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LOS CATOLICOS EN LA VIDA PUBLICA - Camino Neocatecumenal

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- Que no sólo deberán evaluarse los fines perseguidos por cada grupo, sino también losmedios propuestos (121).Con respecto a la colaboración personal conviene recordar que para ganar eficacia hacefalta asociarse. Lógicamente, será necesario optar por aquellos grupos cuyos fines y mediosestén más de acuerdo con las convicciones propias (73 y 121) y además estar dispuesto adisentir siempre que se separen de ellas (74 y 78-81).Es posible optar por tres tipos de asociación:1. Organizaciones estrictamente civiles (128)Existe un patrimonio común de valores suficientemente grande como para que creyentes y nocreyentes podamos colaborar en muchos programas (64-71).2. Organizaciones de inspiración cristiana (129-137)Si cualquiera puede promover asociaciones, no se ve por qué los cristianos habrían de seruna excepción (129-130).Desde una perspectiva eclesial tampoco habría nada que oponer -sino más bien todo locontrario (136)- con tal de que:- Dichas organizaciones no deformen la concepción cristiana de la vida defendiendosolamente una parte de ella (134).- Acepten que, por existir un legítimo pluralismo de opciones temporales, no deben utilizarel nombre de “católico” (132, 169 y 167) ni pretender que todos sus correligionariostengan que integrarse en su organización (76 y 143).- No excluyan a quienes, sin ser creyentes, compartan el programa de la organización(135).Posibles campos para estas organizaciones serían el de la educación y cultura (150-158). elde la familia (159-162), el profesional (163-166), político (167-171), etc.3. Organizaciones confesionales (138-146)Son más que las simples organizaciones de inspiración cristiana, porque de alguna formaimplican a la Iglesia (139). De hecho, la autoridad eclesiástica les permite utilizar el nombre de“católicas” (142).Ciertamente, una sociedad demográfica nada puede objetar a que la Iglesia, como cualquierotro grupo social, promueva las asociaciones que le parezca (141 y 148); pero es la Iglesiamisma quien, sabiéndose implicada por ellas, debe actuar con cautela (144-146).Excluyendo, desde luego, los partidos políticos, sindicatos, etc., el nombre de “católico”debería reservarse para las obras educativas o asistenciales promovidas por la autoridad dela Iglesia, las congregaciones religiosas y las asociaciones de fieles canónicamenteconstituidas (147-149).PREGUNTAS1. El Documento episcopal recuerda que cabe un legítimo pluralismo de opciones temporalesentre los católicos; y, ciertamente, ese pluralismo se da en la práctica, pero los estudios69

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