21.01.2015 Views

o_19c73vr83oumeue1pn31i8f1nrfa.pdf

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

–Muéstrame.<br />

Mientras caminábamos por la pasarela, ordené quedarme calmada el<br />

tiempo suficiente para pensar en mi siguiente movimiento. ¿Podría correr No,<br />

Scott me atraparía. ¿Me podía esconder en uno de los baños de señoras” No,<br />

definitivamente no. Scott no era tímido y no tendría problema alguno en entrar<br />

si eso significaba obtener lo que él quería. Yo seguía con mi celular, sin<br />

embargo. En el baño de damas podía llamar al detective Basso.<br />

–En éste –dije, señalando a uno de los bloques de hormigón. La entrada al<br />

servicio de damas estaba en línea recta, por un pasillo inclinado de cemento con<br />

el baño de hombres a la vuelta.<br />

Scott me sujetó por los hombros y me sacudió.<br />

–No me mientas. Ellos me matarán si lo pierdo. Si me estás mintiendo,<br />

te…–se detuvo pero sabía que era lo que estaba por decir. Si me estás mintiendo,<br />

te mataré.<br />

–Está en el baño –asentí, más para convencerme de que podía hacer eso<br />

que para asegurarle–. Iré por él. Y entonces me dejarás en paz, ¿no<br />

En vez de responderme, Scott extendió una mano, llamándome la<br />

atención.<br />

–Tu celular.<br />

Mi corazón tartamudeó. Viendo que no me quedaba de otra, saqué mi<br />

celular y se lo di. Mi mano tembló ligeramente pero reafirmé mi agarre en él,<br />

negándome a darle a saber que tenía un plan o simplemente que él me lo había<br />

hecho trizas.<br />

–Tienes un minuto. No hagas nada estúpido.<br />

Dentro del baño, hice un inventario rápido. Cinco lavabos contra la pared<br />

y cinco cubículos en el lado opuesto. Dos chicas universitarias estaban por los<br />

lavabos con una capa de burbujas cubriéndoles las manos. Había una pequeña<br />

ventana en la pared más ventana y estaba abierta. Sin perder más tiempo, puse<br />

mi pie en el último lavabo y me impulsé para pararme. La ventana estaba a la<br />

altura de mis codos ahora y mientras no hubiera una pantalla que me<br />

obstruyera la salida, iba a ser una lucha para atravesarla. Podía sentir los ojos<br />

de todas en mi pero los ignoré y me impulsé en la cornisa, apenas dándome<br />

cuenta del popó de pájaro o de las telarañas.<br />

Cuando me empujé por el cristal abierto, se cayó al suelo afuera con un<br />

repiqueteo. Contuve el aliento, pensando que Scott lo había escuchado pero las<br />

multitudes en los alrededores habían amortiguado el ruido. Aplastando mi<br />

estómago contra el marco de la ventana, levanté mi pierna izquierda,<br />

www.LeerLibrosOnline.net

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!