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Más real y cercano a la memoria colectiva, el conflicto bélico
por Malvinas dejó un acontecimiento histórico inevitable
que se reflejó en canciones de la época que permanecen
imborrables en el inconsciente colectivo. Abrevando en la
cultura musical de la época, profundamente influenciada
por una actitud de resistencia al régimen, fueron muchas las
canciones que surgieron retratando el momento sangriento
o luego como reflexión de posguerra. Temas como “Reina
Madre” de Raúl Porchetto, “No bombardeen Buenos Aires”
de Charly García y “La isla de la buena memoria” de
Alejandro Lerner fueron la respuesta inmediata del rock
nacional al conflicto.
La canción de Alejandro Lerner fue uno de esos temas que
terminó convirtiéndose en un himno de resistencia a la dictadura
militar, infaltable en aquellos conciertos que ya se habían
convertido en reuniones de protesta contra el régimen.
Lerner era en aquellos años de plomo un juvenil compositor
e intérprete que, luego de participar en varias bandas, había
sorprendido gratamente con su álbum debut solista Alejandro
Lerner y La Magia, lanzado en 1982. Ese mismo año, fue una
de las grandes atracciones del festival B.A. Rock y en 1983 se
consagraría definitivamente con el disco Todo a pulmón, donde
incluiría “La isla de la buena memoria”.
Desde que llegué a la isla no tengo con quién hablar.
Somos miles los unidos por la misma soledad.
Creo que hace mucho frío por acá;
hay más miedos como el mío en la ciudad.
Ya se escuchan los disparos entre muerte y libertad,
cae mi cuerpo agujereado, ya no podré cantar más.
La guerra de Malvinas continuó siendo inspiración para muchos
artistas locales e internacionales, especialmente en los
años de posguerra. Con el tiempo surgieron otros enfoques
del conflicto como el del grupo Attaque 77, que en 1994 reivindica
a los ex combatientes como héroes y también como
víctimas del régimen militar con su tema “2 de abril”, incluido
en su quinto disco de estudio titulado Amén!
Los músicos británicos también hicieron escuchar su voz sobre
la guerra. La legendaria banda The Clash editó en 1982
su álbum Combat Rock, cuyo título aludía al conflicto. También
Pink Floyd dio su particular visión de la guerra en el álbum
The Final Cut, el último con Roger Waters. Grabado
en 1983, el álbum es una corrosiva crítica antibélica en la que
también se mencionan las secuelas económicas del conflicto y
el suicidio de los ex combatientes británicos
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* Periodista. Fue integrante del staff de la mítica revista Pelo. Actualmente forma
parte del Departamento de Promoción de Warner Music.