Gerencia y modernización de la Administración Pública en el Perú

para el saneamiento de los terrenos ha sido levantada y organizada por cada municipalidad porque
no habían tenido reformas centrales. Otro ejemplo es el sector salud, pues cada uno de los gobiernos
regionales trata de desarrollar su sistema de salud pese a que son 25 regiones que necesitan lo mismo, y
lo mismo pasa concretamente con los hospitales. En suma, es necesario reflexionar acerca de la capacidad
de esta institucionalidad para identificar algunos elementos que puedan ser centralmente desarrollados
o promovidos, con miras a economías de escala. Sin institucionalidad será muy difícil implementar
reformas y ello constituye una tarea para el próximo gobierno.
Juan Carlos Cortés
Presidente Ejecutivo de SERVIR
Un primer punto de discusión es la necesidad de cambiar la relación Estado
ciudadano y Estado empresa. Generar mecanismos de confianza con los
ciudadanos es sustancial para que toda persona que vaya a una entidad sienta
que va a recibir un buen trato y un resultado, dos elementos que no funcionan
solos. Esto significa actuar en varios terrenos: accionar los mecanismos de
comunicación con el ciudadano, cambiar la cultura de la institución, generar
niveles de articulación entre las diferentes instituciones; de allí que la confianza se percibirá tanto en la
mejora como en la implementación de reformas de suma importancia.
Un segundo punto es que los servicios del Estado tienen que estar presentes, ser oportunos, de calidad
y con ciertas características. El problema es que en varios sitios del país no existen y debe hacerse un
mapeo para así tener claridad sobre qué servicios se tienen que brindar a los ciudadanos. A ello hay
que añadir que en un país tan pluricultural y pluriétnico las personas deben ser atendidas en su idioma
materno. Eso no significa necesariamente contratar
más personas, sino asumir la posición del otro,
reconociendo su integridad, y vale aclarar, que
actualmente se está plasmando un trabajo bastante
fuerte y complicado en cuanto al reconocimiento
de esa diversidad.
Un tercer punto es el error de la generalización. Más
que del Estado como un todo, es mejor segmentar
dentro de él, puesto que algunas entidades han
avanzado de manera radical a favor del ciudadano,
mientras que otras han quedado anquilosadas, sin
hacer mayores cambios; de ese modo se tendrán
soluciones concretas a situaciones concretas. No
es lo mismo una municipalidad en la sierra que
una municipalidad en la costa; ambas proveen
servicios distintos, y por ello es importante conocer
qué quiere la ciudadanía en cada lugar.
“Los servicios del Estado
tienen que estar presentes,
ser oportunos, de calidad y
con ciertas características.
El problema es que en varios
sitios del país no existen
y debe hacerse un mapeo
para así tener claridad sobre
qué servicios se tienen que
brindar a los ciudadanos”.
Respecto a la situación actual, no debe partirse del diagnóstico de que no se ha hecho nada. Por
ejemplo, el caso del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC) es de una proactividad
absoluta: hace muchos años, pese a todos los problemas encarados, se compraron lanchas para ir hacia
el ciudadano y ello resultó vital para la entrega del Documento Nacional de Identidad (DNI) a lugares
complicados como la selva peruana. Sin embargo, se estaba reconociendo su ciudadanía. Hay otras
instituciones que han avanzado de manera radical en el tema de procesos, como la Oficina Nacional
de Procesos Electorales (ONPE) y la Oficina de Normalización Previsional (ONP), e incluso avanzar
en la promoción de la Ley del Servicio Civil sería crucial para recoger una mirada general en cuanto a
dicha cuestión, lo que permitirá brindar mejores servicios. En la ley se establece justamente esta mirada,
disponiendo además que al finalizar una etapa, en la siguiente tiene que existir un documento que
garantice y señale las mejoras del compromiso con la ciudadanía.
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