br />
de la contribución eléctrica a la disipación de la <strong>en</strong>ergía. Todos estos resultados<br />
ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un análogo magnético.<br />
Las partes real e imaginaria de estas funciones no son indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes, y de la<br />
exist<strong>en</strong>cia de dispersión <strong>en</strong> un material se inere la necesaria exist<strong>en</strong>cia de disipación<br />
<strong>en</strong> algunas frecu<strong>en</strong>cias. Todos los materiales son disipadores y hablar de<br />
materiales no disipadores es una aproximación sólo válida <strong>en</strong> ciertos rangos de<br />
frecu<strong>en</strong>cia, llamados v<strong>en</strong>tanas de transpar<strong>en</strong>cia.<br />
Al proponer ⃗E como una onda plana Re[ ⃗E 0 e i( ⃗k·⃗r−ωt) ] ⃗D resulta ser Re[ε(ω) ⃗E 0 e i ⃗k·⃗r−ωt ],<br />
es decir, <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral no está <strong>en</strong> fase con el campo eléctrico. Todos estos resultados<br />
se pued<strong>en</strong> aplicar compon<strong>en</strong>te a compon<strong>en</strong>te <strong>en</strong> materiales anisotrópicos, <strong>en</strong><br />
donde ε y µ se reemplazan por t<strong>en</strong>sores y <strong>en</strong> los cuales las relaciones constitutivas
4 Introducción<br />
son<br />
̂D = ↔ ε · Ê<br />
̂B = ↔ µ · Ĥ , (1.3)<br />
lo que permite simplem<strong>en</strong>te sustituir los escalares por operadores <strong>en</strong> los resultados<br />
que se obti<strong>en</strong><strong>en</strong> para ondas planas <strong>en</strong> el caso isotrópico.
·2· El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un<br />
material anisotrópico uniaxial<br />
Consideremos un material anisotrópico no disipador con respuesta electromagnética<br />
↔<br />
µ = µ‖ (ê x ê x + ê y ê y ) + µ ⊥ ê z ê z<br />
↔<br />
ε = ε‖ (ê x ê x + ê y ê y ) + ε ⊥ ê z ê z ,<br />
↔<br />
<strong>en</strong> el cual ̂D = ε · Ê y ̂B = ↔ µ · Ĥ. Este material ti<strong>en</strong>e una dirección especial,<br />
un eje (con el cual hemos alineado el eje z) que llamaremos eje óptico. Como<br />
se puede ver, los t<strong>en</strong>sores electromagnéticos de respuesta quedan caracterizados<br />
por dos compon<strong>en</strong>tes reales, una compon<strong>en</strong>te etiquetada con ‖ (de paralela, que<br />
repres<strong>en</strong>ta la dirección paralela al plano normal al eje óptico) y otra etiquetada<br />
con ⊥ (de ortogonal que repres<strong>en</strong>ta la dirección ortogonal al mismo plano).<br />
Hemos supuesto también, implícitam<strong>en</strong>te, que el eje óptico magnético y el<br />
eje óptico eléctrico coincid<strong>en</strong>, lo que se reeja <strong>en</strong> que <strong>en</strong> el sistema de coord<strong>en</strong>adas<br />
elegido, ambos t<strong>en</strong>sores sean diagonalizables. Ésta suposición no es la más<br />
g<strong>en</strong>eral, pero, como veremos <strong>en</strong> un capítulo posterior, es justicable <strong>en</strong> algunos<br />
casos.<br />
D<strong>en</strong>iremos a m := µ ‖ /µ ⊥ y a e := ε ‖ /ε ⊥ , que serán una medida de la anisotropía<br />
eléctrica y magnética respectivam<strong>en</strong>te. Es útil notar que ↔ µ también se puede<br />
escribir <strong>en</strong> la forma<br />
↔<br />
µ = µ‖ ( ↔ I + (a −1<br />
m − 1)ê z ê z ) , (2.4)<br />
y que su inverso es<br />
↔<br />
µ<br />
−1<br />
= µ<br />
−1<br />
‖ (↔ I + (a m − 1)ê z ê z ) . (2.5)
6 El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial<br />
Algo análogo se obti<strong>en</strong>e para ↔ ε ya que ti<strong>en</strong>e la misma forma. Supondremos que<br />
estamos <strong>en</strong> un rango de frecu<strong>en</strong>cias de disipación despreciable, y trabajaremos con<br />
los modos normales del campo, para los cuales se cumple<br />
∂ t<br />
⃗D = ↔ ε · ∂ t<br />
⃗E<br />
∂ t<br />
⃗B = ↔ µ · ∂ t<br />
⃗H .<br />
(2.6)<br />
2.2. La relación de dispersión<br />
Ahora consideremos las ecuaciones de Maxwell <strong>en</strong> aus<strong>en</strong>cia de fu<strong>en</strong>tes externas:<br />
∇· ⃗D = 0 (2.7)<br />
∇· ⃗B = 0 (2.8)<br />
∇×⃗E + ∂ t<br />
⃗B = ⃗0 (2.9)<br />
∇×⃗H − ∂ t<br />
⃗D = ⃗0 . (2.10)<br />
La Ley de Faraday (2.9), se puede escribir también como<br />
⃗0 = ∇×⃗E + ∂ t<br />
⃗B<br />
= ∇×⃗E + ↔ µ · ∂ t<br />
⃗H<br />
= ∇×⃗E + µ ‖ (∂ t<br />
⃗H + (a −1<br />
m − 1)ê z ∂ t H z )<br />
(2.11)<br />
De las relaciones constitutivas, t<strong>en</strong>emos que µ ⊥ ∂ t H z = ∂ t B z = (∇×⃗E) · ê z .<br />
Calculando el rotacional de la ley de Faraday, obt<strong>en</strong>emos además que<br />
⃗0 = ∇×(∇×⃗E) + µ ‖ ∂ t ∇×⃗H + (µ ⊥ − µ ‖ )∇×(ê z ∂ t H z )<br />
= ∇×(∇×⃗E) + µ ‖ ∂ 2 t ⃗ D + µ ⊥ − µ ‖<br />
µ ⊥<br />
∇×(ê z (∇×⃗E) · ê z )<br />
= ∇×(∇×⃗E) + µ ‖<br />
↔<br />
ε · ∂<br />
2<br />
t<br />
⃗E + (a m − 1)∇×(ê z (∇×⃗E) · ê z )<br />
(2.12)<br />
Para una función de la forma ⃗E = Re[ ⃗E 0 e i( ⃗k·⃗r−ωt) ] = Re[ ∼ E] t<strong>en</strong>emos que<br />
∇×(ê z (∇×⃗E) · ê z ) = Re[i∇×(ê z ê z · (⃗k × ∼ E))]<br />
= Re[−i∇×(ê z<br />
∼<br />
E · ( ⃗k × ê z ))]<br />
= Re[−i∇( ∼ E · (⃗k × ê z )) × ê z ]<br />
= Re[−i∇ ∼ E · (⃗k × ê z ) × ê z ]<br />
(2.13)<br />
= [⃗k ⃗E · (⃗k × ê z )] × ê z<br />
= (⃗k × ê z )(⃗k × ê z ) · ⃗E ,
2.2. LA RELACIÓN DE DISPERSIÓN 7<br />
y, como ⃗k × (⃗k × ⃗E) = ⃗k⃗k · ⃗E − k 2 ⃗E, la ecuación de onda queda <strong>en</strong> este caso<br />
particular así:<br />
⃗0 = −⃗k⃗k · ⃗E + k 2 ⃗E − µ ‖ ω 2↔ ε · ⃗E + (1 − a m )(⃗k × ê z )(⃗k × ê z ) · ⃗E<br />
[<br />
]<br />
= −⃗k⃗k + k 2↔ I − µ ‖ ω 2↔ ε + (1 − a m )(⃗k × ê z )(⃗k × ê z ) · ⃗E<br />
(2.14)<br />
que se puede ver como un t<strong>en</strong>sor ↔ T = −⃗k⃗k+k 2↔ I −µ ‖ ω 2↔ ε +(1−a m )(⃗k×ê z )(⃗k×ê z )<br />
contraído con ⃗E. En el caso g<strong>en</strong>eral, este t<strong>en</strong>sor debe t<strong>en</strong>er determinante cero para<br />
que la ecuación se cumpla.<br />
Coloquemos el eje x <strong>en</strong> el plano que forman el vector de onda y el eje óptico,<br />
de manera que ⃗k = (k x , 0, k z ), y<br />
⎛<br />
⎞<br />
−kz 2 0 k x k z<br />
⃗k⃗k − k 2↔ ⎜<br />
I = ⎝ 0 −k 2 ⎟<br />
0 ⎠ , (2.15)<br />
⃗k × ê z = (0, −k x , 0), y<br />
(⃗k × ê z )(⃗k × ê z ) =<br />
con lo que T ↔ <strong>en</strong> esta base toma la forma<br />
⎛<br />
↔<br />
⎜<br />
T = ⎝<br />
k z k x 0 −k 2 x<br />
⎛<br />
⎜<br />
⎝<br />
0 0 0<br />
0 k 2 x 0<br />
0 0 0<br />
⎞<br />
⎟<br />
⎠ , (2.16)<br />
⎞<br />
kz 2 − µ ‖ ε ‖ ω 2 0 −k x k z<br />
0 k 2 − µ ‖ ε ‖ ω 2 + (1 − a m )kx 2 ⎟<br />
0 ⎠ , (2.17)<br />
−k z k x 0 kx 2 − µ ‖ ε ⊥ ω 2<br />
o, haci<strong>en</strong>do n ‖ = √ ε ‖ µ ‖ /ε 0 µ 0 y k 0 = ω/c,<br />
⎛<br />
↔<br />
⎜<br />
T = ⎝<br />
kz 2 − k0 2n2 ‖<br />
0 −k x k z<br />
0 k 2 − k0 2n2 ‖ + (1 − a m)kx 2 0<br />
−k z k x 0 k 2 x − k 2 0 n2 ‖ a−1 e<br />
Así, <strong>en</strong> el caso g<strong>en</strong>eral la condición<br />
⎞<br />
⎟<br />
⎠ , (2.18)<br />
0 = | ↔ T |<br />
= (k 2 − k 2 0 n 2 ‖ + (1 − a m)k 2 x )<br />
[<br />
]<br />
(kz 2 − k0 2 n‖ 2 )(k x 2 − k0 2 n‖ 2 a−1 e ) − kx 2 kz 2 )<br />
= (k 2 − k 2 0 n 2 ‖ + (1 − a m)k 2 x )k 2 0 n 2 ‖ a−1 e (−k 2 z − k 2 x a e + k 2 0 n 2 ‖ )<br />
= k 2 0 n 2 ‖ a−1 e (k 2 0 n 2 ‖ − k 2 + (1 − a m )k 2 x )(k 2 0 n 2 ‖ − k 2 + (1 − a e )k 2 x )<br />
(2.19)
8 El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial<br />
nos da dos posibilidades para k:<br />
k 2 m = k 2 0 n 2 ‖ + (1 − a m)k 2 x<br />
k 2 e = k 2 0 n 2 ‖ + (1 − a e)k 2 x ,<br />
(2.20)<br />
que <strong>en</strong> el caso g<strong>en</strong>eral da lugar a la exist<strong>en</strong>cia de dos rayos, pues el campo será la<br />
superposición de un campo con vector de onda ⃗k e y otro con vector de onda ⃗k m .<br />
En los casos como este, <strong>en</strong> el que a m y a e son intercambiables, nos referiremos<br />
indistintam<strong>en</strong>te a alguno de ellos como a α y como α ⊥ y a ‖ a los correspondi<strong>en</strong>tes<br />
valores ortogonal y paralelo.<br />
Ahora bi<strong>en</strong>, los modos correspondi<strong>en</strong>tes a estos números de onda se obti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
de la solución a ↔ T · ⃗E = ⃗0, que implica las tres ecuaciones<br />
kz 2 − k0 2n2 ‖<br />
E x<br />
k x k z<br />
= E z (2.21)<br />
(k 2 − k0 2 n‖ 2 + (1 − a m)kx 2 )E y = 0 (2.22)<br />
k x k z<br />
k 2 x − k 2 0 n2 ‖ a−1 e<br />
E x = E z . (2.23)<br />
Si k = k e , k0 2n2 ‖ − k z 2 = kx 2 a e y k0 2n2 ‖ − a ekx 2 = kz 2 y, <strong>en</strong> tal caso, las<br />
ecuaciones (2.21) y (2.23) son exactam<strong>en</strong>te las mismas, por lo cual no hay<br />
restricción sobre E x y E z . La ecuación (2.22) se convierte, por otro lado<br />
<strong>en</strong> (ae<br />
−1 − am −1 )kx 2 E y = 0. Si a e ≠ a m , E y <strong>en</strong>tonces ti<strong>en</strong>e que ser nula; si<br />
a e = a m , <strong>en</strong>tonces el valor de E y no está restringido.<br />
Si k = k m , los coeci<strong>en</strong>tes que multiplican a E x <strong>en</strong> las ecuaciones (2.21)<br />
y (2.23) son iguales cuando a e = a m (<strong>en</strong> cuyo caso no hay restricción<br />
sobre E x y E z ) y distintos cuando a e ≠ a m , lo cual sólo puede suceder si<br />
E x = E z = 0. El coeci<strong>en</strong>te de (2.22) es, por otro lado, cero, así que E y<br />
puede tomar cualquier valor.<br />
Es decir, si los modos son indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes, el modo con número de onda k e se<br />
propaga con el campo eléctrico <strong>en</strong> el plano xz, ortogonalm<strong>en</strong>te al campo eléctrico<br />
del modo con número de onda k m (gura (2.1)). Si sólo hay un modo, este no<br />
ti<strong>en</strong>e restricciones.
