MYS36.pdf?utm_content=bufferd7d8a&utm_medium=social&utm_source=twitter
MYS36.pdf?utm_content=bufferd7d8a&utm_medium=social&utm_source=twitter
MYS36.pdf?utm_content=bufferd7d8a&utm_medium=social&utm_source=twitter
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
las voces que hay que oir<br />
el escritofrénico<br />
DE RAUL VELASCO<br />
Tomás L. Corominas<br />
Sapiens Demens<br />
Mente escrita, escritora, escribidora; mente que escribe, escritor<br />
de la mente, sobre la propia mente y sobre la ajena, sobre<br />
la escritura como locura y como medicina para el pensamiento;<br />
escritor escindido, esquizofrénico, etiquetado como tal…<br />
Recuerdo que cuando empecé a leer la novela -el ensayo<br />
novelado, el tratado- de Raúl enseguida me sentí identificado<br />
con esa cotidianeidad de Marcos, desde que sale de su<br />
internamiento forzoso, con la inquietud, al principio, de no<br />
saber por dónde tirar, ni cómo, ni si hay con quién, a medida<br />
que va transcurriendo su vida tras el huracán, pero aún sin la<br />
calma. Como tan bien tantos sabemos… Ese joven, Marcos,<br />
desorientado en proceso de reorientación sirve a Raúl como<br />
sólido vehículo en que trasladarnos su reflexión sobre los problemas<br />
de volverse loco y también sobre las respuestas que<br />
cada uno da o las soluciones que busca, sobre los encuentros<br />
y desencuentros de quienes hemos vivido situaciones<br />
así. Pero es al mismo tiempo reflexión sobre un mundo con<br />
cuyas enfermedades, al verlas hacerse carne en nosotros, ese<br />
mismo mundo nos nombra. En parte para desentenderse de<br />
nosotros pero, a la postre, de sí mismo.<br />
Sobre ese paisaje yermo y ante tan contaminado paisanaje,<br />
invadido por simplificaciones, culpabilizaciones, excusas cruzadas<br />
y, sobre todo, desbordante de ignorancia en todas sus<br />
formas posibles, subtitula Raúl su “Tratado sobre la curación<br />
de la psicosis” para dar donde sabe que más hay para dar.<br />
Cuando la mayoría de los supuestos expertos en esto aún no<br />
se plantean reflexionar dos segundos seguidos en tal osadía,<br />
plantear la propia idea de Psiquiatría (‘curación del alma’,<br />
según su etimología) parecería una utopía muy poco viable. Y<br />
sin embargo, precisamente al margen de la psicofarmacología<br />
oficial y sus orejeras, cada día es más visible ese horizonte,<br />
cada vez más personas encontramos la escapada incluso<br />
después de haber acatado durante años la imposición inercial<br />
masiva ‘por si acaso’ de las camisas de fuerza químicas y sus<br />
efectos indeseados, aceptados resignadamente no sólo por la<br />
certeza falaz que la opinión cientifista del reduccionismo biologuero<br />
ha instalado en nuestra cultura, también por nuestra<br />
propia ignorancia acerca de los derechos que nos asisten,<br />
incluido el de tomar nuestras propias decisiones en relación<br />
al tratamiento que debemos recibir. Teniendo en cuenta la<br />
fase pañalesca en que está todo esto, el verdadero trabajo<br />
del médico o del equipo<br />
correspondiente<br />
–como el que forman<br />
para Marcos sus veteranos<br />
amigos Miguel<br />
e Inés- ha de consistir<br />
necesariamente en<br />
generar confianza y<br />
proporcionar simple información real sobre ensayos, errores<br />
y aciertos, opciones y posibles inconvenientes para que cada<br />
persona elija entre todas la o las que mejor se adapten a<br />
ella. No al revés. Sólo así se podrá encontrar el abordaje que<br />
desde el protagonismo de la propia vida se considere más<br />
oportuno pues, haciéndolo propio, se podrá seguir con claro<br />
convencimiento.<br />
Para que despierte la responsabilidad que lleva a la libertad<br />
y poder tomar las riendas de la propia vida, nada tan valioso<br />
como un entorno que favorezca la autonomía e infunda esa<br />
imprescindible confianza. La esencia del loco es su estar solo,<br />
aislado de un mundo ciego a su mirada, incapaz de comprender<br />
y ponerse en su lugar. Se sea o no consciente, en la<br />
riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad nada<br />
acerca y une tanto como las experiencias comunes, mejor<br />
cuanto más extremas y, también, cuanto más comunicables.<br />
Por eso ninguna herramienta, técnica o conocimiento tiene<br />
ni tendrá jamás la potencialidad del apoyo que proporcionan<br />
los que son como tú. Encontrar a otros suficientemente de<br />
tu lado, lo bastante semejantes para sentirte comprendido y<br />
comprender el sentir del otro es, por sí mismo, liberador.<br />
Tenemos, tantísimos amigos y amigas semejantes, muchísimo<br />
existido, muchísimo que compartir y, poco a poco, la inmensa<br />
fortuna de poder contarlo, algunos con tanto acierto y alcance<br />
como Raúl. No sólo para anunciar que una vez más la Vida<br />
se supera, también para mostrar el orgullo de haber estado<br />
allí, para presumir por nosotros y por todas nuestras compañeras<br />
y compañeros. Por quienes con tanta prisa dejaron<br />
cadáveres bonitos tanto como por las actuales renqueantes,<br />
resistentes y también deleitantes que cada día mejor saben<br />
que es posible volver a vivir con tanta y mayor plenitud que<br />
toda la perdida. Que también nuestro día llega. Y que no ha<br />
de estar lejos.<br />
MYS 36<br />
49