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GUERRA ESPIRITUAL<br />
La defensiva cristiana<br />
la expresión utilizada en el Nuevo Testamento en griego para<br />
indicar una relación entre los demonios y las personas, no es<br />
muy afortunada, si no es que no está garantizada. Obtuvimos<br />
la palabra demonio al transliterar la palabra griega daimon.<br />
Deberíamos haber hecho lo mismo con la palabra griega<br />
daimonizomai -una forma verbal de la misma raíz griega-o<br />
Vendría a ser en español "demonizar", y entonces podríamos<br />
hablar del grado en el que una persona puede estar "demonizada"<br />
en lugar de estar limitados a la opción de una cosa u<br />
otra que es impuesta por el concepto poseído o no poseído.<br />
Mi estudio y mi experiencia me han convencido de que un<br />
cristiano puede ser atacado por los demonios y puede estar<br />
afectado mentalmente y algunas veces físicamente a niveles<br />
importantes, pero esto no constituye posesión o propiedad.<br />
Me doy cuenta de que estos términos son definidos de una<br />
manera diferente por diferentes personas, pero la "posesión"<br />
espiritual implica claramente propiedad, y parecería incluir el<br />
control del destino eterno de uno. En cualquier caso sería<br />
imposible ser pertenencia y estar bajo el control de Satanás y<br />
tener una relación de salvación con Cristo al mismo tiempo.<br />
Así que si la pregunta es, "¿Puede un cristiano estar poseído<br />
por un demonio?" la respuesta claramente es no.<br />
Razones para que existan ataques<br />
sobre los cristianos<br />
Una pregunta previa que debería hacerse es: ¿Por qué un<br />
demonio quiere atacar a un cristiano si sabe que el Cristo que<br />
mora en él convierte a la persona en un contrincante superior<br />
para tal demonio (ver Romanos 8:35-37); la Juan 4:4)? La<br />
respuesta obvia, es para impedir que el cristiano crea y actúe<br />
en esa verdad. Pero hay muchas otras razones para que los<br />
demonios también se centren en los creyentes.<br />
Al hablar de la caída de Satanás, indicamos que sus celos<br />
hacia nosotros como corona de la creación de Dios pudo<br />
haber jugado algún papel en su continua rebelión en contra<br />
de Dios. Sea verdad esto o no, es una buena razón para que<br />
ahora él nos odie. Puede ser útil en este momento ver otras<br />
razones para que Satanás odie a los creyentes.<br />
La más obvia de éstas es que hemos sido creados a la<br />
imagen de Dios. Esto nos une a Dios de una manera muy<br />
singular. Satanás pensó que había destruido esta unión al<br />
hacer que Adán y Eva siguieran sus sugerencias de que al<br />
desobedecer a Dios de alguna manera serían como Dios. La<br />
simiente del humanismo fue plantada justo en el Jardín del<br />
Edén. Sin embargo, Dios no quedó contento como para dejar<br />
que ese proceso siguiera sin ningún desafío. De inmediato Él<br />
proveyó el medio de reconciliación a través del "...Cordero<br />
que fue inmolado desde el principio del mundo" (Apocalipsis<br />
13:8) y por lo tanto, Él es nuestro hacedor tanto por la<br />
creación como por la recreación. Pedro nos dice que, "Como<br />
todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han<br />
sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de<br />
aquel que nos llamó por su gloria y excelencia". Y a través de<br />
su propia gloria y excelencia "...nos ha dado preciosas y<br />
grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser<br />
participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la<br />
corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia"<br />
(2 a Pedro 1:3, 4, itálicas añadidas por el autor). Esta<br />
participación de la "naturaleza divina" es suficiente razón<br />
para que Satanás tenga celos de nosotros.<br />
Ya hemos mencionado que en Efesios 1 Pablo utiliza la<br />
figura de la adopción para hablar de nuestra relación con el<br />
Señor. Esto también tiene que enfurecer a Satanás. La idea de<br />
que hemos dejado a su familia y sido adoptados en la familia<br />
de Dios es una afrenta obvia hacia él. Por la virtud de tal<br />
adopción, nos convertimos en herederos de Dios. Pablo es<br />
muy explícito en Romanos 8: 17, y también ora específicamente<br />
que los cristianos de Éfeso conozcan ".. .la herencia<br />
en los santos..." de Dios (Efesios 1:18). Aunque eso tiene<br />
implicaciones para la próxima vida, ciertamente también<br />
tiene importantes implicaciones para esta vida. A Satanás le<br />
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