2.3. GEOMETRÍA DE ⃗E Y ⃗H 9<br />
2.3. Geometría de ⃗E y ⃗H<br />
La aus<strong>en</strong>cia de cargas externas hace que ∇· ⃗D = 0. La relación ⃗D = ↔ ε · ⃗E<br />
implica <strong>en</strong>tonces que<br />
∇· ⃗E = (1 − a −1<br />
e )∂ z E z , (2.24)<br />
lo que <strong>en</strong> la onda plana implica a su vez que<br />
⃗k · ⃗E 0 = (1 − a −1<br />
e )k z E 0z , (2.25)<br />
es decir, este material ti<strong>en</strong>e una d<strong>en</strong>sidad de carga inducida<br />
ρ ind = (1 − a −1<br />
e )ε 0 k z E 0z (2.26)<br />
que dep<strong>en</strong>de de la longitud de onda incid<strong>en</strong>te, el ángulo de incid<strong>en</strong>cia, la compon<strong>en</strong>te<br />
z del campo eléctrico, y el factor de anisotropía eléctrica. Lo mismo sucede<br />
con ⃗H al ser ∇· ⃗B = 0. Es decir, las ondas electromagnéticas <strong>en</strong> este medio no<br />
son, <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, transversales.<br />
Calcularemos los ángulos φ e y φ m que forman ⃗E e y ⃗H m con sus correspondi<strong>en</strong>tes<br />
vectores de onda. Ambos campos se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> el plano que forman los últimos<br />
(el xz, según lo hemos establecido previam<strong>en</strong>te).<br />
x<br />
z<br />
y<br />
⃗k<br />
⃗E e<br />
⃗k e m<br />
Θ m<br />
φ<br />
ÔØÓ m<br />
⃗H m<br />
⃗H e<br />
⃗E m<br />
φ e<br />
Θ e<br />
Figura 2.1: Cuando a e ≠ a m exist<strong>en</strong> dos modos indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el material. El<br />
modo m ti<strong>en</strong>e un campo eléctrico ortogonal al plano formado por el vector de<br />
onda y el eje óptico y un campo ⃗H <strong>en</strong> dicho plano. En el modo e los papeles de ⃗E<br />
y ⃗H se intercambian.<br />
Utilizando el inverso de ↔ µ podemos poner ⃗H <strong>en</strong> términos de ⃗E. De la Ley de
10 El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial<br />
Faraday,<br />
⃗H = ↔ µ −1 · ⃗k<br />
ω × ⃗E<br />
= ⃗ k × ⃗E + (a m − 1)ê z (⃗k × ⃗E) · ê z<br />
µ ‖ ω<br />
.<br />
(2.27)<br />
Ya que ⃗k m · ⃗E m = 0 y dadas la expresión (2.27) y la igualdad<br />
t<strong>en</strong>emos que<br />
(⃗k m × ⃗E m ) · ê z = ⃗E m · (ê z × ⃗k m ) = E m k m s<strong>en</strong>(Θ m ) , (2.28)<br />
⃗k m · ⃗H m = a m − 1<br />
µ ‖ ω E mk m k mz s<strong>en</strong>(Θ m ) (2.29)<br />
(si<strong>en</strong>do Θ m el ángulo que forma ⃗k m con el eje óptico) y<br />
⃗H m · ⃗H m = ‖ ⃗k m × ⃗E m ‖ 2 + 2(a m − 1)[(⃗k m × ⃗E m ) · ê z ] 2 + (a m − 1) 2 [(⃗k m × ⃗E m ) · ê z ] 2<br />
µ 2 ‖ ω2<br />
= kmE 2 m<br />
2 1 + (am 2 − 1) s<strong>en</strong> 2 (Θ)<br />
,<br />
µ 2 ‖ ω2<br />
(2.30)<br />
así que, d<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do β m (Θ) := √ 1 + (a 2 m − 1) s<strong>en</strong> 2 (Θ), la relación <strong>en</strong>tre H m y E m<br />
se expresa así:<br />
H m = k mE<br />
∣ m<br />
∣ µ‖ β m (Θ m ) (2.31)<br />
ω<br />
En el caso isotrópico β m (Θ) = 1, y la relación <strong>en</strong>tre las amplitudes de ⃗H y ⃗E se<br />
reduce a la forma usual.<br />
Con estos resultados, calculamos el cos<strong>en</strong>o del ángulo <strong>en</strong>tre ⃗k m y ⃗H m :<br />
cos(φ m ) = ⃗ k m · ⃗H m<br />
= sgn(µ<br />
k m H ‖ )(a m − 1) s<strong>en</strong>(2Θ m)<br />
m 2β m (Θ m )<br />
. (2.32)<br />
Como se puede notar, este ángulo no varía con el valor de n ‖ . Apropiadam<strong>en</strong>te, si<br />
no hay anisotropía magnética, φ = π/2.<br />
Análogam<strong>en</strong>te, de la ley de Ampère-Maxwell t<strong>en</strong>emos que<br />
⃗E = − ↔ ε −1 · ⃗k<br />
ω × ⃗H<br />
= − ⃗ k × ⃗H + (a e − 1)ê z ( ⃗H × ê z ) · ⃗k<br />
ε ‖ ω<br />
,<br />
(2.33)
2.3. GEOMETRÍA DE ⃗E Y ⃗H 11<br />
que ti<strong>en</strong>e la misma forma que (2.27) intercambiando a m por a e y µ ‖ por ε ‖ , así<br />
que, si<strong>en</strong>do β e (Θ) := √ 1 + (a 2 e − 1) s<strong>en</strong> 2 (Θ), t<strong>en</strong>emos que<br />
y que el ángulo <strong>en</strong>tre ⃗k e y ⃗E e está dado por<br />
E e = k eH<br />
∣ e<br />
∣ ε‖ β e (Θ e ) (2.34)<br />
ω<br />
cos(φ e ) = sgn(ε ‖ )(a e − 1) s<strong>en</strong>(2Θ e)<br />
2β e (Θ e )<br />
. (2.35)<br />
De aquí <strong>en</strong> adelante, para referirnos <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral a propiedades que pued<strong>en</strong> ser<br />
de ambos modos, utilizaremos un subíndice α que puede ser e ó m. Asimismo,<br />
utilizaremos α ⊥ y α ‖ para referirnos a las correspondi<strong>en</strong>tes compon<strong>en</strong>tes ortogonal<br />
y paralela de ↔ ε ó ↔ µ.<br />
El ángulo φ α ti<strong>en</strong>e siempre la propiedad de valer π/2 <strong>en</strong> Θ α = 0 y Θ α = π/2,<br />
es decir, cuando el vector de onda está alineado con el eje óptico o es ortogonal a<br />
este, el modo correspondi<strong>en</strong>te es transversal. En consecu<strong>en</strong>cia, este ángulo alcanza<br />
siempre un valor extremo <strong>en</strong> el intervalo (0, π/2). Además, el signo de α ‖ y el valor<br />
de a α relativo a 1 determinarán si el ángulo es obtuso o agudo.<br />
El comportami<strong>en</strong>to de φ α ante el intercambio de α ‖ por α ⊥ (a α por 1/a α ) es<br />
interesante. Veamos que<br />
( )<br />
(<br />
cos<br />
(φ α π/2 − Θ α ; 1 ))<br />
1<br />
1 − 1 s<strong>en</strong>(π − 2Θ<br />
a α )<br />
α aα<br />
= sgn(α<br />
a ‖ ) √ ( )<br />
α<br />
1<br />
2 1 + 2 − 1 s<strong>en</strong> 2 (π/2 − Θ α )<br />
a 1 a<br />
(1 − a α ) s<strong>en</strong>(2Θ α )<br />
= sgn(α ‖ ) ( )<br />
2a α<br />
√1 + − 1 cos 2 (Θ α )<br />
1<br />
a 2 α<br />
(a α − 1) s<strong>en</strong>(2Θ α )<br />
= − sgn(α ⊥ )<br />
2 √ 1 + (aα 2 − 1) s<strong>en</strong> 2 (Θ α )<br />
= − sgn(α ⊥ ) cos(φ α (Θ α ; a α )) .<br />
(2.36)<br />
π/2 − Θ se puede ver como π/4 − (Θ α − π/4), o sea la reexión sobre el eje<br />
Θ α = π/4. Esto nos dice que, al cambiar a α por 1/a α , cuando α ⊥ < 0, la gráca<br />
de φ α se reeja sobre dicho eje. Si α ⊥ > 0, para que el signo del cos<strong>en</strong>o cambie<br />
necesitamos que el ángulo cambie como π − φ α ; es decir, la gráca de φ α ( 1 a )
12 El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial<br />
se obti<strong>en</strong>e de reejar la gráca de φ α (a) dos veces: sobre Θ α<br />
φ α = π/2.<br />
= π/4 y sobre<br />
Además, si α ‖ > 0, de (2.35) se puede ver que el cos<strong>en</strong>o del ángulo es siempre<br />
negativo cuando a α < 1, es decir, el ángulo es siempre mayor que π/2 (y su<br />
gráca, <strong>en</strong> el intervalo [0, π/2] quedará por <strong>en</strong>cima de esta línea); análogam<strong>en</strong>te,<br />
el ángulo será siempre m<strong>en</strong>or a π/2 cuando a α > 1. En la gráca (2.2) podemos<br />
ver estas características.<br />
Encontrar este ángulo nos permite <strong>en</strong>contrar <strong>en</strong> particular las compon<strong>en</strong>tes<br />
de los campos <strong>en</strong> dirección del eje óptico (o la dirección ortogonal). ⃗E m (ó ⃗H e )<br />
forman un ángulo φ α − Θ α con dicho eje, de manera que s<strong>en</strong>(φ α − Θ α ) es la<br />
compon<strong>en</strong>te del campo sobre el eje x dividida <strong>en</strong>tre la amplitud del campo. El<br />
sigui<strong>en</strong>te resultado nos permite t<strong>en</strong>er una interpretación más s<strong>en</strong>cilla de lo que<br />
sucede con esta compon<strong>en</strong>te, y además será útil más adelante.<br />
Veamos que, para el modo m,<br />
⃗H m ·ê z = ( ⃗k m × ⃗E m ) · ê z + (a m − 1)(⃗k m × ⃗E m ) · ê z<br />
µ ‖ ω<br />
lo que, con (2.31) nos dice que<br />
= a mk e E e<br />
µ ‖ ω<br />
s<strong>en</strong>(Θ) , (2.37)<br />
H<br />
cos(φ m − Θ m ) = ⃗ ∣ ∣<br />
m · ê z sgn(µ ‖ )a m s<strong>en</strong>(Θ m ) ∣µ‖ = √<br />
H m 1 + (a<br />
2 m − 1) s<strong>en</strong> 2 (Θ m ) = am s<strong>en</strong>(Θ m )<br />
µ ⊥ β m (Θ m )<br />
(2.38)<br />
y por lo cual<br />
s<strong>en</strong>(φ m − Θ m ) = √ 1 − cos 2 (φ m − Θ m )<br />
√<br />
am = 1 −<br />
2 s<strong>en</strong> 2 (Θ m )<br />
1 + (am 2 − 1) s<strong>en</strong> 2 (Θ m )<br />
√<br />
cos<br />
=<br />
2 (Θ m )<br />
1 + (am 2 − 1) s<strong>en</strong> 2 (Θ m )<br />
= cos(Θ m)<br />
β m (Θ m )<br />
Lo mismo puede mostrarse para φ e y Θ e , de manera que, <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral,<br />
s<strong>en</strong>(φ − Θ) = cos(Θ)<br />
β(Θ)<br />
(2.39)<br />
(2.40)<br />
Es decir, el cos<strong>en</strong>o del ángulo que forma el campo situado <strong>en</strong> el plano xz con el<br />
eje óptico es el cos<strong>en</strong>o del mismo ángulo para el vector de onda, escalado por el
2.3. GEOMETRÍA DE ⃗E Y ⃗H 13<br />
π<br />
Ángulo <strong>en</strong>tre ⃗k y ⃗H m (a = a m ) ó ⃗E e (a = a e )<br />
φ<br />
3π/4<br />
π/2<br />
π/4<br />
|a|<br />
a ⊥ > 0<br />
a ⊥ < 0<br />
1/100<br />
1/10<br />
1<br />
10<br />
100<br />
0<br />
0 π/8 π/4 3π/8 π/2<br />
Θ<br />
Figura 2.2: Ángulo que forma el campo <strong>en</strong> el plano xz con el vector de onda,<br />
como función del ángulo que forma éste con el eje óptico, para distintos valores<br />
de la anisotropía, con α ‖ > 0 (<strong>en</strong> el otro caso hay que reejar la gráca sobre<br />
φ = π/2). En azul, los casos a α < 0 y <strong>en</strong> rojo los casos a α > 0. Si a α < 1 la<br />
gráca se queda por <strong>en</strong>cima de π/2 y si a α > 1 hace lo opuesto. Para α ⊥ < 0 el<br />
cambio de a α por 1/a α reeja la gráca sobre el eje Θ α = π/4, y para α ⊥ > 0<br />
lo reeja además sobre el eje φ α = π/2. Cuando ⃗k es paralelo u ortogonal al eje<br />
óptico, el ángulo es igual al del caso isotrópico.<br />
factor necesario para obt<strong>en</strong>er la relación <strong>en</strong>tre las amplitudes de ⃗E y ⃗H <strong>en</strong> el caso<br />
isotrópico.<br />
Utilizando los resultados (2.27) y (2.33) podemos además calcular ⃗E × ⃗H de<br />
dos maneras:<br />
⃗E × ⃗H = ⃗ kE 2 − ⃗E⃗k · ⃗E + (a m − 1)( ⃗E × ê z )( ⃗E × ê z ) · ⃗k<br />
µ ‖ ω<br />
(2.41)
14 El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial<br />
y<br />
⃗E × ⃗H = ⃗ kH 2 − ⃗H⃗k · ⃗H + (a e − 1)( ⃗H × ê z )( ⃗H × ê z ) · ⃗k<br />
ε ‖ ω<br />
. (2.42)<br />
Promediando <strong>en</strong> el tiempo las ecuaciones anteriores obt<strong>en</strong>emos<br />
⃗S = ⃗ kE 2 0 − ⃗E 0<br />
⃗k · ⃗E 0 + (a m − 1)( ⃗E 0 × ê z )( ⃗E 0 × ê z ) · ⃗k<br />
2µ ‖ ω<br />
= ⃗ kH 2 0 − ⃗H 0<br />
⃗k · ⃗H 0 + (a e − 1)( ⃗H 0 × ê z )( ⃗H 0 × ê z ) · ⃗k<br />
2ε ‖ ω<br />
.<br />
Ya que ⃗k m · ⃗E m = ⃗k e · ⃗H e = 0, y que ⃗E m y ⃗H e están <strong>en</strong> dirección y, estas expresiones<br />
toman una forma más simple para cada uno de los modos:<br />
⃗S m = E 2 0 m<br />
⃗k m + (a m − 1)k mx ê x<br />
2µ ‖ ω<br />
⃗S e = H 2 0 e<br />
⃗k e + (a e − 1)k ex ê x<br />
2ε ‖ ω<br />
= E2 0 m<br />
= H2 0 e<br />
2ω<br />
2ω<br />
(<br />
kmx<br />
, 0, k )<br />
m z<br />
(2.43)<br />
µ ⊥ µ ‖<br />
(<br />
kex<br />
, 0, k )<br />
e z<br />
. (2.44)<br />
ε ⊥ ε ‖<br />
De aquí podemos calcular la proyección de ⃗S <strong>en</strong> la dirección de ⃗k para cada modo.<br />
Utilizando la relación de dispersión (2.20) t<strong>en</strong>emos que<br />
⃗S · ⃗k ∝ k 2 x<br />
α ⊥<br />
+ k 2 z<br />
α ‖<br />
= k 2 0 n2 ‖<br />
α ‖<br />
, (2.45)<br />
lo cual nos dice que esta proyección t<strong>en</strong>drá el signo de ε ‖ para el modo m y el de<br />
µ ‖ para el modo e.<br />
2.4. Refracción<br />
P<strong>en</strong>semos ahora <strong>en</strong> una onda plana con vector de onda ⃗k 1 , incid<strong>en</strong>te desde un<br />
medio isotrópico no disipador con índice de refracción n 1 > 0, que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<br />
con este material <strong>en</strong> la supercie z = 0, que coincide con la normal al eje óptico.<br />
Dicho medio ti<strong>en</strong>e relación de dispersión k 1 = k 0 n 1 . Llamaremos Θ a los ángulos<br />
que forma el vector de onda con el eje z y θ a los ángulos que forma el vector<br />
de Poynting con la misma. En este caso se cumple que Θ 1 = θ 1 . Como notación,<br />
las variables con una tilde serán las propiedades del medio 2 divididas <strong>en</strong>tre las<br />
mismas propiedades del medio 1.
2.4. REFRACCIÓN 15<br />
2.4.1. Vectores de onda<br />
La relación de dispersión (2.20) nos permite ver que <strong>en</strong> el caso de incid<strong>en</strong>cia<br />
normal, indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te del valor de a α sólo hay una posibilidad para ⃗k (pues<br />
k x = 0) y sólo t<strong>en</strong>dremos un campo. En otro caso <strong>en</strong> donde k e ≠ k m , los modos<br />
están fuera de fase, por lo que, para que se cumplan las condiciones de frontera, las<br />
compon<strong>en</strong>tes paralelas de estos y la diverg<strong>en</strong>cia de cada modo deb<strong>en</strong> conservarse<br />
indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te.<br />
Si id<strong>en</strong>ticamos las propiedades <strong>en</strong> el medio anisotrópico con subíndices 2,<br />
las condiciones de continuidad de la compon<strong>en</strong>te paralela del vector de onda nos<br />
dic<strong>en</strong> que k 1x = k αx , que llamaremos simplem<strong>en</strong>te k x . Entonces, utilizando (2.20)<br />
el s<strong>en</strong>o del ángulo de refracción está dado por<br />
s<strong>en</strong>(Θ α ) = k x<br />
k α<br />
=<br />
k 1 s<strong>en</strong>(Θ 1 )<br />
√<br />
k0 2n2 ‖ + (1 − a α)k1 2 s<strong>en</strong>2 (Θ 1 )<br />
n 1 s<strong>en</strong>(Θ 1 )<br />
= √<br />
n‖ 2 + (1 − a α)n1 2 s<strong>en</strong>2 (Θ 1 )<br />
(2.46)<br />
.<br />
Llamaremos n = n ‖ /n 1 al índice de refracción relativo. En términos de este<br />
la función<br />
N α (Θ) = √ n 2 + (1 − a α ) s<strong>en</strong> 2 (Θ 1 ) (2.47)<br />
es la que permite preservar la forma usual de la ley de Snell para escribir<br />
N α (Θ 1 ) s<strong>en</strong>(Θ α ) = s<strong>en</strong>(Θ 1 ) . (2.48)<br />
Se puede notar que incid<strong>en</strong>cia normal Θ α es siempre igual al del caso isotrópico,<br />
0. La derivada (como función del ángulo) de s<strong>en</strong>(Θ α ) es<br />
cos(Θ 1 )N α (Θ 1 ) − s<strong>en</strong>(Θ 1 )N ′ α(Θ 1 )<br />
N 2 α(Θ 1 )<br />
= cos(Θ 1)<br />
N 3 α(Θ 1 ) (N2 α(Θ 1 ) − (1 − a) s<strong>en</strong> 2 (Θ 1 ))<br />
= n2 cos(Θ 1 )<br />
N 3 α(Θ 1 )<br />
(2.49)<br />
que sólo es cero <strong>en</strong> π/2. Θ α será una función creci<strong>en</strong>te de Θ 1 si n es real y<br />
decreci<strong>en</strong>te si es imaginario. Como función de a α , Θ α es creci<strong>en</strong>te.<br />
Por otro lado, si n es real, el valor de s<strong>en</strong> 2 (Θ α ) será siempre m<strong>en</strong>or o igual que<br />
uno si se cumple que<br />
a α ≤ n 2 (2.50)
16 El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial<br />
es decir, es la relación <strong>en</strong>tre el índice de refracción relativo y el valor de la anisotropía<br />
la que determina la pres<strong>en</strong>cia de un ángulo crítico. Si esta no se cumple,<br />
existirá dicho ángulo, dado por<br />
( ) n<br />
= arc s<strong>en</strong> √ (2.51)<br />
aα<br />
Θ αc<br />
En particular se puede notar que t<strong>en</strong>er un valor negativo de a α siempre evita la<br />
pres<strong>en</strong>cia de ángulo crítico.<br />
Si n es imaginario (lo cual sucede si ε ‖ y µ ‖ ti<strong>en</strong><strong>en</strong> signos opuestos) <strong>en</strong>tonces<br />
N α siempre será imaginario para algunos valores de θ 1 , empezando con 0. Para<br />
que t<strong>en</strong>ga un valor real al m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> θ 1 = π/2 se requiere<br />
a α ≤ n 2 + 1 , (2.52)<br />
Al ser Θ α decreci<strong>en</strong>te <strong>en</strong> este caso, habrá un efecto invertido de ángulo crítico, <strong>en</strong><br />
el que los rayos incid<strong>en</strong>tes con ángulos <strong>en</strong>tre 0 y arc s<strong>en</strong>(n/ √ a α ) no se transmit<strong>en</strong><br />
(gráca (2.6)).<br />
La gráca (2.3) muestra el comportami<strong>en</strong>to de Θ α como función de Θ 1 para<br />
diversos valores reales del índice de refracción y positivos de la anisotropía, mi<strong>en</strong>tras<br />
que la (2.4) hace lo propio con valores negativos de a α .<br />
Existe un límite destacable <strong>en</strong> el comportami<strong>en</strong>to de Θ α . Conforme a α se hace<br />
muy negativo (con n jo) (2.47) se parece cada vez más a √ −a α s<strong>en</strong>(Θ 1 ), lo que,<br />
al ser introducido <strong>en</strong> (2.48) da como resultado Θ α indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de Θ 1 (para Θ 1<br />
suci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te grande) y con valor arc s<strong>en</strong>(1/ √ −a α ). En el límite a α −→ −∞,<br />
Θ α es exactam<strong>en</strong>te 0. Para cualquier caso práctico, para lograr esto se requiere n<br />
pequeño (lo que implica ε ‖ µ ‖ pequeño) y a α grande, lo cual junto con la primera<br />
condición se obti<strong>en</strong>e preferiblem<strong>en</strong>te con una compon<strong>en</strong>te ortogonal mucho más<br />
pequeña que la paralela. Este límite se puede apreciar <strong>en</strong> la gráca (2.5).<br />
2.4.2. Vector de Poynting<br />
Si el vector eléctrico incid<strong>en</strong>te es perp<strong>en</strong>dicular al plano de incid<strong>en</strong>cia (polarización<br />
s), ⃗E 1 = E 1 ê y , también ⃗D 1 ti<strong>en</strong>e únicam<strong>en</strong>te compon<strong>en</strong>te y: ⃗D 1 = ε 1 E 1 ê y .<br />
Dado que las compon<strong>en</strong>tes perp<strong>en</strong>diculares de ⃗D a la interfaz deb<strong>en</strong> ser continuas,<br />
D z = 0, y ya que E 2z = D z /ε ⊥ , E 2z = 0. Esto junto con las condiciones de continuidad<br />
de la compon<strong>en</strong>te paralela de ⃗E implica que la polarización se conserve.
