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los mapuches - Folklore Tradiciones

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detiene y luego baja, para caer en el punto que ha fijado Ceferino. Los aplausoslo saludan como a un héroe.Mejor que GardelApenas llegado Ceferino al colegio-imaginemos un niño de 11 años-,siempre lo hacían cantar para divertirseel estribillo de la canzonetta "Funiculífuniculá", que él había adaptado así:¡Fulí fu//, fulí fuiá!¡Viva el podre Gherro y Namuncurá!La cantaba saltando al ritmo de sucan tito, que era un testimonio de su cariñoa este padre Gherra que menciona.Dicen que tenía una linda voz de soprano,y así recibe el segundo premio encanto en 1900 y el primero en 1901.Lo curioso es que evidentementesuperaba a un compañero suyo destinadoa convertirse en un mito cantor: elZorzal criollo. Car<strong>los</strong> Gardel tenía algúnaño menos que Ceferino, y <strong>los</strong> dos pagabanla cuota de pobres en el colegioSan Car<strong>los</strong> (Gardel pagaba incluso menosque Ceferino). Pero bueno, mientrasque abundan <strong>los</strong> testimonios sobreLas cualidades vocales de Ceferino -queinterpretaba incluso fragmentos deRossini-, ni una sola mención a las deGardel hay en <strong>los</strong> registros salesianos.Otro día, no resiste la tentaciónde tomarle prestado sin avisoel petiso al vasco lechero queproveía todos <strong>los</strong> días al colegio.El lechero bajó <strong>los</strong> dos tarros ydejó el animal en el patio; Ceferinode un salto montó sobre él, saliócampo afuera por el portón y enderezóhacia el sur por el caminoque conducía a las chacras. Luegode un rato regresó a todo lo quedaba y entró en el patio, sofrenógallardamente, se apeó de un salto,y entregándole las riendas a sudueño le dijo que disculpara, perohacía mucho que no montaba y latentación lo había vencido...Pero además de estas cuestionespintorescas, su condiciónle acarreaba no pocas humillaciones,palabras ofensivas como "salí,indio", "déjame lugar, negro", loherían más de una vez sin que élcontestara con nada. Un compañerollegó incluso a preguntarle quégusto tenía la carne humana. Así lonarra este mismo:Namuncurá, profundamente sorprendido por mi pregunta, instantáneamentese calló, me miró, inclinó su hermosa frente, y unas lágrimas brillaron en susgrandes ojos negros... Nunca pude olvidar mi pregunta ni la impresión querecibió Ceferino..."Tenía ya un profundo sentimiento religioso -como lo tiene el indígena engeneral-, que <strong>los</strong> salesianos inclinaron hacia la fe cristiana. En ella Ceferinohalló consuelo y alegría.U Lirio de la PatagoniaCeferino fue "la bella esperanza demisiones salesianas de la Patagonia".apasionado fervor que el cristianismo^spertó en un indiecito -un "salvaje","infiel"-, que llamaba la atención de[dos por su candor y nobleza extraor-Inarios, significaba para <strong>los</strong> padres unrlunfo de su misión salvadora de almas.De no haber sido por su ingreso alcolegio de <strong>los</strong> salesianos, nadie hubierasido sin duda para la posteridad CeferinoNamuncurá. Morales hubiera seguidosiendo en la ranchada de su viejo padre.Lo que no sabemos es cuál de <strong>los</strong> dosdestinos hubiera sido el mejor. En el colegio,al que ingresa con la esperanza deeducarse y llegar a ser alguien para <strong>los</strong>suyos, él empieza a encontrar un camino,para lo que recibe toda la contención yel apoyo de sus educadores, que ciertamente lo querían y cuidaban mucho.Pero también, en principio al menos, Ceferino era tratado con tanta consideraciónporque se trataba de un príncipe araucano -imagínense, nieto deCalfucurá e hijo de Namuncurá-, y este trato considerado formaba parte dela lucha de <strong>los</strong> vencedores por ganar<strong>los</strong> para la vida "civilizada".En cuanto a <strong>los</strong> salesianos, ciertamente contuvieron muchos desmanes yatropel<strong>los</strong> al mapuche vencido, pero no hay que olvidar que colaboraron consu sometimiento y algo quizás más tremendo: lo arrancaron de su religión yde su cultura para imponerle el catolicismo. (La orden fundada enTurín porDon Bosco había desembarcado en el país en 1875 y estuvo muy ligada a loque fue la Conquista del Desierto. La sociedad entre la cruz y la espada no eraciertamente nueva por estos lares, sino que campeaba desde el mismísimo"Descubrimiento de América".) A Ceferino se lo apropiaron -como dijimos,significaba un trofeo para la orden salesiana.lo que podía la fuerza de la misióny su eficiencia catequística-, pero también es cierto que lo amaron hasta ladevoción y lo cuidaron todo lo que pudieron.de manera que es difícil medirel bien y el mal que puedan haberle hecho.11 Valga el pasaje para aclarar que <strong>los</strong> <strong>mapuches</strong> ni siquiera practicaron nunca sacrificios humanos,como sí hacían otros pueb<strong>los</strong> americanos ordinariamente considerados en un estadio de evoluciónsuperior.

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