Q60

Entrevista
tres
327
CUADERNOS
UNA CÁPSULA
DEL TIEMPO
Hijo de Torcuato Di Tella y referencia incontestable a la hora de hablar de documental en Argentina,
ANDRÉS DI TELLA recurre al Found Foutage y a una puesta metafórica para llevar a la pantalla grande el
último intento de Ricardo Piglia por abordar sus diarios personales, el resultado: 327 cuadernos.
Un diario cinematográfico sobre la lectura de un diario literario
POR Esteban Ulrich
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–¿Cómo surge la idea de la película? El proyecto surge a
partir de Ricardo Piglia... Yo lo conozco hace treinta años,
hicimos otra película en el 85, sobre Macedonio Fernández,
y hace un tiempo veníamos con la idea de hacer algo.
Charlando con él, cuando estaba en Estados Unidos pero ya
por volver a la Argentina definitivamente, me contó que tenía
eso pendiente, revisar sus diarios. Era algo que venía postergando,
cosa de la que habla un poco en la película... Entonces
surgió la idea de hacer algo sobre el diario como género. Le
propuse filmar la lectura del diario y me dijo que le gustaba la
idea porque le venía bien, siempre que lo había intentado antes,
no había podido continuar, le resultó demasiado difícil...
–Sí, usted lo define como “el diario de la lectura de un
diario”... Esa era la idea. Entonces yo hacía un poco las dos
cosas, de alguna manera hacía el diario que quería hacer pero
lo hacía un poco por interpósita persona. En el fondo, los
documentales son un poco así, las personas que se convierten
en un personaje en un documental, en una película, son ellos
mismos y, al mismo tiempo, se convierten en un símbolo de
otra cosa, en una metáfora. Creo que si uno hace una película
sobre alguien como Ricardo Piglia, que tiene su imaginario
bien definido, también le agrega algo a los propios intereses.
Quizás tanto o más que los del propio Ricardo, porque estoy
seguro de que esta no es la película que él hubiera hecho a
partir de los diarios.
–Técnicamente resulta interesante la utilización de
ciertos recursos y materiales que no tienen que ver
necesariamente con el sujeto, con Ricardo y su historia,
sino más bien con el género del Found Footage, el uso
de materiales audiovisuales encontrados de diversos
orígenes que se ven resignificados por su incorporación
en el montaje... A mí me pareció que los diarios, entre otras
cosas, eran un poco como una cápsula de tiempo, en el sentido
de que aparecían ahí cosas que el propio Ricardo había