2.4. REFRACCIÓN 17<br />
π/2<br />
Refracción del vector de onda (n ∈ R, a > 0)<br />
Θ2<br />
3π/8<br />
π/4<br />
π/8<br />
n = 1/3<br />
n = 1/2<br />
n = 1<br />
n = 2<br />
n = 3<br />
a = n 2 /4<br />
a = n 2 /2<br />
a = n 2<br />
a = 2n 2<br />
a = 4n 2<br />
0<br />
0 π/8 π/4 3π/8 π/2<br />
θ 1<br />
Figura 2.3: Gráca del ángulo que forma el vector de onda refractado con la normal<br />
como función del ángulo de incid<strong>en</strong>cia. Los colores d<strong>en</strong>otan difer<strong>en</strong>tes valores del<br />
índice de refracción mi<strong>en</strong>tras que los estilos de línea expresan difer<strong>en</strong>tes valores de<br />
la anisotropía del material (todos positivos). Las líneas continuas ti<strong>en</strong><strong>en</strong> el valor<br />
crítico de a α , aquél que hace que el ángulo crítico sea π/2 (dado por (2.50)).<br />
Todos los valores de a α están dados <strong>en</strong> función del n correspondi<strong>en</strong>te. Se puede<br />
ver que el cambio como función de la anisotropía para n < 1 es m<strong>en</strong>os signicativo.<br />
Además, el hecho de que el eje óptico de este material sea normal a la interfaz<br />
hace que las compon<strong>en</strong>tes y de los campos sean normales al plano de incid<strong>en</strong>cia.<br />
por ello, la expresión del vector de Poynting para el modo m (2.43) se traduce al<br />
vector de Poynting <strong>en</strong> esta polarización:<br />
⃗S s = E2 0 m<br />
2ω<br />
(<br />
kx<br />
, 0, k )<br />
m z<br />
µ ⊥ µ ‖<br />
(2.53)<br />
Si, por el contrario, el vector eléctrico incid<strong>en</strong>te está <strong>en</strong> el plano de incid<strong>en</strong>cia
18 El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial<br />
π/2<br />
Refracción del vector de onda (n ∈ R, a < 0)<br />
Θ2<br />
3π/8<br />
π/4<br />
π/8<br />
n = 1/3<br />
n = 1/2<br />
n = 1<br />
n = 2<br />
n = 3<br />
a = −n 2 /4<br />
a = −n 2 /2<br />
a = −n 2<br />
a = −2n 2<br />
a = −4n 2<br />
0<br />
0 π/8 π/4 3π/8 π/2<br />
θ 1<br />
Figura 2.4: Esta es la gráca que se obti<strong>en</strong>e de cambiar el signo de los valores<br />
de a α <strong>en</strong> la gráca 2.3. No existe ángulo crítico. Al igual que <strong>en</strong> dicha gráca, el<br />
comportami<strong>en</strong>to de las curvas para ángulos pequeños dep<strong>en</strong>de exclusivam<strong>en</strong>te del<br />
índice de refracción.<br />
(polarización p), el vector ⃗H 1 es perp<strong>en</strong>dicular a este, y, dado que las compon<strong>en</strong>tes<br />
normales de ⃗B también son continuas y B z = 0, sucede análogam<strong>en</strong>te que (2.44)<br />
se traduce a<br />
⃗S p = H2 0 e<br />
2ω<br />
(<br />
kx<br />
, 0, k )<br />
e z<br />
ε ⊥ ε ‖<br />
(2.54)<br />
Para ambas polarizaciones, el ángulo de refracción (el que forma ⃗S con la normal)<br />
está dado por<br />
s<strong>en</strong>(θ α ) = S α x<br />
S α<br />
=<br />
k x<br />
√<br />
kx<br />
α 2 ⊥ + k2 αz<br />
α 2 ⊥ α 2 ‖<br />
=<br />
∣ α‖<br />
∣ ∣ kx<br />
α ⊥<br />
√<br />
a<br />
2 α k 2 x + k 2 α z<br />
(2.55)
2.4. REFRACCIÓN 19<br />
π/2<br />
Refracción del vector de onda (n < 1, a ≪ 0)<br />
3π/8<br />
Θ2<br />
π/4<br />
π/8<br />
n = 1/2<br />
n = 1/10<br />
n = 1/20<br />
n = 1/100<br />
a = −1<br />
a = −10<br />
a = −100<br />
0<br />
0 π/8 π/4 3π/8 π/2<br />
θ 1<br />
Figura 2.5: En esta gráca se puede observar el límite de a α<br />
−→ −∞. Para<br />
valores suci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te negativos de a α y valores no cercanos a 0 de Θ 1 , Θ α<br />
prácticam<strong>en</strong>te no cambia y se parece a arc s<strong>en</strong>(1/ √ −a α ). Conforme |a α | crece,<br />
Θ α se acerca a 0. El efecto es más fácil de conseguir con n cercano a 0. En este<br />
caso no existe el ángulo crítico.<br />
o, utilizando (2.20) y (2.48),<br />
∣<br />
∣ α‖ s<strong>en</strong>(θ1 )<br />
s<strong>en</strong>(θ α ) = √<br />
α ⊥ a(a − 1) s<strong>en</strong>2 (θ 1 ) + n 2<br />
=<br />
sgn(α ‖ )a s<strong>en</strong>(θ 1 )<br />
√<br />
a(a − 1) s<strong>en</strong>2 (θ 1 ) + n 2 .<br />
(2.56)<br />
El requisito de ángulo crítico resulta ser nuevam<strong>en</strong>te (2.50).<br />
Como se puede apreciar, este material pres<strong>en</strong>ta refracción <strong>negativa</strong> cuando<br />
α ⊥ < 0, indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te del signo de α ‖ . Esto se puede <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der p<strong>en</strong>sando <strong>en</strong><br />
las compon<strong>en</strong>tes del vector de Poynting paralelas y perp<strong>en</strong>diculares a la supercie;
20 El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial<br />
π/2<br />
Refracción del vector de onda (n imaginario)<br />
Θ2<br />
3π/8<br />
π/4<br />
π/8<br />
n = 3i<br />
n = 2i<br />
n = i<br />
n = i/2<br />
n = i/3<br />
a = 11/10n 2<br />
a = 2n 2<br />
a = 4n 2<br />
a = 8n 2<br />
0<br />
0 π/8 π/4 3π/8 π/2<br />
θ 1<br />
Figura 2.6: Cuando el índice de refracción es imaginario, Θ α es una función decreci<strong>en</strong>te<br />
del ángulo de incid<strong>en</strong>cia, y no está d<strong>en</strong>ido para ángulos m<strong>en</strong>ores al crítico.<br />
Para que haya refracción se requiere un valor negativo de a α , que debe ser siempre<br />
mayor a n 2 . Como se puede observar, a mayor valor de |a α | el ángulo crítico es<br />
m<strong>en</strong>or y mi<strong>en</strong>tras mayor es el módulo de n más pronunciada es la p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te cerca<br />
del último. No existe una gráca análoga a esta con a α > 0 pues, al no haber<br />
ángulo crítico <strong>en</strong> tal caso, no hay propagación de la onda.<br />
<strong>en</strong> términos de las correspondi<strong>en</strong>tes compon<strong>en</strong>tes de los campos, t<strong>en</strong>emos que<br />
⃗S = ( ⃗E × ⃗H) = ( ⃗E ⊥ + ⃗E ‖ ) × ( ⃗H ⊥ + ⃗H ‖ ) = ⃗E ⊥ × ⃗H ‖ + ⃗E ‖ × ⃗H ⊥ + ⃗E ‖ × ⃗H ‖ .<br />
(2.57)<br />
Los dos primeros sumandos son la compon<strong>en</strong>te paralela del vector de Poynting y<br />
el tercero es la compon<strong>en</strong>te normal. Las condiciones de frontera hac<strong>en</strong> que ⃗E ‖ y<br />
⃗H ‖ sean iguales de ambos lados de la interfaz; ⃗S ⊥ se conservará, así que, para<br />
que ⃗S se refracte <strong>en</strong> un ángulo opuesto al incid<strong>en</strong>te, ⃗E ⊥ × ⃗H ‖ + ⃗E ‖ × ⃗H ⊥ debe
2.4. REFRACCIÓN 21<br />
cambiar de s<strong>en</strong>tido, y, dado que ⃗H ‖ y ⃗E ‖ no cambian, ⃗E ⊥ ó ⃗H ⊥ deb<strong>en</strong> cambiar.<br />
En polarización s, ⃗E 1⊥ = ⃗0, por lo que el requisito se convierte <strong>en</strong><br />
0 >( ⃗E ‖ × ⃗H 1⊥ ) · ( ⃗E 2⊥ × ⃗H ‖ + ⃗E ‖ × ⃗H 2⊥ )<br />
= E ‖ H ‖<br />
⃗H 1⊥ · ⃗E 2⊥ + E 2 ‖ ⃗ H 1⊥ · ⃗H 2⊥<br />
⇔ ⃗H 1⊥ · (H ‖<br />
⃗E 2⊥ + E ‖<br />
⃗H 2⊥ ) < 0<br />
(2.58)<br />
y, <strong>en</strong> polarización p, <strong>en</strong> donde ⃗H 1⊥ = ⃗0,<br />
0 >( ⃗E 1⊥ × ⃗H ‖ ) · ( ⃗E 2⊥ × ⃗H ‖ + ⃗E ‖ × ⃗H 2⊥ )<br />
= H 2 ‖ ⃗ E 1⊥ · ⃗E 2⊥ + H ‖ E ‖<br />
⃗E 1⊥ · ⃗H 2⊥<br />
⇔ ⃗E 1⊥ · (E ‖<br />
⃗H 2⊥ + H ‖<br />
⃗E 2⊥ ) < 0<br />
(2.59)<br />
Estos son requisitos g<strong>en</strong>erales, indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes del material. Como se puede ver,<br />
la pres<strong>en</strong>cia de refracción <strong>negativa</strong> <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral dep<strong>en</strong>de de la polarización y de la<br />
impedancia supercial. Una manera de garantizar tal refracción es t<strong>en</strong>er un material<br />
que produzca que las compon<strong>en</strong>tes normales de los campos vayan siempre opuestas<br />
a las de los campos incid<strong>en</strong>tes.<br />
En el caso particular que estamos tratando, la única manera de cambiar las<br />
compon<strong>en</strong>tes normales de los campos para satisfacer estas desigualdades es haci<strong>en</strong>do<br />
que ∼ µ ⊥ ó ∼ ε ⊥ sean negativos. Además, el vector de Poynting del modo m<br />
sólo ti<strong>en</strong>e compon<strong>en</strong>te paralela de la forma ⃗E ‖ × ⃗H ⊥ , mi<strong>en</strong>tras que el del modo e<br />
sólo ti<strong>en</strong>e compon<strong>en</strong>te paralela de la forma ⃗E ⊥ × ⃗H ‖ , lo que nos dice que ∼ µ ⊥ < 0<br />
es una condición necesaria y suci<strong>en</strong>te para que haya refracción <strong>negativa</strong> del modo<br />
m. Sucede análogam<strong>en</strong>te para ∼ ε ⊥ <strong>en</strong> el modo e.<br />
Cuando a α = 0, el ángulo de refracción es constante y vale 0. Además, <strong>en</strong> el<br />
límite <strong>en</strong> el que a α −→ −∞, el ángulo de refracción se va a sgn(α ⊥ )π/2. Las<br />
grácas (2.7), (2.8), (2.9) y (2.10) muestran el comportami<strong>en</strong>to del ángulo de<br />
refracción para medios con las mismas propiedades que los de las grácas (2.3),<br />
(2.4)y (2.5) y (2.6), respectivam<strong>en</strong>te, suponi<strong>en</strong>do que α ⊥ > 0. En el caso <strong>en</strong> el<br />
que α ⊥ < 0 las grácas se reejan sobre el eje vertical, según (2.56).<br />
2.4.3. Proyección de ⃗S α sobre ⃗k α<br />
En ambas polarizaciones, al utilizar la relación de dispersión (2.20), (2.48) y<br />
el hecho de que k 1x = k αx , la proyección de ⃗S α <strong>en</strong> la dirección de ⃗k α se puede
22 El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial<br />
π/2<br />
Ángulo de refracción (n ∈ R, a > 0)<br />
θ2<br />
3π/8<br />
π/4<br />
π/8<br />
n = 1/3<br />
n = 1/2<br />
n = 1<br />
n = 2<br />
n = 3<br />
a = n 2 /4<br />
a = n 2 /2<br />
a = n 2<br />
a = 2n 2<br />
a = 4n 2<br />
0<br />
0 π/8 π/4 3π/8 π/2<br />
θ 1<br />
Figura 2.7: Ángulo de refracción como función del ángulo de incid<strong>en</strong>cia (α ⊥ > 0).<br />
En colores, los distintos valores de n; <strong>en</strong> estilos de línea las variantes de a α . Se<br />
puede apreciar que, para valores iguales de n, cambios <strong>en</strong> a α produc<strong>en</strong> cambios más<br />
abruptos <strong>en</strong> θ α a comparación de la gráca correspondi<strong>en</strong>te para Θ α , <strong>en</strong> donde<br />
las curvas de un mismo n se parec<strong>en</strong> mucho para ángulos de incid<strong>en</strong>cia pequeños.<br />
Asimismo, que los cambios como función de a α para n < 1 son más pronunciados<br />
que los correspondi<strong>en</strong>tes casos con n ≥ 1.<br />
escribir así:<br />
⃗S α · ⃗k α<br />
= k x 2 /α ⊥ + kz 2 /α ‖<br />
√<br />
S α k α k kx 2 /α 2 ⊥ + k z 2 /α 2 ‖<br />
k0 2<br />
=<br />
n2 ‖ /α ‖<br />
k ∣ ∣ α‖ √a α (a α − 1)kx 2 + k0 2n2 ‖<br />
sgn(α ‖ )n 2<br />
=<br />
N α (θ 1 ) √ a α (a α − 1) s<strong>en</strong> 2 (θ 1 ) + n 2<br />
sgn(α ‖ )n 2<br />
=<br />
N α (θ 1 ) √ .<br />
a α Nα(θ 2 1 ) + n 2 (1 − a α )<br />
(2.60)
2.4. REFRACCIÓN 23<br />
π/2<br />
Ángulo de refracción (n ∈ R, a < 0)<br />
θ2<br />
3π/8<br />
π/4<br />
π/8<br />
n = 1/3<br />
n = 1/2<br />
n = 1<br />
n = 2<br />
n = 3<br />
a = −n 2 /4<br />
a = −n 2 /2<br />
a = −n 2<br />
a = −2n 2<br />
a = −4n 2<br />
0<br />
0 π/8 π/4 3π/8 π/2<br />
θ 1<br />
Figura 2.8: Gráca que se obti<strong>en</strong>e de intercambiar los signos de a α <strong>en</strong> la gráca<br />
(2.7). No existe el ángulo crítico. La refracción será <strong>negativa</strong> si α ⊥ < 0, pero<br />
preservará la misma forma.<br />
Esta proyección es siempre 1 <strong>en</strong> θ = 0. Su signo es el de ε ‖ para el modo m y el de<br />
µ ‖ para el modo e. Esto, junto con el hecho de que el signo del ángulo sea el de las<br />
compon<strong>en</strong>tes ortogonales de ↔ ε ó ↔ µ nos dice que <strong>en</strong> este material la condición de<br />
que ⃗S t<strong>en</strong>ga una cierta proyección con ⃗k no es sinónimo de que exista refracción<br />
<strong>negativa</strong>. Recordemos que la dirección de ⃗S es<br />
(<br />
kx<br />
, 0, k )<br />
z<br />
, (2.61)<br />
α ⊥ α ‖<br />
y que k x está determinado por las condiciones de frontera (es positivo bajo nuestras<br />
hipótesis). k αz , sin embargo, está determinado por el hecho de que S αz debe ser<br />
mayor que cero para que el rayo realm<strong>en</strong>te incida sobre la supercie. Así, k αz<br />
t<strong>en</strong>drá siempre el signo de α ‖ ; cuando éste es positivo, la proyección de ⃗S sobre
24 El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial<br />
π/2<br />
Ángulo de refracción (n < 1, a ≪ 0)<br />
3π/8<br />
θ2<br />
π/4<br />
π/8<br />
n = 1/2<br />
n = 1/10<br />
n = 1/20<br />
n = 1/100<br />
a = −1<br />
a = −10<br />
a = −100<br />
0<br />
0 π/8 π/4 3π/8 π/2<br />
θ 1<br />
Figura 2.9: Comportami<strong>en</strong>to del ángulo de refracción cuando a α ti<strong>en</strong>de a m<strong>en</strong>os<br />
innito, correspondi<strong>en</strong>te a la gráca (2.5). Los ángulos que eran cercanos a 0 se<br />
van cerca de π/2 (ó −π/2 si α ⊥ < 0), pero la variación de éstos sigue si<strong>en</strong>do muy<br />
poca lejos del 0 y para a α suci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te <strong>negativa</strong>.<br />
⃗k será positiva y la dirección de la refracción dep<strong>en</strong>derá de S αx , que a su vez está<br />
determinada por α ⊥ (si es <strong>negativa</strong>, la refracción es como <strong>en</strong> la gura (2.11)).<br />
Igualm<strong>en</strong>te, si α ‖ es <strong>negativa</strong>, k αz también, y ⃗S α puede formar con éste un ángulo<br />
mayor a π/2 (si<strong>en</strong>do la refracción positiva si α ⊥ > 0, como <strong>en</strong> la gura (2.12),<br />
o <strong>negativa</strong> si α ⊥ < 0). Es así que la proyección de ⃗S α <strong>en</strong> la dirección de ⃗k α no<br />
determina el signo de la refracción.<br />
En el límite a α −→ −∞ esta proyección se hace cero para cualquier ángulo<br />
y cualquier índice de refracción. Es decir, si el medio ti<strong>en</strong>e α ⊥ y α ‖ de signos<br />
opuestos y el segundo es muy grande <strong>en</strong> comparación con el primero, ⃗S α y ⃗k α se<br />
vuelv<strong>en</strong> ortogonales.
