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–Si vamos a las ventas de último, habremos aumentado nuestro apetito.<br />

Siempre como más cuando he trabajado con mi apetito.<br />

No me importaba dónde empezáramos. Yo sólo estaba aquí para<br />

distraerme por unas horas. Revisé mi celular pero no tenía ninguna llamada<br />

perdida. ¿Qué tanto le tomaba al detective Basso devolver una llamada ¿Le<br />

había pasado algo Tenía un nubarrón negro colgando en el fondo de mi mente<br />

y no me gustaba cómo me hacía sentirme incómoda.<br />

–Te ves pálida –dijo Vee.<br />

–Te lo dije: no me siento bien.<br />

–Eso es porque no has comido lo suficiente. Siéntate, iré por algo de<br />

algodón de azúcar y hot dogs. Sólo piensa en toda esa salsa y mostaza. No sé tú<br />

pero ya puedo sentir mi cabeza aclararse y mi pulso calmarse.<br />

–No tengo hambre, Vee.<br />

–Por supuesto que tienes hambre. Todos tienen hambre. Por eso es que<br />

tenemos todos estos puestos –antes de que pudiera detenerla, ella se adentró en<br />

la multitud.<br />

Estaba paseándome, esperando a Vee, cuando mi celular sonó. Detective<br />

Basso fue el nombre que apareció en la pantalla.<br />

–Por fin –respiré, abriendo el celular.<br />

–Nora, ¿dónde estás –él dijo en el momento en el que contesté. El estaba<br />

hablando rápido y podía decir que estaba molesto –Scott escapó. Se largó.<br />

Tenemos a la patrulla entera buscándolo pero quiero que te quedes fuera de su<br />

camino. Voy a recogerte hasta que esto termine. Estoy en camino a tu casa<br />

ahora mismo.<br />

Mi garganta se cerró, dificultando el poder articular palabras.<br />

–¿Qué ¿Cómo pudo escapar<br />

El detective Basso dudó antes de responder.<br />

–Él dobló las barras de su celda.<br />

Por supuesto que lo había hecho. Él era un Nefilim. Hace dos meses había<br />

visto a Chauncey destrozar mi celular con un mero apretón de su mano. No<br />

parecía ser demasiado surrealista para imaginarlo. Scott usando su fuerza<br />

Nefilim para escaparse de la cárcel.<br />

–No estoy en casa –dije–. Estoy en el parque de diversiones Delphic.<br />

Sin haber querido hacerlo, ubiqué mis ojos en la multitud, buscando a<br />

Scott. Pero no había manera de que él supiera que yo estaba aquí. Después de<br />

escaparse de la cárcel, él probablemente habría ido directamente a mi casa,<br />

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