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las voces que hay que oir<br />
contexto cuerdo, posiblemente acabe actuando cuerdamente,<br />
si se le da el tiempo suficiente. Ya que la realidad social<br />
siempre es más poderosa que la realidad interna individual.<br />
Y en este acompañamiento, cuando la “locura particular” se<br />
convierte en la “locura de todos”, los profesionales del grupo<br />
de terapia multifamiliar aparecen como un individuo más del<br />
grupo, un instrumento posibilitador y creativo, permitiendo<br />
nuestra desmitificación y desapareciendo la función terapéutica<br />
persecutoria. Y permitiendo además que con el tiempo<br />
las personas con trastorno mental grave y sus familias asuman<br />
funciones coterapéuticas.<br />
De este modo se crea un espacio multirelacional, interpersonal,<br />
porque al fin y al cabo todos somos hijos y/o padres<br />
que pertenecemos a familias y portamos etiquetas: hijo con<br />
esquizofrenia, padres con hijo esquizofrénico, psiquiatra, psicólogo,<br />
trabajador social de salud mental. Etiquetas que, en<br />
el espacio de grupo, quedan a la puerta.<br />
En estos grupos el proceso terapéutico es a largo plazo, pudiendo<br />
permitir la reestructuración, re-definición y acomodación<br />
individual, intra-familiar y contextual a otro modo y calidad<br />
de vida. Y surgiendo distintos niveles; nivel individual, nivel<br />
intra-familiar, nivel intra-grupal y nivel contextual.<br />
Inicio de la experiencia del grupo de terapia multifamiliar<br />
en AFEMA<br />
Esta nueva forma de entender y trabajar con personas con<br />
trastorno mental grave y sus familias, me creó la necesidad,<br />
incluso la obligación, de dar a conocer en mi lugar de trabajo,<br />
Asociación para Familiares y Enfermos Mentales de Alicante,<br />
esta herramienta tan poderosa. Empecé a visitar otros grupos<br />
de terapia multifamiliar en Barcelona y Madrid, a incorporar<br />
a compañeros a mis visitas a los grupos de terapia multifamiliar<br />
conducidos por Javier Sempere en Elche, y por fin, con la<br />
colaboración de dos de ellos, presenté un proyecto a la Junta<br />
Directiva de la asociación y empezamos este viaje hacia lo<br />
relacional y vincular con el otro.<br />
Asumimos este reto desde la emoción, la incertidumbre y, también,<br />
el miedo. Desde mediados de octubre, una vez a la semana,<br />
todos los miércoles a la misma hora, 17.30, un grupo de personas,<br />
familias, usuarios, allegados y profesionales entramos en un<br />
espacio común, dejando fuera etiquetas, diagnósticos y prejuicios,<br />
desde un encuadre abierto y espontáneo, y intercambiamos<br />
vivencias, emociones, relatos, pensamientos, y experiencias.<br />
He aquí algunas de las consecuencias del grupo:<br />
LAS FAMILIAS<br />
Empiezan a concienzarse de las dificultades reales<br />
de su familiar<br />
Se interesan por el modo de pensar de sus familiares<br />
Disminuyen el discurso de culpa y acusación<br />
Empiezan a hablar de si mismos.<br />
Desarrollan empatía<br />
Y junto a las familias, usuarios y allegados nos encontramos<br />
el equipo conductor, compuesto por dos psicólogos y una<br />
trabajadora social con la simple y a la vez compleja tarea<br />
de: Reducir el exceso de intervención de los profesionales;<br />
Velar por el respeto y fomentar un clima de confianza;<br />
Promover la identificación de cada miembro a través de las<br />
vivencias particulares emergentes en cada sesión; Potenciar<br />
el pensamiento ampliado; Situarnos en la horizontalidad,<br />
donde todos tengamos el mismo protagonismo.<br />
Cuando el equipo conductor supo de la petición de este<br />
artículo no pudimos evitar la tentación de preguntar su<br />
opinión a los participantes del grupos de terapia multifamiliar<br />
de AFEMA. Éstos resaltaron la experiencia positiva de poder<br />
LOS HIJOS<br />
Empiezan a sentirse menos solos y únicos en el<br />
sufrimiento<br />
Se vuelven más conscientes de los conflictos y<br />
dificultades de la familia<br />
Se sienten menos culpables<br />
Tienen menos miedo a decir NO<br />
Se vuelven más espontáneos y empáticos con ellos<br />
mismos<br />
compartir con otros sus vidas en un espacio donde el<br />
terapeuta no es más que un facilitador del diálogo; dijeron<br />
que para ellos es un mundo nuevo de aprendizaje, en el que<br />
se exponen y aprenden a través de los ojos de los demás,<br />
donde son ayudados y comprendidos como iguales, donde<br />
pueden ser vistos desde diferentes puntos: profesionales,<br />
padres, hermanos, amigos y donde descubren que no hay<br />
barreras, que los problemas muchas veces son comunes y<br />
compartidos y que la enfermedad mental no está tan lejos ni<br />
es tan diferente a cualquier otro problema.<br />
“Hasta que lo leones tengan sus propios historiadores, las<br />
historias de caza siempre glorificarán al cazador” (Igbo,<br />
Nigeria)<br />
MYS 36<br />
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