2.4. REFRACCIÓN 25<br />
π/2<br />
Ángulo de refracción (n imaginario)<br />
θ2<br />
3π/8<br />
π/4<br />
π/8<br />
n = 3i<br />
n = 2i<br />
n = i<br />
n = i/2<br />
n = i/3<br />
a = 11/10n 2<br />
a = 2n 2<br />
a = 4n 2<br />
a = 8n 2<br />
0<br />
0 π/8 π/4 3π/8 π/2<br />
θ 1<br />
Figura 2.10: Aquí podemos ver el efecto de ángulo crítico inverso para el ángulo<br />
de refracción. Cuando el índice de refracción es imaginario (a α debe ser negativo),<br />
el ángulo de refracción está d<strong>en</strong>ido desde θ c hasta π/2.<br />
¾Exist<strong>en</strong> otros valores óptimos de θ 1 , a α y n que hagan mínima esta proyección?<br />
La condición<br />
( )<br />
∂ S ⃗α · ⃗k α<br />
(a α , n, θ 1 ) = 0 (2.62)<br />
∂θ 1 S α k α<br />
se da <strong>en</strong> tres casos:<br />
θ 1 = 0. En este caso ⃗S α y ⃗k α coincid<strong>en</strong> <strong>en</strong> dirección, y t<strong>en</strong>emos un máximo<br />
de esta proyección.<br />
θ 1 = arc s<strong>en</strong>(n/ √ 2a α ). Este es un número real si a α > 0 y n es real o a α < 0
26 El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial<br />
a ‖ >0¸a ⊥ 0<br />
⃗S 1‖·⃗S 2‖
2.4. REFRACCIÓN 27<br />
n 2 ≥ −2, lo cual no puede ocurrir.<br />
Así, θ 1 = arc s<strong>en</strong>(n/ √ 2a α ) es candidato a ser un mínimo local sólo cuando n<br />
es real y a α es un real positivo, y no hay un valor especial de a α que minimice<br />
la proyección. Mi<strong>en</strong>tras más grande sea el valor de a α , m<strong>en</strong>or será ésta, pero<br />
igualm<strong>en</strong>te al dejarse de cumplir la condición (2.50) habrá ángulos críticos<br />
más cercanos a 0. El valor de la proyección para ese ángulo no dep<strong>en</strong>de de<br />
n, por lo que se puede elegir un valor de n arbitrariam<strong>en</strong>te alto para evitar<br />
esta situación.<br />
θ 1 = π/2 (incid<strong>en</strong>cia rasante). En este caso<br />
se cumple <strong>en</strong>:<br />
• a α = 1 (sin anisotropía)<br />
( )<br />
∂ S ⃗α · ⃗k α<br />
(a α , n, π/2)) = 0 (2.64)<br />
∂a S α k α<br />
• a α = 2n2 +1<br />
3<br />
. Para este valor, t<strong>en</strong>emos además que<br />
se da cuando<br />
( ) (2n<br />
∂ S ⃗α · ⃗k 2 )<br />
α + 1<br />
, n, π/2<br />
∂n S α k α 3<br />
◦ n 2 = 1 (a α = 1; sin anisotropía)<br />
◦ n 2 = −2 (a α = −7/3; no cumple la condición (2.52))<br />
= 0 (2.65)<br />
◦ n = 0 (a α = 1/3; de acuerdo con (2.48), el ángulo de refracción<br />
es complejo)<br />
En conclusión, dado un material de este tipo con un índice de refracción real habrá<br />
un mínimo de la proyección <strong>en</strong>tre ⃗S α y ⃗k α <strong>en</strong> θ 1 = arc s<strong>en</strong>(n/ √ 2a α ) si 2a α ≥ n 2 .<br />
En caso contrario el mínimo se alcanzará <strong>en</strong> π/2. n = 0 también minimiza esta<br />
proyección (la hace cero) y a α −→ −∞ también.<br />
Habi<strong>en</strong>do hecho este análisis, veamos ahora la gráca (2.13), que muestra<br />
cómo varía la difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre θ α y Θ α dados por (2.48) y (2.56) <strong>en</strong>tre difer<strong>en</strong>tes<br />
medios.
28 El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial<br />
π/2<br />
Difer<strong>en</strong>cia máxima <strong>en</strong>tre θ 2 y Θ 2 (n ∈ R)<br />
π/4<br />
θ2 − Θ2<br />
0<br />
−π/4<br />
−π/2<br />
10 −3 10 −2 10 −1 1 10 10 2 10 3<br />
a<br />
Figura 2.13: Difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre el ángulo de refracción y el ángulo formado por el vector<br />
de onda con la normal como función de la anisotropía del medio (<strong>en</strong> escala logarítmica).<br />
Es la difer<strong>en</strong>cia obt<strong>en</strong>ida para un ángulo de incid<strong>en</strong>cia arc s<strong>en</strong>(n/ √ 2a α ),<br />
para el cual ésta es máxima siempre que 2a ≥ n 2 ; el valor para ese ángulo (siempre<br />
bajo el crítico) no dep<strong>en</strong>de de n, así que para cualquier valor de a α de la gráca<br />
se supone un valor de n suci<strong>en</strong>te para cumplir dicha desigualdad, pero arbitrario<br />
fuera de ese intervalo. Los límites a α −→ 0 y a α −→ ∞ llevan esta difer<strong>en</strong>cia a<br />
−π/2 y π/2 respectivam<strong>en</strong>te.<br />
2.5. Coeci<strong>en</strong>tes de transmisión y reexión<br />
Calcularemos el coeci<strong>en</strong>te de reexión <strong>en</strong> las distintas polarizaciones, d<strong>en</strong>ido<br />
como<br />
r s := E r<br />
E i<br />
; r p := H r<br />
H i<br />
(2.66)
2.5. COEFICIENTES DE TRANSMISIÓN Y REFLEXIÓN 29<br />
especicando con un subíndice s o p según sea el caso, y el coeci<strong>en</strong>te de transmisión,<br />
uno para cada rayo<br />
t m := E m<br />
E i<br />
; t e := H e<br />
H i<br />
. (2.67)<br />
2.5.1. Polarización s<br />
Si el vector eléctrico <strong>en</strong> el medio 1 es (E i + E r )ê y , las condiciones de frontera<br />
de ⃗E implican que ⃗E e + ⃗E m no puede t<strong>en</strong>er compon<strong>en</strong>te x, y dado que ⃗E e y ⃗E m<br />
son indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes (pues ↔ ε y ↔ µ lo son) 3 , cada uno debe t<strong>en</strong>er compon<strong>en</strong>te x<br />
nula. Análogam<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> el medio 1 ⃗H no ti<strong>en</strong>e compon<strong>en</strong>te y, por lo que ⃗H e y ⃗H m<br />
deb<strong>en</strong> estar <strong>en</strong> el plano de incid<strong>en</strong>cia y podemos utilizar directam<strong>en</strong>te el resultado<br />
(2.32). Las condiciones de frontera para ⃗E nos dic<strong>en</strong> <strong>en</strong>tonces que<br />
⃗k r<br />
⃗H r<br />
θ i<br />
θ i<br />
⃗k m<br />
Θ m<br />
⃗k i<br />
⃗H m<br />
φ m−Θ m<br />
⃗H i<br />
Figura 2.14: Reexión y transmisión <strong>en</strong> polarización s. En cada modo el vector<br />
eléctrico sale del plano. Esta polarización sólo excita el modo m.<br />
E i + E r = E m (2.68)<br />
mi<strong>en</strong>tras que, suponi<strong>en</strong>do que ⃗E no cambia de fase al reejarse, las condiciones<br />
de frontera de ⃗H nos dic<strong>en</strong><br />
−H i cos(Θ i ) + H r cos(Θ r ) = −H m cos(Θ m + (π/2 − φ m )) . (2.69)<br />
3 esto es cierto salvo <strong>en</strong> el caso de incid<strong>en</strong>cia normal, <strong>en</strong> donde k e = k m indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />
del valor de a e y a m. En ese caso el planteami<strong>en</strong>to sigue si<strong>en</strong>do correcto, pues los campos<br />
propuestos respetan las condiciones de frontera y cumpl<strong>en</strong> la ecuación de onda.
30 El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial<br />
Además, <strong>en</strong> el medio 1 t<strong>en</strong>emos que<br />
H i = k iE i<br />
µ 1 ω ; H r = k iE r<br />
µ 1 ω<br />
lo que con las d<strong>en</strong>iciones (2.66) y (2.67), (2.68) implica que<br />
(2.70)<br />
mi<strong>en</strong>tras que (2.69) junto con (2.31) se le<strong>en</strong><br />
1 + r s = t m , (2.71)<br />
k i<br />
cos(Θ i )(1 − r s ) = 1 ∣<br />
µ 1<br />
∣ µ2‖ k m t m β m (Θ m ) s<strong>en</strong>(φ m − Θ m ) (2.72)<br />
Estas dos ecuaciones forman un sistema lineal para r s y t m , con solución<br />
r s = k ∣<br />
∣<br />
i µ2‖ cos(Θi ) − k m µ 1 β m (Θ m ) s<strong>en</strong>(φ m − Θ m )<br />
∣ ∣<br />
k ∣µ2‖ i cos(Θi ) + k m µ 1 β m (Θ m ) s<strong>en</strong>(φ m − Θ m )<br />
t m =<br />
En vista de (2.47) podemos escribir<br />
2k i<br />
∣ ∣µ2‖<br />
∣ ∣ cos(Θi )<br />
k i<br />
∣ ∣µ2‖<br />
∣ ∣ cos(Θi ) + µ 1 β m (Θ m ) s<strong>en</strong>(φ m − Θ m )<br />
k m<br />
k i<br />
= N m (Θ i ) , (2.73)<br />
y d<strong>en</strong>imos µ ‖ := µ 2‖ /µ 1 , lo que junto con (2.40) y (2.48) permite escribir todo<br />
<strong>en</strong> términos del ángulo de incid<strong>en</strong>cia y las propiedades relativas de los medios: con<br />
f s (θ 1 ) = N m (θ 1 ) cos(Θ ∣<br />
m)<br />
∣ µ‖ cos(θ1 )<br />
.<br />
, (2.74)<br />
t<strong>en</strong>emos<br />
r s (θ 1 ) = 1 − f s(θ 1 )<br />
1 + f s (θ 1 )<br />
2<br />
t m (θ 1 ) =<br />
1 + f s (θ 1 )<br />
(2.75)<br />
. (2.76)<br />
2.5.2. Polarización p<br />
De manera análoga, y suponi<strong>en</strong>do que ahora H no cambia de fase al reejarse,<br />
las condiciones de frontera de ⃗H y ⃗E son, respectivam<strong>en</strong>te:<br />
H i + H r = H e<br />
E i cos(Θ i ) − E r cos(Θ r ) = E e cos(Θ e + (π/2 − φ e )) ,<br />
(2.77)
2.5. COEFICIENTES DE TRANSMISIÓN Y REFLEXIÓN 31<br />
mi<strong>en</strong>tras que, <strong>en</strong> el medio 1 se cumple que<br />
E = k iH<br />
ε 1 ω<br />
(2.78)<br />
así que (2.77) junto con (2.66), (2.67) y (2.34) queda<br />
1 + r p = t e (2.79)<br />
k i<br />
cos(θ i )(1 − r p ) = k eβ e (Θ e )<br />
∣<br />
ε 1<br />
∣ ε‖ t e s<strong>en</strong>(φ e − Θ e )<br />
ω<br />
por lo cual, si<strong>en</strong>do ε ‖ := ε 2‖ /ε 1 y<br />
f p (θ 1 ) = N e (θ 1 ) cos(Θ ∣<br />
e)<br />
∣ ε‖ cos(θ1 )<br />
, (2.80)<br />
los coeci<strong>en</strong>tes quedan dados por<br />
r p (θ 1 ) = 1 − f p(θ 1 )<br />
1 + f p (θ 1 )<br />
2<br />
t e (θ 1 ) =<br />
1 + f p (θ 1 )<br />
(2.81)<br />
(2.82)<br />
2.5.3. Algunas propiedades de r<br />
Como se puede apreciar, r p y t e se pued<strong>en</strong> obt<strong>en</strong>er de las mismas expresiones<br />
para r s y t m , respectivam<strong>en</strong>te, al intercambiar las propiedades magnéticas por las<br />
eléctricas, así que analizaremos r con las propiedades g<strong>en</strong>éricas antes d<strong>en</strong>idas, a α<br />
y α ‖ . La gráca de t se obti<strong>en</strong>e de la de r al trasladar, así que su comportami<strong>en</strong>to<br />
no es es<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te distinto.<br />
En incid<strong>en</strong>cia normal, r = |α ‖|−|n|<br />
|α ‖|+|n| :<br />
Cuando θ = 0 t<strong>en</strong>emos que Θ α = 0, N α = |n| y f = ∣ ∣ n/α‖<br />
∣ ∣ , lo cual nos da<br />
este resultado para r.<br />
En el ángulo crítico, r = 1:<br />
Si el ángulo crítico existe, por d<strong>en</strong>ición de ángulo crítico t<strong>en</strong>emos que Θ α =<br />
π/2, f (θ αc ) = 0 y r(θ αc ) = 1. Naturalm<strong>en</strong>te se requiere que arc s<strong>en</strong>(n/ √ a α )<br />
sea real y que cos(θ αc ) no sea cero.<br />
Si el ángulo crítico no es π/2 y a α ≠ 1 + n 2 , r = −1 <strong>en</strong> incid<strong>en</strong>cia rasante.
