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las voces que hay que oir<br />
patológico, exhibicionismo) o normales (duelo prolongado,<br />
trastornos del deseo sexual, disfunción orgásmica femenina)<br />
están incluidos en las clasificaciones psiquiátricas. Otros,<br />
como la homosexualidad, fue considerada durante muchos<br />
años una enfermedad mental, tratada con métodos, que en<br />
la actualidad nos parecen totalmente reprobables, y no fue<br />
eliminada de los sistemas de clasificación como enfermedad<br />
mental hasta 1980. Este inmenso error de la psiquiatría,<br />
al clasificar como enfermedad mental una situación que<br />
simplemente no era aceptable para la sociedad, pone en<br />
evidencia la fragilidad de sus diagnósticos<br />
La transexualidad como diagnóstico psiquiátrico<br />
Curiosamente, en el mismo año en que desaparece la<br />
homosexualidad en la clasificación de enfermedades mentales,<br />
se incluye la transexualidad. El término transexual fue<br />
introducido en 1923 por Magnus Hierschfeld, diferenciándolo<br />
del travestismo. Denominaba así a las personas que sentían<br />
la necesidad de modificar sus cuerpos hacia el sexo distinto<br />
al que expresaban sus genitales. Y es Harry Benjamin,<br />
endocrinólogo, quién en 1948 a petición de Alfred Kinsey,<br />
sexólogo, inicia el primer tratamiento con hormonas<br />
femeninas de un joven que expresa la necesidad de vivir<br />
como mujer; junto al psiquiatra John Alden, la electrologista<br />
Martha Foss en San Francisco y el cirujano plástico José Jesús<br />
Barbosa en Tijuana, atendió a varias centenas de pacientes<br />
con necesidades semejantes.<br />
En 1979 un grupo de profesionales de distintas disciplinas,<br />
establecen el primer protocolo de atención a las personas<br />
transexuales: El Standards of Care de la reasignación<br />
sexual hormonal y quirúrgica de las personas con disforia<br />
de género. En este protocolo son los profesionales de<br />
salud mental, psicólogos y psiquiatras, los que evaluarán a<br />
las personas que manifiesten el deseo de pertenecer al sexo<br />
contrario al que indican sus genitales y sólo si cumplen una<br />
serie de requisitos podrán acceder al tratamiento hormonal o<br />
a una posterior cirugía. Y establecen, en aquel momento, las<br />
condiciones necesarias para iniciar un tratamiento hormonal<br />
hacía el género con el que se identifican. Para ello es imprescindible:<br />
1-El testimonio de algunos familiares y amigos, que<br />
“certifiquen” que la persona que necesita este tratamiento,<br />
siente una incomodidad persistente con su anatomía sexual.<br />
2- La persona debe manifestar su deseo de “deshacerse” de<br />
sus genitales, exigencia que no va a desaparecer de las<br />
siguientes ediciones de este manual, hasta el año 1998.<br />
3- Una relación psicoterapéutica de unos 3 a 6 meses de<br />
duración con un psicólogo o psiquiatra que emitirá el<br />
diagnóstico, si lo considera oportuno, tras la valoración de<br />
la persona.<br />
4- Un certificado diagnóstico de transexualismo, emitido<br />
por un psicólogo o psiquiatra y dirigido al endocrinólogo,<br />
responsable de iniciar el tratamiento hormonal o al cirujano,<br />
responsable de realizar la cirugía de reasignación de sexo.<br />
5- La última condición previa a la hormonación (que no<br />
puede dejar de pensarse como una vuelta de tuerca,<br />
absolutamente perversa en el imaginario de psicólogos y<br />
psiquiatras) exigen a la persona, con caracteres sexuales<br />
masculinos, que tenga el valor de vivir un mínimo de tres<br />
meses, vistiéndose, comportándose y visibilizándose como<br />
mujer, y a la persona con caracteres sexuales femeninos,<br />
vistiéndose, comportándose y visibilizándose como hombre.<br />
Se harán nuevas versiones de este protocolo en los años<br />
1978, 1980, 1981, 1990 con muy pocas variaciones en los<br />
requisitos previos a la hormonación de cambio de sexo. Es<br />
en el año 1980 cuando se incluye la transexualidad como<br />
diagnóstico de enfermedad mental en el DSM (Clasificación<br />
de Enfermedades Mentales) y persiste en la actualidad, a pesar<br />
de las reivindicaciones de la personas transexuales sobre<br />
su retirada, especialmente a partir del año 2007, con el movimiento<br />
internacional STP 2012 (Stop Transpatologization).<br />
En la nueva versión de 1998 se modifica el título, que aparece<br />
como Standards of Care para las personas con trastornos<br />
de identidad de género. Elimina el requisito de<br />
que la persona exprese la necesidad de deshacerse de sus<br />
genitales. Añade que se ha de verificar la autenticidad del<br />
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