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Z es de un solo piso, con una ventana de cristal que ofrecía una vista hacia<br />

adentro del billar y bar. Basura y hierbas decoran el exterior.<br />

Dos hombres, de cabeza afeitada y aretes, estaban fumando en la acera,<br />

justo enfrente de la puerta principal.<br />

Tiraron sus cigarrillos al suelo y entraron al billar.<br />

Scott se estacionó en un espacio vacío cerca de la puerta.<br />

—Voy a correr un par de cuadras para ver si encuentro un cajero<br />

automático —dijo mientras apagaba el motor.<br />

Miré detenidamente el letrero que colgaba en la ventana del billar. El salón<br />

de billar Z. El nombre cosquilleó algo en mi memoria.<br />

—¿Por qué este lugar me parece familiar —pregunté.<br />

—Hace un par de semanas un chico se desangró en una de las mesas. Fue<br />

una pelea en la barra. Salió en todas las noticias— Oh.<br />

—Iré contigo —Me ofrecí rápidamente.<br />

Se bajó del auto y lo seguí.<br />

—Nah —Dijo a través de la lluvia— Te empaparás, espera adentro,<br />

volveré en 10 minutos.<br />

Sin darme tiempo de decir algo más, se encogió de hombros frente a la<br />

lluvia, puso sus manos en los bolsillos y comenzó a trotar calle abajo.<br />

Limpié la lluvia de mi rostro y me paré debajo del edificio, mientras<br />

sopesaba mis opciones. Podría ir adentro sola, o podría esperar aquí afuera a<br />

Scott. No habían pasado ni cinco segundos cuando mi piel comenzó a picar.<br />

Junto a la acera pasaba un poco de tráfico, no estaba completamente desolado<br />

aquí. Aquellos que estaban bajo la lluvia usaban camisas de franela y botas de<br />

trabajo. Se veían más grandes, fuertes y rudos que el hombre que merodeaba la<br />

calle principal. Unos cuantos me miraban mientras pasaban. Miré hacia la<br />

dirección en que Scott se había ido y lo vi rodear los edificios y desaparecer en<br />

un callejón. Lo primero que pensé fue que tendría dificultades para encontrar<br />

un cajero automático en el callejón al lado del billar. Después pensé que quizás<br />

me había mentido y no estaba buscando un cajero. Pero entonces ¿qué estaba<br />

haciendo en un callejón bajo la lluvia Quería seguirlo, pero no sabía cómo<br />

hacer para evitar que me viera. Lo último que necesitaba era que él me atrapara<br />

espiándolo de nuevo. Eso seguro no promovería la confianza entre nosotros.<br />

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