32 El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial<br />
Si de cumpl<strong>en</strong> estas hipótesis N α cos(Θ α ) ti<strong>en</strong>de a un valor no cero <strong>en</strong> π/2,<br />
el cos<strong>en</strong>o <strong>en</strong> el d<strong>en</strong>ominador de (2.74) y (2.80) hace que f ti<strong>en</strong>da a innito.<br />
Así, r se obti<strong>en</strong>e del coci<strong>en</strong>te de una cantidad que se va a innito y otra que<br />
va a m<strong>en</strong>os innito, dando −1.<br />
En particular la situación <strong>en</strong> la que π/2 es el ángulo crítico no está <strong>en</strong> ninguno<br />
de estos dos primeros casos, y es el caso sigui<strong>en</strong>te, sumam<strong>en</strong>te interesante.<br />
Cuando n 2 ∈ [a α , α 2 ‖ ] ∩ [α2 ‖, a] existe un ángulo de Brewster dado por<br />
⎛<br />
⎞<br />
θ αB = arc s<strong>en</strong> ⎝√ n2 − α 2 ‖<br />
⎠ (2.83)<br />
a α − α 2 ‖<br />
para el cual no hay rayo reejado.<br />
Para <strong>en</strong>contrar este ángulo se buscar la solución a la ecuación r(θ αB ) = 0, o,<br />
equival<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te f (θ αB ) = 1. Utilizando la d<strong>en</strong>ición de f y la ley de Snell<br />
(2.48),<br />
1 = N2 α(θ αB ) cos(Θ)<br />
α 2 ‖ cos2 (θ αB )<br />
= N2 α(θ αB ) − s<strong>en</strong> 2 (θ αB )<br />
α 2 ‖ − α2 ‖ s<strong>en</strong>2 (θ αB )<br />
= n2 − a α s<strong>en</strong> 2 (θ αB )<br />
α 2 ‖ − α2 ‖ s<strong>en</strong>2 (θ αB )<br />
(2.84)<br />
de lo cual se obti<strong>en</strong>e (2.83) al despejar θ αB . La condición impuesta sobre<br />
n 2 es la necesaria para que s<strong>en</strong> 2 (θ αB ) sea un número <strong>en</strong>tre 0 y 1. Se puede<br />
notar que, indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te de la polarización y el valor de α ⊥ relativo<br />
a α ‖ , siempre se puede <strong>en</strong>contrar al m<strong>en</strong>os un valor del índice de refracción<br />
para el cual exista este ángulo.<br />
Si n ∈ R, para el valor crítico de a α , a αc = n 2 , la reexión es indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te<br />
del ángulo de incid<strong>en</strong>cia:<br />
De la refracción del vector de onda (2.48), t<strong>en</strong>emos que, como a α = n 2 ,<br />
cos(Θ α ) = √ √<br />
√<br />
1 − s<strong>en</strong> 2 (Θ α ) = 1 − s<strong>en</strong>2 (θ 1 ) N<br />
2<br />
Nα<br />
2 = α − s<strong>en</strong> 2 (θ)<br />
= |n| cos(θ 1)<br />
,<br />
N α N α<br />
(2.85)<br />
lo que hace que el valor de f ((2.74) <strong>en</strong> polarización s y (2.80) <strong>en</strong> polarización<br />
p) sea constante, y consecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te el de r:<br />
∣<br />
∣ α‖ − |n|<br />
r α (θ) =<br />
∣<br />
∣ α‖ . (2.86)<br />
+ |n|<br />
Dado que 1+r = t, también los coeci<strong>en</strong>tes de transmisión serán constantes.
2.5. COEFICIENTES DE TRANSMISIÓN Y REFLEXIÓN 33<br />
Hay que notar que esta condición sólo ti<strong>en</strong>e s<strong>en</strong>tido práctico cuando n ∈ R,<br />
pues, <strong>en</strong> caso contrario, el ángulo crítico será π/2 y la reexión será siempre<br />
total.<br />
Otra consecu<strong>en</strong>cia inmediata, es que un material con ∣ ∣ α‖<br />
∣ ∣ = |n| es totalm<strong>en</strong>te<br />
antirreejante <strong>en</strong> la polarización respectiva. Como n 2 = ε ‖ µ ‖ , esto<br />
requiere que ε ‖ = µ ‖ , de manera que, si además resultara que ε ⊥ = µ ⊥ , el<br />
ángulo crítico sería el mismo para ambas polarizaciones, se t<strong>en</strong>dría un único<br />
rayo transmitido, y ningún rayo reejado. La condición a α = n 2 = ε 2 ‖ , nos<br />
dice además que, <strong>en</strong> tal caso, µ ⊥ = ε ⊥ = 1/ε ‖ = 1/µ ‖ . Es decir, para que el<br />
material t<strong>en</strong>ga la propiedad de ser antirreejante <strong>en</strong> un caso de polarización<br />
arbitraria, se requiere que los t<strong>en</strong>sores ↔ ε y ↔ µ sean iguales y con compon<strong>en</strong>tes<br />
paralelas inversas a la ortogonal.<br />
Las grácas (2.15), (2.16) y (2.17) muestran las amplitudes correspondi<strong>en</strong>tes<br />
a los ángulos de refracción de las grácas (2.7), (2.8) y (2.10) y <strong>en</strong> ellas se pued<strong>en</strong><br />
apreciar las propiedades recién <strong>en</strong>unciadas.<br />
2.5.4. Reectancia y transmitancia<br />
Calcularemos ahora los coeci<strong>en</strong>tes<br />
∣ ∣ ⃗S r · ê ∣∣∣∣ z<br />
⃗S t · ê ∣∣∣∣<br />
z<br />
R :=<br />
; T :=<br />
(2.87)<br />
∣ ⃗S i · ê z<br />
∣ ⃗S i · ê z<br />
que repres<strong>en</strong>tan la fracción de pot<strong>en</strong>cia reejada desde y transmitida hacia la<br />
supercie por la onda. Habrá un par de estos coeci<strong>en</strong>tes para cada polarización.<br />
Dado que k iz = −k rz , y la d<strong>en</strong>ición de r (2.66),<br />
R =<br />
k rz E 2 0 r<br />
/2µ 1 ω<br />
∣ k iz E0 2 i<br />
/2µ 1 ω ∣ = r 2 , (2.88)<br />
mi<strong>en</strong>tras que, utilizando (2.53)<br />
k mz E0 2 T m =<br />
m<br />
/2µ 2‖ ω<br />
∣ k iz E0 2 i<br />
/2µ 1 ω ∣<br />
. (2.89)<br />
Escribi<strong>en</strong>do k mz = k m cos(Θ m ), k i = k i cos(θ i ) y utilizando (2.48) y la d<strong>en</strong>ición<br />
de t m (2.67), esto queda<br />
T m = t 2 m<br />
N m (θ i )<br />
∣ µ‖<br />
∣ ∣<br />
cos(Θ m )<br />
cos(θ i )<br />
, (2.90)
34 El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial<br />
1<br />
Coeci<strong>en</strong>te de reexión (n ∈ R, a > 0)<br />
r<br />
1/2<br />
0<br />
−1/2<br />
n = 1/3<br />
n = 1/2<br />
n = 1<br />
n = 2<br />
n = 3<br />
a = n 2 /4<br />
a = n 2 /2<br />
a = n 2<br />
a = 2n 2<br />
a = 4n 2<br />
−1<br />
0 π/8 π/4 3π/8 π/2<br />
θ 1<br />
Figura 2.15: Coeci<strong>en</strong>te de reexión para distintos valores de n (colores) y a α<br />
(estilos de línea), con α ‖ = 1 y n > 0. Si a α = a m <strong>en</strong>tonces es el coeci<strong>en</strong>te de<br />
reexión <strong>en</strong> polarización s; si a α = a e <strong>en</strong>tonces estamos <strong>en</strong> polarización p. Las<br />
curvas con el valor crítico de a α son constantes y val<strong>en</strong> (1 − n)/(1 + n). Los casos<br />
con a α > n 2 ti<strong>en</strong><strong>en</strong> ángulo crítico y <strong>en</strong> éste el coeci<strong>en</strong>te se va a 1 y posteriorm<strong>en</strong>te<br />
permanece ahí (reexión total). Los casos <strong>en</strong> los que no hay ángulo crítico se van<br />
a −1 <strong>en</strong> incid<strong>en</strong>cia rasante (θ = π/2). El valor para incid<strong>en</strong>cia normal no dep<strong>en</strong>de<br />
de a α , sólo de α ‖ y n. Otros valores de α ‖ modican el valor <strong>en</strong> incid<strong>en</strong>cia normal y<br />
desplazan las curvas de reexión constante, pero no los valores <strong>en</strong> el ángulo crítico<br />
ni <strong>en</strong> incid<strong>en</strong>cia rasante. La gráca de t m se obti<strong>en</strong>e de trasladar ésta una unidad<br />
hacia arriba.<br />
que ti<strong>en</strong>e exactam<strong>en</strong>te la misma forma que la transmitancia de un medio isotrópico,<br />
dado que la difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> el vector de Poynting con respecto a ese caso es sólo<br />
una compon<strong>en</strong>te <strong>en</strong> dirección x. Naturalm<strong>en</strong>te el coeci<strong>en</strong>te no es igual al del caso
2.5. COEFICIENTES DE TRANSMISIÓN Y REFLEXIÓN 35<br />
1<br />
Coeci<strong>en</strong>te de reexión (n ∈ R, a < 0)<br />
r<br />
1/2<br />
0<br />
−1/2<br />
n = 1/3<br />
n = 1/2<br />
n = 1<br />
n = 2<br />
n = 3<br />
a = n 2 /4<br />
a = n 2 /2<br />
a = n 2<br />
a = 2n 2<br />
a = 4n 2<br />
−1<br />
0 π/8 π/4 3π/8 π/2<br />
θ 1<br />
Figura 2.16: Gráca análoga a la (2.15) para valores negativos de a α .<br />
isotrópico al no coincidir Θ m y t m con los de éste.<br />
Para polarización p, por otro lado, utilizamos (2.54), la relación <strong>en</strong>tre las amplitudes<br />
de ⃗H y ⃗E <strong>en</strong> el medio isotrópico (2.70) y anisotrópico (2.31) y obt<strong>en</strong>emos<br />
T e =<br />
= t 2 e<br />
k mz H0 2 e<br />
/2ε 2‖ ω<br />
∣ k iz H0 2 i<br />
/2ε 1 ω ∣<br />
N e (θ i )<br />
∣ ε‖<br />
∣ ∣<br />
cos(Θ e )<br />
cos(θ i )<br />
. (2.91)<br />
Se pueder ver que (2.90) ó (2.91) se escrib<strong>en</strong> también como:<br />
T α = t 2 αf α , (2.92)
36 El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial<br />
1<br />
Coeci<strong>en</strong>te de reexión (n imaginario)<br />
r<br />
0.5<br />
0<br />
−0.5<br />
n = 3i<br />
n = 2i<br />
n = i<br />
n = i/2<br />
n = i/3<br />
a = 11/10n 2<br />
a = 2n 2<br />
a = 4n 2<br />
a = 8n 2<br />
−1<br />
0 π/8 π/4 3π/8 π/2<br />
θ 1<br />
Figura 2.17: Amplitud de reexión para valores imaginarios del índice de refracción.<br />
y, al utilizar (2.71) ó (2.79) y (2.76) ó (2.82) obt<strong>en</strong>emos<br />
R α + T α = (1 − t α ) 2 + t 2 αf α = 1 − 2t α + t 2 α(1 + f α ) = 1 − 2t α + 4<br />
1 + f α<br />
= 1 ,<br />
(2.93)<br />
que es el resultado que usualm<strong>en</strong>te se interpreta como la conservación de la <strong>en</strong>ergía.<br />
2.6. Polarización mixta<br />
Si el vector eléctrico incid<strong>en</strong>te ti<strong>en</strong>e una combinación de polarización s y p,<br />
siempre se pued<strong>en</strong> obt<strong>en</strong>er las respectivas compon<strong>en</strong>tes y aplicar el análisis previo.
2.6. POLARIZACIÓN MIXTA 37<br />
Sin embargo, <strong>en</strong> el medio anisotrópico,<br />
⃗E × ⃗H = ( ⃗E e + ⃗E m ) × ( ⃗H e + ⃗H m ) = ⃗S e + ⃗E e × ⃗H m + ⃗S m (2.94)<br />
es un producto que incluye, como se puede ver, un término de interfer<strong>en</strong>cia. Al<br />
estar ⃗E e y ⃗H m <strong>en</strong> el plano de incid<strong>en</strong>cia, esta compon<strong>en</strong>te irá <strong>en</strong> dirección ortogonal<br />
a este, así que, aunque para cada polarización el vector de Poynting se queda <strong>en</strong><br />
el plano, no sucede así <strong>en</strong> el caso g<strong>en</strong>eral. Utilizando el resultado (2.40) y la<br />
refracción del vector de onda (2.48) podemos escribir estos campos como<br />
⃗E e = E e (cos(φ e − Θ e ), 0, s<strong>en</strong>(φ e − Θ e ))<br />
(∣<br />
= E ∣ )<br />
∣ε‖<br />
e<br />
s<strong>en</strong>(Θ e ), 0, cos(Θ e )<br />
β e (Θ e ) ε ⊥<br />
(∣<br />
= E ∣ )<br />
∣ε‖<br />
e<br />
s<strong>en</strong>(θi )<br />
β e (Θ e ) ε ⊥ N e (θ i ) , 0, cos(Θ e) ,<br />
(2.95)<br />
(∣<br />
⃗H m =<br />
H ∣ )<br />
∣µ‖<br />
m<br />
s<strong>en</strong>(θi )<br />
β m (Θ m ) µ ⊥ N m (θ i ) , 0, cos(Θ m) . (2.96)<br />
Así, el término de interfer<strong>en</strong>cia será<br />
(∣<br />
⃗E e × ⃗H m = E ∣ ∣ )<br />
eH ∣µ‖ m<br />
cos(Θe ) ∣ ε‖ cos(Θm )<br />
s<strong>en</strong>(θ i )<br />
−<br />
ê y . (2.97)<br />
β m β e µ ⊥ N m (θ i ) ε ⊥ N e (θ i )<br />
Ahora, ya que<br />
y<br />
1<br />
T<br />
∫ T<br />
0<br />
E e = E 0e cos(⃗k e · ⃗r − ωt)<br />
H m = H 0m cos(⃗k m · ⃗r − ωt)<br />
(2.98)<br />
cos(a 1 − ωt) cos(a 2 − ωt)dt = 1 ∫ T<br />
cos(a 1 + a 2 − 2ωt) + cos(a 1 − a 2 )dt<br />
2T 0<br />
= s<strong>en</strong>(2ωT − a 1 − a 2 ) + s<strong>en</strong>(a 1 + a 2 )<br />
4ωT<br />
+ 1 2 cos(a 1 − a 2 )<br />
T →∞<br />
−→ 1 2 cos(a 1 − a 2 ) ,<br />
(2.99)<br />
t<strong>en</strong>emos que, el promedio, para frecu<strong>en</strong>cias ópticas, del término de interfer<strong>en</strong>cia<br />
es<br />
(∣<br />
⃗S e,m = E ∣ ∣ )<br />
0,eH ∣µ‖ 0,m<br />
cos(Θe ) ∣ ε‖ cos(Θm )<br />
