Gerencia y modernización de la Administración Pública en el Perú

30 | Gerencia y Modernización de la Administración Pública en el Perú
Un tema adicional es que nos falta medir, investigar
y tener un mejor conocimiento de la realidad
nacional. No estamos investigando y un grave
problema es la falta de información sobre las
municipalidades, lo que ha conducido a la toma de
decisiones erróneas. No se sabe exactamente qué
está pasando en muchas de ellas, pues nada menos
que 900 disponen de menos de 20 servidores. Por lo
tanto, pretender que cumplan con todo lo normado
por el Estado, es imposible.
Tampoco basta la imitación, sino una adecuada
replicabilidad. Para ello se necesita que cierto
personal de determinadas entidades públicas se
dirijan a otras entidades, a aquellas que tienen
buenas prácticas, a realizar pasantías. El Estado
debe comenzar a moverse más, pues no se trata
de un tema de empleabilidad, sino un tema de
“Hay un problema de visión
del país: cada sector mira
lo suyo y no el horizonte
nacional; es decir, no hay
una mirada global, sino una
particular, porque cada quien
cree que su sector, región o
municipalidad es la única que
va a funcionar”.
replicar las acciones o procesos del modo adecuado, para lo cual se necesita una decisión política.
Y quizá ello incida en las capacidades, tomando en cuenta el serio problema de competencias en los
empleados públicos, sobre todo en la innovación, una aptitud realmente escasa, tanto entre aquellos
que ya trabajan bastante tiempo en el Estado, como entre los jóvenes que ingresan. Así, hay que
apelar a diversas competencias como la innovación, la articulación, el trabajo en equipo, y otras, que
es justamente la idea de SERVIR en cuanto a la exploración de capacidades, que en realidad son los
beneficios generales del Servicio Civil. Sobre dicha base se trabajará, siempre bajo la consigna que
para materializar un cambio cultural, es indispensable la mejora en capacidades y competencias.
Por último, no deben descartarse de una discusión otros temas concretos como la importancia de la
tecnología, los perfiles de los servidores que se necesitan, y los directivos como agentes del cambio
en las instituciones, siempre considerándolos como un punto medio entre los servidores y los
funcionarios políticos.
Carolina Gibú
Secretaria Ejecutiva de Ciudadanos al Día
Existe un optimismo general –y en especial de mi parte- para construir el
país que el Perú quiere y necesita, en donde los ciudadanos sean plenos
ciudadanos, lo cual puede plasmarse en el mismo sector público, en el sector
social y en el sector académico, siempre construyendo sobre la base de lo
avanzado. Después de haberse citado a Max Weber, sería bueno citar también
a Henry Mintzberg, con relación a las instituciones orgánicas, que forman
el conjunto que compone al Estado. Todas las instituciones irradian y gestionan ciudadanía. Los
servidores públicos no solamente trabajan en sus instituciones ejecutando sus funciones dentro del
marco normativo administrativo, sino que promueven, gestionan y enseñan ciudadanía, y pueden
incidir en ella porque son los que conocen mejor el funcionamiento de los procesos. Sin embargo,
eso no significa que los funcionarios públicos hagan bien su trabajo, tengan el mejor servicio de
atención al ciudadano y después, en casa, perpetren acciones indebidas como robar cables o pagar
sobornos. Por ello, el nivel de legalidad del país es aún demasiado bajo para poder entrar a la OCDE.
La evolución del Perú en el Reporte del World Economic Forum muestró que la legalidad está cada
vez peor, lo que implica un problema a solucionar, y eso se hace construyendo ciudadanía. Un buen
funcionario público en su institución debe serlo porque más adelante podría presentarse a otra
organización estatal como demandante del servicio, y allí él mismo se percatará si existe respeto,
equidad, no discriminación, y todo lo que significa ser un ciudadano democrático.