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—Eso es porque todas las toxinas que le ponen a esas cosas te hacen<br />

efecto.<br />

—Y como dije, creo que nos deberíamos de parar en Skippy’s .<br />

—Yo ya cené pasta.<br />

—La pasta no te llena.<br />

—La pasta claro que te llena.<br />

—Sí, pero no de la manera en la que la mostaza y los condimentos lo<br />

hacen —. Argumentó Vee.<br />

Quince minutos después estábamos saliendo del estacionamiento de<br />

Skippy’s con dos Hot—Dogs a la parrilla, un paquete de papas a la francesa, y<br />

dos malteadas de fresa.<br />

—Odio ésta clase de comida —, sintiendo la grasa que se escurría del<br />

Hot—Dog en mi mano. —No es saludable.<br />

—Tampoco una relación con Patch, pero eso no te detuvo, ¿Cierto<br />

No respondí.<br />

Un cuarto de milla antes del complejo de Scott, Vee detuvo el auto. El<br />

mayor problema que teníamos era el lugar donde nos habíamos estacionado, a<br />

un lado de la carretera. La carretera Deacon terminaba justamente fuera del<br />

complejo, y Vee y yo estábamos estacionadas a un lado del paso, en cuanto<br />

Scott saliera manejando de su casa, y viera a Vee sentada en su auto, sabría que<br />

algo estaba sucediendo. No me había preocupado que reconociera su voz por<br />

teléfono, pero me preocupaba que sí reconociera su rostro. Nos había visto<br />

juntas en más de una ocasión e inclusive nos había visto acosándolo en el Neon.<br />

Ella era culpable por asociación.<br />

—Vas a tener que salirte de la carretera y estacionarte detrás de esos<br />

arbustos —. Le dije<br />

Vee se asomó, observando los arbustos y el hoyo que yo había señalado<br />

segundos antes. —¿Es acaso una zanja lo que veo entre mi auto y los arbustos<br />

—No está muy profunda, créeme, podemos hacerlo.<br />

—Pues para mí se ve profundo. Esto es un Neon, no una Hummer.<br />

—El Neon no pesa demasiado. Si se atasca me bajaré y empujaré.<br />

Vee encendió el auto y manejó hasta la zanja. En cuanto bajó el sonido de<br />

ramas y hojas pegando contra la parte baja del auto no se hizo esperar.<br />

—Más g—gasolina —. Dije y mis dientes rechinaron en cuanto rebotamos<br />

por la zona empedrada. El auto se inclinó hacia adelante y las llantas delanteras<br />

azotaron contra algo, pegando con el fondo.<br />

—No creo que vayamos a lograrlo —. Dijo Vee mientras bombeaba más<br />

gasolina al Neon. Las llantas se movieron pero no encontraron tracción. —<br />

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