s<strong>en</strong>(θ i ) cos((⃗k m − ⃗k e ) · ⃗r)<br />
−<br />
ê y<br />
2β m β e<br />
µ ⊥ N m (θ i ) ε ⊥ N e (θ i )<br />
(2.100)
38 El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial<br />
Si el vector eléctrico <strong>en</strong>tra polarizado linealm<strong>en</strong>te, formando un ángulo δ con<br />
respecto al plano de incid<strong>en</strong>cia, su compon<strong>en</strong>te s es E i s<strong>en</strong>(δ) y la p es E i cos(δ).<br />
Si<strong>en</strong>do así, y utilizando la relación (2.70), y los coeci<strong>en</strong>tes de transmisión (2.82)<br />
y (2.76) este promedio queda<br />
⃗S m,e = t mt e s<strong>en</strong>(2δ)E 2 0 i<br />
k i s<strong>en</strong>(θ i )ê y<br />
4β m (Θ m )β e (Θ e )µ 1 ω<br />
(∣ ∣ ∣<br />
∣µ‖ cos(Θe )<br />
cos((k mz −k ez )z)<br />
−<br />
µ ⊥ N m (θ i )<br />
∣<br />
∣ ε‖ cos(Θm )<br />
ε ⊥ N e (θ i )<br />
(2.101)<br />
)<br />
2.7. Incid<strong>en</strong>cia desde un medio anisotrópico<br />
θ<br />
⃗k m<br />
Θ m π/2−γ<br />
φ−Θ<br />
⃗H m<br />
Figura 2.18: Incid<strong>en</strong>cia desde un medio anisotrópico hacia uno isotrópico cuando<br />
el eje óptico está <strong>en</strong> el plano de incid<strong>en</strong>cia.<br />
Ahora calcularemos las propiedades de reexión y transmisión cuando la incid<strong>en</strong>cia<br />
es desde el medio anisotrópico y hacia el medio isotrópico, <strong>en</strong> el caso <strong>en</strong> el<br />
que el eje óptico está <strong>en</strong> el plano de incid<strong>en</strong>cia y forma un ángulo π/2 − γ con la<br />
interfaz. Si bi<strong>en</strong> este no es el caso más g<strong>en</strong>eral, será importante posteriorm<strong>en</strong>te.<br />
2.7.1. Vectores de onda y Ley de Snell<br />
El vector de onda forma un ángulo Θ α con el eje óptico. De la gura, podemos<br />
deducir que <strong>en</strong>tonces forma un ángulo Θ α − γ con la normal a la supercie. Por<br />
tanto, las condiciones de frontera del vector de onda de cada modo son<br />
k α s<strong>en</strong>(Θ α − γ) = k α s<strong>en</strong>(θ 1 ) (2.102)<br />
pues, nuevam<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> el medio isotrópico los ángulos de refracción coincid<strong>en</strong> con<br />
los formados por los vectores de onda. De (2.20) podemos despejar k α al escribir
2.7. INCIDENCIA DESDE UN MEDIO ANISOTRÓPICO 39<br />
k αx<br />
= k α s<strong>en</strong>(Θ α ), obt<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do<br />
k α =<br />
k 0 n ‖<br />
√<br />
1 + (aα − 1) s<strong>en</strong> 2 (Θ α )<br />
, (2.103)<br />
por lo que, con<br />
√<br />
1 + (aα − 1) s<strong>en</strong><br />
M α (Θ) =<br />
2 (Θ)<br />
(2.104)<br />
n<br />
el ángulo de refracción está dado, <strong>en</strong> términos exclusivam<strong>en</strong>te de las propiedades<br />
del medio y Θ α , por<br />
M α (Θ α ) s<strong>en</strong>(θ 1 ) = s<strong>en</strong>(Θ α − γ) . (2.105)<br />
La ecuación (2.56) se puede invertir para obt<strong>en</strong>er<br />
s<strong>en</strong>(θ 1 ) =<br />
sgn(α ⊥ )n s<strong>en</strong>(θ α )<br />
√<br />
a(a + (1 − a) s<strong>en</strong>2 (θ α ))<br />
, (2.106)<br />
lo cual se puede utilizar junto con (2.48) para escribir la ley de Snell, <strong>en</strong> términos<br />
de los ángulos de incid<strong>en</strong>cia y refracción.<br />
2.7.2. Coeci<strong>en</strong>tes de reexión y transmisión<br />
Para el modo m, las condiciones de frontera son<br />
E mi + E mr = E mt<br />
(H mi − H mr ) cos(φ m − Θ m + γ) = H mt cos(θ 1 ) ,<br />
(2.107)<br />
que, <strong>en</strong> términos de las d<strong>en</strong>iciones (2.66) y utilizando las relaciones (2.31) y<br />
(2.70) son equival<strong>en</strong>tes a<br />
1 + r = t<br />
cos(φ m − Θ m + γ) k mβ m (Θ m )<br />
∣<br />
∣ µ‖ (1 − r) = t k 1<br />
cos(θ 1 )<br />
µ 1<br />
que, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> solución, <strong>en</strong> términos de<br />
∣ ∣ ∼ ∣∣<br />
µ ‖ cos(θ1 )<br />
f m (Θ) =<br />
β m (Θ) cos(φ m − Θ + γ)M(Θ)<br />
igual a<br />
r m (Θ m ) = 1 − f m(Θ m )<br />
1 + f m (Θ m )<br />
2<br />
t m (Θ m ) =<br />
1 + f m (Θ m )<br />
.<br />
(2.108)<br />
, (2.109)<br />
(2.110)
40 El ujo de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> un material anisotrópico uniaxial<br />
Utilizando los resultados (2.40) y (2.38) junto con la id<strong>en</strong>tidad para el cos<strong>en</strong>o<br />
de una suma, podemos simplicar f m :<br />
∣ ∣ ∼ ∣∣<br />
µ ‖ cos(θ1 )<br />
f m (Θ m ) =<br />
(2.111)<br />
(sgn(µ ‖ )a m s<strong>en</strong>(Θ m ) cos(γ) − cos(Θ m ) s<strong>en</strong>(γ))M(Θ)<br />
Para el modo e, t<strong>en</strong>emos, por otro lado,<br />
H ei + H er = H et<br />
(E ei − E er ) cos(φ e − Θ e + γ) = E mt cos(θ 1 )<br />
(2.112)<br />
que ti<strong>en</strong>e solución análoga a la del otro modo, <strong>en</strong> términos de<br />
∣ ∣ ∼ ∣∣<br />
ε ‖ cos(θ1 )<br />
f e (Θ) =<br />
, (2.113)<br />
β e (Θ) cos(φ ε − Θ + γ)M(Θ)<br />
r e (Θ e ) = 1 − f e(Θ e )<br />
1 + f e (Θ e )<br />
2<br />
t e (Θ e ) =<br />
1 + f e (Θ e )<br />
.<br />
(2.114)<br />
2.7.3. Reectancia y transmitancia<br />
Ahora la normal a la supercie es ê n = (cos(γ), 0, s<strong>en</strong>(γ)), así que la reectancia<br />
del modo m es<br />
∣ ∣ ⃗S mr · ê ∣∣∣∣ n<br />
Em 2 r0<br />
k m (s<strong>en</strong>(Θ m ) cos(γ)/µ ⊥ + cos(Θ m ) s<strong>en</strong>(γ)/µ ‖ )/2ωµ ‖ ∣∣∣∣<br />
R m =<br />
=<br />
∣ ⃗S mi · ê n<br />
∣ Em 2 i0<br />
k m (s<strong>en</strong>(Θ m ) cos(γ)/µ ⊥ − cos(Θ m ) s<strong>en</strong>(γ)/µ ‖ )/2ωµ ‖ = rm<br />
2 1 + a m tan(Θ m ) cot(γ)<br />
∣1 − a m tan(Θ m ) cot(γ) ∣ ,<br />
(2.115)<br />
y su transmitancia,<br />
∣ ∣ ⃗S mt · ê ∣∣∣∣ n<br />
Em 2 0t<br />
k 1 (s<strong>en</strong>(θ 1 ) cos(γ) + cos(θ 1 ) s<strong>en</strong>(γ))/2µ 1 ω ∣∣∣∣<br />
T m =<br />
=<br />
∣ ⃗S mi · ê n<br />
∣Em 2 i0<br />
k m (s<strong>en</strong>(Θ m ) cos(γ)/µ ⊥ − cos(Θ m ) s<strong>en</strong>(γ)/µ ‖ )/2ωµ ‖ ∣ ∼<br />
= tm<br />
2 µ ‖ M(Θ m ) s<strong>en</strong>(θ 1 − γ) ∣∣∣∣ ∣s<strong>en</strong>(Θ m ) cos(γ)/µ ⊥ − cos(Θ m ) s<strong>en</strong>(γ)/µ ‖<br />
(2.116)
·3· Refracción <strong>negativa</strong> <strong>en</strong> un<br />
metamaterial laminado<br />
Veremos ahora cómo se puede obt<strong>en</strong>er refracción <strong>negativa</strong> construy<strong>en</strong>do un<br />
metamaterial anisotrópico uniaxial muy simple.<br />
3.8. Propiedades efectivas de un material laminado<br />
Consideremos un metamaterial innito formado por una repetición de láminas<br />
de materiales isotrópicos de funciones dieléctricas ε a y ε b y magnéticas µ a y µ b ,<br />
como se muestra <strong>en</strong> la gura (3.19). La celda unitaria ti<strong>en</strong>e un espesor d y una<br />
fracción f a de éste es ocupado por el material a α , mi<strong>en</strong>tras que una fracción<br />
f b = 1 − f a es ocupado por el material b 4 .<br />
Supondremos que la longitud de onda incid<strong>en</strong>te es mucho mayor que las dim<strong>en</strong>siones<br />
de la celda unitaria, <strong>en</strong> cuyo caso es válido aplicar la teoría del medio<br />
efectivo para obt<strong>en</strong>er las propiedades promedio de este material. En particular,<br />
dicha suposición implica que los campos prácticam<strong>en</strong>te no varí<strong>en</strong> d<strong>en</strong>tro de la<br />
celda.<br />
Si <strong>en</strong> el metamaterial se propaga un modo, el campo eléctrico correspondi<strong>en</strong>te<br />
t<strong>en</strong>drá compon<strong>en</strong>te paralela a las láminas continua, mi<strong>en</strong>tras que el campo de<br />
desplazami<strong>en</strong>to t<strong>en</strong>drá compon<strong>en</strong>te ortogonal a éstas continua. Además, <strong>en</strong> cada<br />
material se cumpl<strong>en</strong> las ecuaciones materiales correspondi<strong>en</strong>tes a un material<br />
4 Pued<strong>en</strong> verse mayores detalles del tema <strong>en</strong> [17]
42 Refracción <strong>negativa</strong> <strong>en</strong> un metamaterial laminado<br />
isotrópico, de manera que<br />
∫<br />
〈 ⃗E ⊥ 〉 = 1 V<br />
= 1 V<br />
= 1 V<br />
= V a<br />
V<br />
∫<br />
∫<br />
a<br />
a<br />
⃗E ⊥<br />
⃗E ⊥ + 1 V<br />
⃗D α⊥<br />
ε a<br />
〈 ⃗D α⊥ 〉<br />
ε a<br />
+ 1 V<br />
∫<br />
+ V b<br />
V<br />
b<br />
∫<br />
⃗E ⊥<br />
b<br />
⃗D b⊥<br />
ε b<br />
〈 ⃗D b⊥ 〉<br />
ε b<br />
.<br />
(3.117)<br />
Como la longitud de onda es muy grande comparada con las dim<strong>en</strong>siones de la<br />
celda unitaria, y ⃗D ⊥ es una función continua, 〈 ⃗D α⊥ 〉 ≈ 〈 ⃗D b⊥ 〉 ≈ 〈 ⃗D ⊥ 〉. V a /V y<br />
V b /V son simplem<strong>en</strong>te las fracciones ocupadas, por lo que<br />
〈 ⃗E ⊥ 〉 ≈<br />
(<br />
fa<br />
ε a<br />
+ f b<br />
ε b<br />
)<br />
〈 ⃗D ⊥ 〉 . (3.118)<br />
d<br />
z<br />
La compon<strong>en</strong>te paralela de ⃗E también es continua, y, bajo las mismas consideε<br />
a<br />
ε b<br />
f a d<br />
f b d<br />
Figura 3.19:
3.8. PROPIEDADES EFECTIVAS DE UN MATERIAL LAMINADO 43<br />
raciones,<br />
∫<br />
〈 ⃗D ‖ 〉 = 1 V<br />
∫<br />
⃗D ‖<br />
∫<br />
= 1 V<br />
∫<br />
a<br />
⃗D ‖ + 1 V<br />
b<br />
⃗D ‖<br />
∫<br />
(3.119)<br />
= 1 ε a<br />
⃗E α‖ + 1 V a V<br />
≈ (f a ε a + f b ε b )〈 ⃗E ‖ 〉 .<br />
b<br />
ε b<br />
⃗E b‖<br />
Esto nos dice que, <strong>en</strong> la escala apropiada, el campo eléctrico se relaciona con el<br />
de desplazami<strong>en</strong>to linealm<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> la forma<br />
〈 ⃗D〉 =<br />
(<br />
)<br />
ε a ε b<br />
(f a ε a + f b ε b )(ê x ê x + ê y ê y ) +<br />
ê z ê z 〈 ⃗E〉 . (3.120)<br />
f a ε b + f b ε a<br />
Ya que las compon<strong>en</strong>tes normales de ⃗B y las paralelas de ⃗H también son continuas<br />
y las relaciones <strong>en</strong>tre ellos son análogas a las de ⃗D y ⃗E <strong>en</strong> cada medio, también<br />
t<strong>en</strong>emos que<br />
〈 ⃗B〉 =<br />
(<br />
)<br />
µ a µ b<br />
(f a µ a + f b µ b )(ê x ê x + ê y ê y ) +<br />
ê z ê z 〈 ⃗H〉 . (3.121)<br />
f a µ b + f b µ a<br />
Es decir, de manera efectiva, este metamaterial es anisotrópico y uniaxial, y sus<br />
t<strong>en</strong>sores dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong> de las funciones de respuesta de los materiales que lo compon<strong>en</strong><br />
y la fracción ocupada por cada uno de ellos <strong>en</strong> la celda unitaria. Por supuesto, <strong>en</strong><br />
la celda unitaria podría haber una distribución difer<strong>en</strong>te a la mostrada <strong>en</strong> la gura,<br />
mi<strong>en</strong>tras que las láminas ocuparan <strong>en</strong> total la misma fracción.<br />
Además, por construcción este material ti<strong>en</strong>e su eje óptico alineado con la normal<br />
a la supercie, por lo cual podemos aplicar los resultados de la sección anterior<br />
<strong>en</strong> el rango adecuado de frecu<strong>en</strong>cias. También es posible obt<strong>en</strong>er un material con<br />
otra alineación del eje óptico con respecto a la normal, haci<strong>en</strong>do un corte recto<br />
de este material <strong>en</strong> la dirección apropiada, y cambiando con ello la interfaz.<br />
Esta construcción muestra que hay casos <strong>en</strong> donde, como se supuso de inicio,<br />
exist<strong>en</strong> materiales cuyos t<strong>en</strong>sores magnéticos y eléctricos son simultáneam<strong>en</strong>te<br />
diagonalizables, o, como se dijo antes, cuyos ejes ópticos magnético y eléctrico<br />
coincid<strong>en</strong>.
44 Refracción <strong>negativa</strong> <strong>en</strong> un metamaterial laminado<br />
3.9. Modelo de Drude<br />
El modelo de Drude es una aproximación clásica a la respuesta electrónica de<br />
un material. Supone que éste está formado por una colección de cargas idénticas<br />
q, distribuidas uniformem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el material, con una d<strong>en</strong>sidad n, sujetas a una<br />
fuerza que los manti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> él, alrededor de una posición de equilibrio (ubicada <strong>en</strong> ⃗0<br />
para cada carga, y con un coeci<strong>en</strong>te de restitución k) y a un campo eléctrico poco<br />
int<strong>en</strong>so. Supone además que el material ejerce una resist<strong>en</strong>cia de tipo viscosa a su<br />
movimi<strong>en</strong>to, con coeci<strong>en</strong>te b. Bajo tales hipótesis, la ecuación de movimi<strong>en</strong>to de<br />
una de estas cargas es<br />
La transformada de Fourier de esta ecuación es<br />
que se puede escribir también como<br />
m¨⃗r = −k⃗r − b ˙⃗r + q ⃗E . (3.122)<br />
− mω 2̂r = −k̂r + iωb̂r + qÊ (3.123)<br />
q̂r =<br />
q 2<br />
m<br />
k<br />
m − iω b m<br />
− ω2<br />
Ê . (3.124)<br />
El lado izquierdo es la transformada de Fourier del mom<strong>en</strong>to dipolar de esa carga<br />
con respecto a su posición de equilibrio. El mom<strong>en</strong>to dipolar total <strong>en</strong> un volum<strong>en</strong><br />
V de este material será el número de cargas N <strong>en</strong> tal volum<strong>en</strong> multiplicado<br />
por el mom<strong>en</strong>to individual, y la d<strong>en</strong>sidad de mom<strong>en</strong>to dipolar será a su vez esta<br />
cantidad dividida <strong>en</strong>tre dicho volum<strong>en</strong>. En promedio, t<strong>en</strong>dremos <strong>en</strong>tonces que la<br />
transformada de la d<strong>en</strong>sidad de mom<strong>en</strong>to dipolar será<br />
̂P = nq̂r =<br />
nq 2<br />
m<br />
k<br />
m − iω b m<br />
− ω2<br />
Ê . (3.125)<br />
Esta es una relación lineal <strong>en</strong>tre las transformadas de ⃗P y ⃗E, por lo que el coeci<strong>en</strong>te<br />
de proporcionalidad dividido <strong>en</strong>tre ε 0 es la transformada de la susceptibilidad<br />
eléctrica:<br />
̂χ e (ω) =<br />
nq 2<br />
mε 0<br />
k<br />
m − iω b m − , (3.126)<br />
ω2<br />
por lo cual la función dieléctrica de un material de Drude está dada por<br />
ε<br />
ε 0<br />
(ω) = 1 +<br />
nq 2<br />
mε 0<br />
k<br />
m − iω b m − . (3.127)<br />
ω2
3.10. METAMATERIAL METÁLICO-DIELÉCTRICO SIN DISIPACIÓN 45<br />
Usualm<strong>en</strong>te se le llama a la cantidad <strong>en</strong> el numerador la frecu<strong>en</strong>cia del plasma, y<br />
se d<strong>en</strong>ota por ω p ,<br />
√<br />
nq<br />
ω p =<br />
2<br />
, (3.128)<br />
mε 0<br />
y, <strong>en</strong> el modelo mecánico, ω 0 = √ k/m sería la frecu<strong>en</strong>cia natural de oscilación<br />
de las cargas. Por otro lado, m/b es el tiempo <strong>en</strong> el cual la amplitud inicial del<br />
movimi<strong>en</strong>to individual de cada carga decaería a 1/e <strong>en</strong> aus<strong>en</strong>cia de forzami<strong>en</strong>to.<br />
Este tiempo es a su vez una medida inversa de la capacidad disipadora del medio,<br />
pues, a mayor disipación, el decaimi<strong>en</strong>to es más veloz.<br />
Resulta natural utilizar la frecu<strong>en</strong>cia del plasma como unidad para este problema.<br />
D<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do Ω := ω/ω p , Ω 0 := ω 0 /ω p y τ := ω p b<br />
m<br />
, la función dieléctrica se<br />
puede expresar <strong>en</strong> la forma<br />
ε<br />
1<br />
(Ω) = 1 −<br />
ε 0 Ω 2 − Ω 2 0 + iΩ/τ (3.129)<br />
que dep<strong>en</strong>de del parámetro τ, que es una medida adim<strong>en</strong>sional del tiempo de<br />
decaimi<strong>en</strong>to y Ω 0 que es una medida adim<strong>en</strong>sional de la frecu<strong>en</strong>cia natural de<br />
oscilación de las cargas.<br />
En particular cuando se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> cargas libres (como los electrones libres <strong>en</strong> un<br />
metal), no hay fuerza de restauración que lo mant<strong>en</strong>ga alrededor de una posición<br />
de equilibrio, y Ω 0 = 0.<br />
3.10. Metamaterial metálico-dieléctrico sin disipación<br />
Utilizaremos el modelo de Drude y las propiedades efectivas del material laminado<br />
para construir un metamaterial sin actividad magnética <strong>en</strong> el que se pueda<br />
<strong>en</strong>contrar refracción <strong>negativa</strong>. Para ser consist<strong>en</strong>tes con la primera parte del texto,<br />
supondremos además que estamos <strong>en</strong> una región <strong>en</strong> donde la disipación del<br />
material es despreciable, es decir, <strong>en</strong> donde τ → ∞.<br />
Consideraremos <strong>en</strong>tonces una serie de capas de un metal de Drude con baja<br />
disipación, ocupando una fracción f a de la celda unitaria y un dieléctrico, que ocupa<br />
el resto de la celda, con una fracción f b y que <strong>en</strong> este rango de frecu<strong>en</strong>cias t<strong>en</strong>ga
46 Refracción <strong>negativa</strong> <strong>en</strong> un metamaterial laminado<br />
una función dieléctrica constante ε 0 (1 + χ d ). El t<strong>en</strong>sor dieléctrico efectivo de tal<br />
metamaterial es <strong>en</strong>tonces<br />
↔<br />
ε<br />
(Ω) =<br />
(f a<br />
(1 − 1 )<br />
)<br />
ε 0 Ω 2 + f b (1 + χ d ) (ê x ê x + ê y ê y )<br />
1 − 1 Ω<br />
+ (1 + χ d ) ( ) 2<br />
f b 1 −<br />
1<br />
z<br />
Ω + 2 fa (1 + χ d )êzê<br />
=<br />
(f a<br />
(1 − 1 ) )<br />
Ω 2 + f b g (ê x ê x + ê y ê y )<br />
(3.130)<br />
Ω 2 − 1<br />
+ (1 + χ d )<br />
f b (Ω 2 − 1) + f a (1 + χ d )Ω 2 êzê z .<br />
La permeabilidad (de manera exacta) será simplem<strong>en</strong>te la del vacío, dado que<br />
hemos supuesto que ambos materiales son no magnéticos.<br />
Tomando <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que f a + f b = 1, y llamando simplem<strong>en</strong>te f = f a , podemos<br />
expresar<br />
↔ ( ε<br />
(Ω) = 1 + χ d − f<br />
(χ d + 1 ))<br />
ε 0 Ω 2 (ê x ê x + ê y ê y )<br />
Ω 2 − 1<br />
+ (1 + χ d )<br />
Ω 2 (1 + f χ d ) + f − 1êzê z .<br />
(3.131)<br />
Como se espera, cuando f = 0, ↔ ε = ε 0 (1 + χ d ) ↔ I , y cuando f = 1, ↔ ε =<br />
ε 0 (1 − 1/Ω 2 ) ↔ I .<br />
Como estamos p<strong>en</strong>sando <strong>en</strong> un dieléctrico típico, supondremos χ d > 0. Recordemos<br />
que <strong>en</strong> estos medios la condición equival<strong>en</strong>te a la de refracción <strong>negativa</strong><br />
es ε ⊥ < 0 para el modo e y µ ⊥ < 0 para el modo m. Así, buscamos frecu<strong>en</strong>cias<br />
que, cumpli<strong>en</strong>do el requisito de baja disipación, satisfagan además que<br />
Ω 2 − 1<br />
Ω 2 (1 + f χ d ) + f − 1 < 0 . (3.132)<br />
Para frecu<strong>en</strong>cias mayores a la del plasma (Ω > 1), necesitamos que<br />
Ω 2 (1 + f χ d ) + f − 1 < 0<br />
√<br />
1 − f<br />
⇔ Ω <<br />
.<br />
1 + f χ d<br />
(3.133)<br />
Sin embargo, el número del lado derecho de la desigualdad es siempre m<strong>en</strong>or que<br />
1, por lo que esta condición nunca puede darse para frecu<strong>en</strong>cias mayores que la
3.10. METAMATERIAL METÁLICO-DIELÉCTRICO SIN DISIPACIÓN 47<br />
del plasma. Si, por el contrario, Ω < 1, <strong>en</strong>tonces la condición se vuelve<br />
√<br />
1 − f<br />
Ω ><br />
, (3.134)<br />
1 + f χ d<br />
es decir, <strong>en</strong> el rango de frecu<strong>en</strong>cias<br />
√<br />
)<br />
1 − f<br />
(ω p , ω p<br />
1 + f χ d<br />
(3.135)<br />
la compon<strong>en</strong>te ortogonal del t<strong>en</strong>sor dieléctrico será siempre <strong>negativa</strong>, y para todas<br />
esas frecu<strong>en</strong>cias habrá refracción <strong>negativa</strong> del modo e. Si <strong>en</strong> particular hacemos<br />
incidir luz con polarización p, veremos un único rayo refractándose <strong>en</strong> s<strong>en</strong>tido<br />
inverso al incid<strong>en</strong>te.<br />
En el límite <strong>en</strong> el que f → 1 (cuando sólo está el metal) naturalm<strong>en</strong>te este<br />
intervalo va desde 0 a ω p . Sin embargo, este material laminado pres<strong>en</strong>ta un<br />
comportami<strong>en</strong>to más rico que el metal puro, pues ti<strong>en</strong>e un parámetro fácilm<strong>en</strong>te<br />
manipulable (f ) que permite modicar el valor de ε, el rango <strong>en</strong> donde se obti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
sus valores negativos, y muy importante aum<strong>en</strong>tar la cantidad de luz que puede<br />
pasar cuando el metal ti<strong>en</strong>e algo de disipación.<br />
Ahora, la compon<strong>en</strong>te paralela del t<strong>en</strong>sor dieléctrico<br />
ε ‖<br />
= 1 + χ d − f<br />
(χ d + 1 )<br />
ε 0 Ω 2<br />
(3.136)<br />
es, dado que f < 1, siempre mayor que 1 − 1/Ω 2 , lo que nos dice que <strong>en</strong> este<br />
metamaterial las compon<strong>en</strong>tes ortogonal y paralela no pued<strong>en</strong> ser simultáneam<strong>en</strong>te<br />
<strong>negativa</strong>s, pues esta última cantidad sólo es <strong>negativa</strong> después de la frecu<strong>en</strong>cia del<br />
plasma.<br />
Por otro lado, el factor de anisotropía es<br />
a e (Ω) = ε ‖(Ω)<br />
ε ⊥ (Ω) = 1 + χ d − f (χ d + 1/Ω 2 )<br />
Ω<br />
(1 + χ d )<br />
2 −1<br />
Ω 2 (1+f χ d )+f −1<br />
, (3.137)<br />
que, <strong>en</strong> el límite <strong>en</strong> el que Ω → 1 se va a innito. Establecida una fracción del<br />
metal de Drude ocupada <strong>en</strong> la celda unitaria, siempre se puede escoger un rango<br />
de frecu<strong>en</strong>cias (antes de la del plasma) <strong>en</strong> donde la compon<strong>en</strong>te paralela del t<strong>en</strong>sor<br />
dieléctrico sea <strong>negativa</strong> y además el factor de anisotropía sea arbitrariam<strong>en</strong>te<br />
grande, por lo que <strong>en</strong> particular se puede obt<strong>en</strong>er el comportami<strong>en</strong>to de ángulo de<br />
refracción poco variable como función del incid<strong>en</strong>cia mostrado <strong>en</strong> (2.9).
48 Refracción <strong>negativa</strong> <strong>en</strong> un metamaterial laminado<br />
Otra manera de obt<strong>en</strong>er este límite, de forma exacta, es hacer ε l = 0. Para<br />
ello se requiere una fracción ocupada por el metal igual a<br />
f =<br />
1 + χ d<br />
1/Ω 2 + χ d<br />
. (3.138)<br />
Ya que f es un número m<strong>en</strong>or que 1, esto sólo puede pasar cuando Ω < 1. Es<br />
decir, dada una frecu<strong>en</strong>cia m<strong>en</strong>or que la del plasma, siempre se puede construir el<br />
metamaterial con una fracción ocupada por el metal tal que, para esa frecu<strong>en</strong>cia,<br />
el índice de refracción n ‖ sea nulo.
·4· Aplicación: colimador de<br />
luz difusa por refracción<br />
Consideremos un dispositivo como el de la gura (4.20), formado de un metamaterial<br />
con a α ≪ 0, y una onda plana incidi<strong>en</strong>do <strong>en</strong> el extremo izquierdo.<br />
Supondremos que las escalas del problema son tales que el límite de la óptica<br />
geométrica es válido. Como vimos <strong>en</strong> la sección de refracción, el vector de onda<br />
del modo α se refracta, si el ángulo de incid<strong>en</strong>cia es suci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te grande, <strong>en</strong> un<br />
ángulo muy cercano a arc s<strong>en</strong>(1/ √ −a α ) ≈ 1/ √ −a α . Como se puede ver, forma<br />
además un ángulo γ con la normal a la segunda supercie.<br />
γ<br />
γ<br />
Θ 2<br />
γ−Θ 2<br />
Θ 1<br />
Figura 4.20: Esquema del colimador<br />
El vector de Poynting, por su lado, se refracta a un ángulo cercano a π/2, por<br />
lo que el rayo refractado incide nuevam<strong>en</strong>te desde d<strong>en</strong>tro <strong>en</strong> la cara superior del
50 Aplicación: colimador de luz difusa por refracción<br />
triángulo. Al pasar la segunda supercie, el rayo ti<strong>en</strong>e un vector de Poynting que<br />
nuevam<strong>en</strong>te coincide con el vector de onda, y sale con un ángulo determinado por<br />
la Ley de Snell (2.105),<br />
M α (Θ a ) s<strong>en</strong>(θ 3 ) = s<strong>en</strong>(Θ a − γ) . (4.139)<br />
Exploraremos la posibilidad de asignar un valor adecuado a γ para que, <strong>en</strong> este<br />
límite, tal dispositivo sirva para colimar luz.<br />
En principio, una opción es escoger γ de manera tal que el ángulo de refracción<br />
tras la segunda reexión sea también γ,<br />
s<strong>en</strong>(γ) = (s<strong>en</strong>(Θ a ) cos(γ) − cos(Θ α ) s<strong>en</strong>(γ))/M α (Θ α )<br />
⇔<br />
s<strong>en</strong>(γ)<br />
s<strong>en</strong>(Θ a ) cos(γ) − cos(Θ α ) s<strong>en</strong>(γ) = 1<br />
M α (Θ α )<br />
⇔ s<strong>en</strong>(Θ α ) tan(γ) − cos(Θ a ) = M α (Θ α )<br />
⇔ tan(γ) = M α(Θ α )<br />
s<strong>en</strong>(Θ α ) + cot(Θ α) .<br />
(4.140)<br />
Sin embargo, <strong>en</strong> el límite <strong>en</strong> el que a α −→ −∞, t<strong>en</strong>emos que<br />
√<br />
M α (Θ α ) 1 +<br />
s<strong>en</strong>(Θ α ) = (aα − 1) s<strong>en</strong> 2 (Θ α ) 1<br />
=<br />
n s<strong>en</strong>(Θ α ) s<strong>en</strong>(θ 1 )<br />
, (4.141)<br />
es decir, aunque el ángulo formado por ⃗k α varía poco con θ 1 , el ángulo de salida<br />
tras la segunda interfaz vuelve a t<strong>en</strong>er una dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de éste, lo que hace poco<br />
viable este camino para el colimador.<br />
Una segunda opción consiste <strong>en</strong> observar que la reectancia <strong>en</strong> la segunda<br />
interfaz (2.115) puede anularse siempre que a α es negativo, cuando<br />
1 + a α tan(Θ α ) cot(γ) = 0 , (4.142)<br />
que justam<strong>en</strong>te se logra para un ángulo<br />
( ) ( )<br />
1<br />
1<br />
γ = arccot cot(Θ α ) ≈ arccot √ ≈ π −a α −aα 2 − √ 1 (4.143)<br />
−aα<br />
Sin embargo, al introducir este valor de γ <strong>en</strong> la ley de Snell, obt<strong>en</strong>emos reexión<br />
total para una gran parte de los ángulos, y, además, un dispositivo sumam<strong>en</strong>te<br />
alargado, que no es resulta muy práctico ni realizable.
Consideraremos una tercera opción, que es la de hacer γ tal, que la incid<strong>en</strong>cia<br />
sobre la segunda supercie sea normal, es decir γ = 1/ √ −a α . Esto garantiza<br />
que los rayos que <strong>en</strong>tran con Θ α = 1/ √ −a α se transmitan (estamos suponi<strong>en</strong>do<br />
n ∈ R) y además no se desví<strong>en</strong>. Ahora los rayos sal<strong>en</strong> con una ligera inclinación,<br />
así que colocamos un segundo dispositivo como <strong>en</strong> la gura (4.21), de un material<br />
isotrópico, de índice de refracción n 3 , con su extremo izquierdo separado una<br />
distancia d del correspondi<strong>en</strong>te al metamaterial anisotrópico, y con una altura<br />
extra a la de éste igual a B − d.<br />
d<br />
51<br />
b<br />
γ<br />
γ ′<br />
γ<br />
γ−Θ 2<br />
Θ 2 n 3<br />
B<br />
Figura 4.21: Agregamos un segundo dispositivo de un material isotrópico.<br />
Escogeremos el ángulo γ ′ de manera que el rayo salga horizontal de esta tercera<br />
interfaz, y no se desvíe <strong>en</strong> la cuarta. Esto implica que el ángulo de refracción sea<br />
justam<strong>en</strong>te γ ′ , por lo que la ley de Snell nos dice que<br />
o sea,<br />
n 1 s<strong>en</strong> (γ ′ − γ) = n 3 s<strong>en</strong>(γ ′ ) , (4.144)<br />
s<strong>en</strong>(γ ′ ) cos(γ) − cos(γ ′ ) s<strong>en</strong>(γ) = ∼ n 3 s<strong>en</strong>(γ ′ )<br />
(<br />
⇔ γ ′ cos(γ) − ∼ )<br />
n<br />
= arccot<br />
3<br />
.<br />
s<strong>en</strong>(γ)<br />
(4.145)<br />
Haremos además B =<br />
d tan(γ)+b<br />
1−tan(γ) tan(γ ′ )<br />
para garantizar que aún el rayo que salga<br />
más alto llegue al segundo dispositivo.
52 Aplicación: colimador de luz difusa por refracción<br />
Finalm<strong>en</strong>te, rotaremos este arreglo por un eje paralelo al eje óptico, que pase<br />
por el vértice derecho del triángulo. Obt<strong>en</strong>emos así simetría rotacional, de manera<br />
que, si sobre el extremo izquierdo del arreglo incide luz difusa, cualquier rayo<br />
incide sobre algún plano <strong>en</strong> el que está el eje óptico. El rayo se refracta d<strong>en</strong>tro del<br />
material anisotrópico <strong>en</strong> un ángulo cercano a 1/ √ −a α , y sale del prisma con el<br />
mismo ángulo. T<strong>en</strong>emos <strong>en</strong>tonces un conjunto de rayos que se abr<strong>en</strong> ligeram<strong>en</strong>te,<br />
aproximadam<strong>en</strong>te sobre la supercie de un cono y que son <strong>en</strong>derezados nalm<strong>en</strong>te<br />
por el segundo dispositivo.<br />
En el caso ideal t<strong>en</strong>emos un metamaterial con ↔ ε = ↔ µ, y un sólo rayo refractado<br />
d<strong>en</strong>tro de éste. Aún si esto no se puede lograr, este razonami<strong>en</strong>to es válido para el<br />
modo con a α ≪ 0. Si la luz difusa está polarizada <strong>en</strong> promedio 1/2 <strong>en</strong> polarización<br />
s y 1/2 <strong>en</strong> polarización p, lo dicho se aplicará para la mitad de la luz incid<strong>en</strong>te.<br />
Ahora, ¾cuál es la fracción F de la luz incid<strong>en</strong>te que colima este arreglo? Hay<br />
que tomar <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta, primero, que la luz no saldrá exactam<strong>en</strong>te al ángulo esperado;<br />
y segundo, que el paso por ambos medios le hará perder int<strong>en</strong>sidad.<br />
Para cuanticar esta fracción, estableceremos un nivel de precisión deseado <strong>en</strong><br />
el ángulo nal de salida: ∆θ. La fracción de luz colimada será <strong>en</strong>tonces la suma<br />
de la int<strong>en</strong>sidad de todos los rayos que sal<strong>en</strong> a m<strong>en</strong>os de este ángulo (medido<br />
con respecto a la normal del segundo triángulo), dividida <strong>en</strong>tre la suma de la<br />
int<strong>en</strong>sidad de todos los rayos incid<strong>en</strong>tes. Dada la simetría rotacional, este cálculo<br />
puede efectuarse <strong>en</strong> un corte plano como el de las guras anteriores, suponi<strong>en</strong>do<br />
una distribución homogénea de los rayos incid<strong>en</strong>tes.<br />
Se puede resolver la desigualdad que determina los ángulos de incid<strong>en</strong>cia para<br />
los cuales se cumple la precisión deseada tras el paso por el arreglo, sin embargo, la<br />
integral para obt<strong>en</strong>er las int<strong>en</strong>sidades dista mucho de ser trivial. Veremos algunos<br />
cálculos numéricos que muestran cómo se comporta la fracción F como función<br />
de a α para difer<strong>en</strong>tes valores de n y n ′ .<br />
Aunque <strong>en</strong> el límite de a α muy <strong>negativa</strong> se obti<strong>en</strong><strong>en</strong> los resultados de ángulo<br />
de refracción poco variable, para nes numéricos y de búsqueda de valores más<br />
realistas de a α (no sumam<strong>en</strong>te extremos), se utilizó como valor de γ el ángulo de<br />
refracción para una incid<strong>en</strong>cia rasante, aprovechando el hecho de la monotonía de<br />
Θ α . Para dicho rayo, el ángulo de salida es exactam<strong>en</strong>te 0 al nal del arreglo, por<br />
construcción.
Se realizó una integración numérica de la int<strong>en</strong>sidad sobre el intervalo [0, π/2],<br />
dividido <strong>en</strong> 1000 subintervalos iguales, estableci<strong>en</strong>do un valor de ∆θ de 1 grado,<br />
muestreando 100 valores de a α <strong>en</strong>tre −100 y −1. Los resultados se pued<strong>en</strong> ver<br />
<strong>en</strong> la gráca (4.22). Fracción de luz colimada (∆θ = 1 ◦ )<br />
0.4<br />
53<br />
0.3<br />
F<br />
0.2<br />
0.1 n ′<br />
1.5<br />
1.3<br />
1.1<br />
n<br />
1.0<br />
0.7<br />
0.5<br />
0.0<br />
−100 −75 −50 −25 0<br />
Figura 4.22: Resultados numéricos que muestran la fracción de luz colimada a 1<br />
grado por el arreglo propuesto, como función de la anisotropía del medio, suponi<strong>en</strong>do<br />
que los t<strong>en</strong>sores eléctrico y magnético son iguales (<strong>en</strong> otro caso, los valores<br />
son la mitad de lo mostrado). Se muestran para tres valores de n, cercanos a 1<br />
(<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes estilos de línea) y tres de n ′ , también cercanos, pero mayores (<strong>en</strong><br />
difer<strong>en</strong>tes colores).<br />
a<br />
Como podemos observar, el comportami<strong>en</strong>to de F es complicado, pero logra<br />
valores relativam<strong>en</strong>te grandes, aún para valores de a α no tan lejanos a −1. Es<br />
importante hacer notar que utilizamos valores de n y n ′ no muy lejanos de 1 para<br />
mostrar que, aún si no se ti<strong>en</strong>e mucho control sobre las compon<strong>en</strong>tes paralelas de
54 Aplicación: colimador de luz difusa por refracción<br />
los t<strong>en</strong>sores (como podría ser <strong>en</strong> el metamaterial laminado), se pued<strong>en</strong> obt<strong>en</strong>er<br />
resultados interesantes. Es destacable que para las curvas con n < 1 se observ<strong>en</strong><br />
máximos globales para valores no muy altos de a α ; <strong>en</strong> particular podemos<br />
m<strong>en</strong>cionar algunos detalles:<br />
Para n = 1.0 y n ′ = 1.1 hay un máximo local <strong>en</strong> a α = −12.55, con F =<br />
0.198, y el máximo global m<strong>en</strong>os negativo se alcanza <strong>en</strong> a α = −65.20,<br />
t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do un valor de F = 0.220.<br />
Para n = 0.7 y n ′ = 1.3 F crece abruptam<strong>en</strong>te desde cerca de 0 y alcanza<br />
muy rápidam<strong>en</strong>te un máximo local <strong>en</strong> a α = −6.00 con una fracción colimada<br />
de 0.245. El mayor valor lo alcanza <strong>en</strong> a α = −33.20, dando F = 0.276, no<br />
muy lejano del valor anterior.<br />
Para n = 0.5 y n ′ = 1.1, el máximo global, F = 0.397 se alcanza muy<br />
rápidam<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> a α = −13.9. Además, hay una fracción colimada mayor<br />
al 39 % desde −10.05 y hasta −15.90. Este caso se puede visualizar <strong>en</strong> la<br />
gura (4.27).<br />
El ángulo de salida <strong>en</strong> este caso es suci<strong>en</strong>te para que los rayos más alejados se<br />
separ<strong>en</strong> 1cm al recorrer una distancia de 57.3cm. También podemos observar, <strong>en</strong><br />
comparación, los mismos resultados si se requiere una precisión de medio grado,<br />
<strong>en</strong> la gráca (4.23), <strong>en</strong> cuyo caso t<strong>en</strong>dríamos una desviación máxima de 1cm<br />
tras 1.14m. Como podemos observar, la fracción de luz colimada no disminuye<br />
drásticam<strong>en</strong>te.<br />
Por supuesto, hace falta tomar <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta la pres<strong>en</strong>cia de disipación, pero estos<br />
resultados muestran los valores de F a los que se puede aspirar trabajando<br />
<strong>en</strong> regiones <strong>en</strong> donde la primera es baja. Además, el arreglo planteado ti<strong>en</strong>e la<br />
v<strong>en</strong>taja de que, <strong>en</strong> el límite <strong>en</strong> el que estamos trabajando, el primer dispositivo<br />
es muy delgado, disminuy<strong>en</strong>do así la posible at<strong>en</strong>uación. Veamos por último algunos<br />
diagramas de rayos de algunos casos particulares. Los rayos que se coliman<br />
d<strong>en</strong>tro de la precisión de 1 ◦ se muestran <strong>en</strong> verde, mi<strong>en</strong>tras que los que sal<strong>en</strong> de<br />
este rango están <strong>en</strong> amarillo. Se muestran 60 rayos, distribuidos uniformem<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> ángulo, y con los de m<strong>en</strong>or ángulo de incid<strong>en</strong>cia colocados más al c<strong>en</strong>tro del<br />
arreglo (para nes de visualización únicam<strong>en</strong>te). Los rayos están dibujados con la<br />
int<strong>en</strong>sidad correspondi<strong>en</strong>te.<br />
No está de más m<strong>en</strong>cionar que, un colimador usual de luz difusa, sólo selecciona
0.4<br />
Fracción de luz colimada (∆θ = 0.5 ◦ )<br />
55<br />
0.3<br />
F<br />
0.2<br />
0.1 n ′<br />
1.5<br />
1.3<br />
1.1<br />
n<br />
1.0<br />
0.7<br />
0.5<br />
0.0<br />
−100 −75 −50 −25 0<br />
Figura 4.23: Fracción de la luz colimada para los mismos valores de n y n ′ de la<br />
gráca (4.22) cuando la precisión deseada es de 0.5 ◦ .<br />
a<br />
los rayos d<strong>en</strong>tro de un cierto rango angular, de modo que, la cantidad total de luz<br />
colimada por ellos es de la precisión deseada (<strong>en</strong> grados) <strong>en</strong>tre 90. Esto hace que<br />
los colimadores t<strong>en</strong>gan eci<strong>en</strong>cias muy pobres, del ord<strong>en</strong> de 1 % ó m<strong>en</strong>os [18] 5 .<br />
5 También exist<strong>en</strong> colimadores ópticos, aunque su principio es colimar la luz prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te de<br />
fu<strong>en</strong>tes puntuales.
56 Aplicación: colimador de luz difusa por refracción<br />
Figura 4.24: Diagrama de rayos del colimador para a α = −7, n = 0.5, n ′ = 1.4.<br />
Se obti<strong>en</strong>e F ≈ 0.36.
Figura 4.25: Diagrama de rayos del colimador para a α = −30, n = 1.0, n ′ = 1.3.<br />
Se obti<strong>en</strong>e F ≈ 0.17.<br />
57
58 Aplicación: colimador de luz difusa por refracción<br />
Figura 4.26: Diagrama de rayos del colimador para a α = −41, n = 0.7, n ′ = 2.5.<br />
Se obti<strong>en</strong>e F ≈ 0.19.
Figura 4.27: Diagrama de rayos del colimador para a α = −11, n = 0.5, n ′ = 1.1.<br />
Se obti<strong>en</strong>e F ≈ 0.39. También podemos ver este caso, más alejados del colimador,<br />
<strong>en</strong> la gura (4.28), lo que nos da una idea de cómo <strong>en</strong>tra la luz difusa y cómo se<br />
v<strong>en</strong> los rayos refractados tras una mayor distancia.<br />
59
60 Aplicación: colimador de luz difusa por refracción<br />
Figura 4.28: Vista lejana del caso (4.27) (rotada 90 grados, el colimador está<br />
arriba y desde ahí incide luz difusa sobre éste).
·5· Resum<strong>en</strong> y conclusiones<br />
En este trabajo se analizaron las propiedades ópticas de un material anisotrópico<br />
uniaxial no disipador, caracterizado por compon<strong>en</strong>tes paralelas y ortogonales<br />
de los t<strong>en</strong>sores ↔ ε y ↔ µ, para valores arbitrarios de éstas. Se mostró que exist<strong>en</strong><br />
dos modos fundam<strong>en</strong>tales <strong>en</strong> el material que se comportan simétricam<strong>en</strong>te con<br />
respecto a los cambios de ⃗E por − ⃗H y ↔ ε por ↔ µ, y que como consecu<strong>en</strong>cia de la no<br />
ortogonalidad de los campos ⃗E y ⃗H con el vector de onda, el vector de Poynting<br />
<strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral no coincide con la dirección de éste, sino que es paralelo a<br />
⃗k + (a − 1)k x ê x (5.146)<br />
si<strong>en</strong>do a α el coci<strong>en</strong>te de las compon<strong>en</strong>tes paralela y ortogonal del t<strong>en</strong>sor eléctrico<br />
o magnético.<br />
Posteriorm<strong>en</strong>te se dedujeron las propiedades de refracción de dicho material<br />
cuando su eje óptico es la normal a la interfaz con un medio isotrópico usual. Se<br />
calcularon los ángulos formados por cada vector de onda con la normal, mant<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do<br />
la forma usual de la Ley de Snell<br />
s<strong>en</strong>(θ 1 ) = N(Θ 1 ) s<strong>en</strong>(Θ α ) (5.147)<br />
pero con un índice de refracción funcional, dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de las propiedades del<br />
medio y el ángulo de incid<strong>en</strong>cia, mostrando que <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral existe un ángulo crítico<br />
que, a difer<strong>en</strong>cia del caso usual, no requiere un índice de refracción relativo m<strong>en</strong>or a<br />
uno, y puede pres<strong>en</strong>tar refracción aún <strong>en</strong> el caso de índice de refracción imaginario.<br />
Para cada caso de polarización se calcularon los ángulos de refracción, los formados<br />
por el vector de Poynting y la normal, obt<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do nuevam<strong>en</strong>te la propiedad<br />
de simetría con respecto al intercambio m<strong>en</strong>cionado arriba. Se postularon las condiciones<br />
g<strong>en</strong>erales para la exist<strong>en</strong>cia de refracción <strong>negativa</strong>, y se mostró que <strong>en</strong> este
62 Resum<strong>en</strong> y conclusiones<br />
material correspond<strong>en</strong>, para cada modo, a una compon<strong>en</strong>te ortogonal <strong>negativa</strong> del<br />
t<strong>en</strong>sor respectivo. Esto repres<strong>en</strong>ta una difer<strong>en</strong>cia muy importante con respecto al<br />
caso isotrópico, <strong>en</strong> el que hay un compromiso <strong>en</strong>tre los signos de las propiedades<br />
del material. También se mostró que la condición que <strong>en</strong> aquellos materiales era<br />
equival<strong>en</strong>te a la de t<strong>en</strong>er refracción <strong>negativa</strong><br />
⃗S · ⃗k < 0 (5.148)<br />
no ti<strong>en</strong>e ninguna conexión con la misma propiedad <strong>en</strong> los materiales anisotrópicos,<br />
y que estos materiales, <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, no son ni izquierdos ni derechos, y, sin embargo,<br />
pued<strong>en</strong> pres<strong>en</strong>tar este tipo de refracción.<br />
También se analizaron las propiedades de reexión y transmisión de la luz. Se<br />
<strong>en</strong>contró que se preserva el hecho de reexión total a partir del ángulo crítico y se<br />
establecieron las condiciones de cambio de fase. Se mostró que <strong>en</strong> ambas polarizaciones<br />
siempre se puede <strong>en</strong>contrar un ángulo de Brewster para valores establecidos<br />
de alguno de los t<strong>en</strong>sores ↔ ε y ↔ µ, y se mostró que hay valores de las propiedades del<br />
material que hac<strong>en</strong> que el coeci<strong>en</strong>te de reexión sean indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes del ángulo<br />
de incid<strong>en</strong>cia, y que <strong>en</strong> particular se puede hacer que los coeci<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ambas<br />
polarizaciones sean cero, dando lugar a un material antirreejante.<br />
Se evid<strong>en</strong>ció también que, <strong>en</strong> el caso de polarización mixta, el vector de Poynting<br />
no es aditivo, a difer<strong>en</strong>cia del caso isotrópico, y que esto da lugar a un patrón<br />
de interfer<strong>en</strong>cia que varía <strong>en</strong> la dirección del eje óptico.<br />
Asimismo, se analizó un metamaterial laminado, formado por capas de un<br />
dieléctrico y un metal de Drude, que <strong>en</strong> el límite de la teoría del medio efectivo<br />
es un material anisotrópico uniaxial. Se mostró que, si<strong>en</strong>do este un metamaterial<br />
sin actividad magnética, puede pres<strong>en</strong>tar refracción <strong>negativa</strong>, y se <strong>en</strong>contraron los<br />
rangos de frecu<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> donde esto puede suceder. También se mostró que exist<strong>en</strong><br />
rangos de frecu<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> los cuales el metamaterial posee los comportami<strong>en</strong>tos de<br />
ángulo de refracción constante como función del de incid<strong>en</strong>cia. Sin buscar incluir<br />
los detalles más realistas, este ejemplo int<strong>en</strong>ta mostrar de una manera s<strong>en</strong>cilla,<br />
que es posible construir materiales anisotrópicos <strong>en</strong> los cuales aplicar el estudio<br />
realizado.<br />
Finalm<strong>en</strong>te, se aprovecharon los resultados calculados para proponer la construcción<br />
de un arreglo óptico que ti<strong>en</strong>e el efecto de colimar luz difusa <strong>en</strong> altas<br />
proporciones, y con una geometría sumam<strong>en</strong>te s<strong>en</strong>cilla.
Bibliografía<br />
[1] K. R. Ramanathan et al. Optical anisotropy of inorganic gaseous compounds. Philosophical Magazine,<br />
1:491496, 1926.<br />
[2] John Lekner. Reection and refraction by uniaxial crystals. J. Phys.: Cond<strong>en</strong>s. Matter, 3:61216133,<br />
1991.<br />
[3] V. G. Veselago. The electrodynamics of substances with simultaneously negative values of ε and µ.<br />
Soviet Physics Uspekhi, 10, 1968.<br />
[4] J. B. P<strong>en</strong>dry, A.J. Hold<strong>en</strong>, D.J. Robbins, and W.J. Stewart. Magnetism from conductors and <strong>en</strong>hanced<br />
nonlinear ph<strong>en</strong>om<strong>en</strong>a. IEEE Transactions on microwave theory and techniques, 47(11), 1999.<br />
[5] Nader Engheta and Richard W. Ziolkowski. Metamaterials: Physics and Engineering Explorations. Wiley<br />
& Sons, 2006.<br />
[6] Saïd Zouhdi, Ari Sihvola, and Alexei P. Vinogradov. Metamaterials and Plasmonics: Fundam<strong>en</strong>tals,<br />
Modelling, Applications. Springer-Verlag, 2008.<br />
[7] David R. Smith. What are Electromagnetic Metamaterials? http://people.ee.duke.edu/~drsmith/<br />
about_metamaterials.html, 2009.<br />
[8] L.D. Landau and E.M Lifshitz. Electrodynamics of Continuous Media. Pergamon Press, 1984.<br />
[9] D.R. Smith and D. Schurig. Electromagnetic wave propagation in media with ind<strong>en</strong>ite permittivity and<br />
permeability t<strong>en</strong>sors. Physical Review Letters, 90(077405), 2003.<br />
[10] Liangbin Hu and S. T. Chui. Characteristics of electromagnetic wave propagation in uniaxially anisotropic<br />
left-handed materials. Physical Review Letters, 66(085108), 2002.<br />
[11] Robyn Wangberg Justin Elser and, Viktor A. Podolskiy, and Evg<strong>en</strong>ii E. Narimanov. Nanowire metamaterials<br />
with extreme optical anisotropy. Applied Physics Letters, 89(261102), 2006.<br />
[12] Ulf Leonhardt and Thomas G Philbin. G<strong>en</strong>eral relativity in electrical <strong>en</strong>gineering. New Journal of Physics,<br />
8, 2006.<br />
[13] M. Brédov, V. Rumiántsev, and I. Toptiguin. Electrodinámica clásica. Editorial Mir, 1986.<br />
[14] J. David Jackson. Classical electrodynamics. John Wiley & Sons, 1999.<br />
[15] M. Born and E. Wolf. Principles of optics. Pergamon Press, 1985.<br />
[16] Carlos Prieto López. Disipación y transporte de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> materiales con refracción <strong>negativa</strong>. (Tesis de<br />
lic<strong>en</strong>ciatura, Facultad de Ci<strong>en</strong>cias, <strong>UNAM</strong>), 2009.
66 BIBLIOGRAFÍA<br />
[17] Martin Klein Kreisler. Propiedades electromagnéticas de heteroestructuras laminadas. (Tesis de lic<strong>en</strong>ciatura,<br />
Facultad de Ci<strong>en</strong>cias, <strong>UNAM</strong>), 1987.<br />
[18] James A. Sor<strong>en</strong>son and Michael E. Phelps. Physics in nuclear medicine. W.B. Saunders Company, 2003.