Gerencia y modernización de la Administración Pública en el Perú

20 | Gerencia y Modernización de la Administración Pública en el Perú
“Existen instituciones
públicas que otorgan
bienes y servicios, y por
otro lado, existen los
ciudadanos, produciéndose
un intercambio. En ese
intercambio se espera que
los bienes y servicios se
entreguen en tiempos
adecuados, con costos y
procesos óptimos, y que
finalmente se cuente con un
producto, que es en última
instancia lo principal del acto
de intercambio”.
de inclusión es importante para entender por qué
cualquier esfuerzo novedoso, impulsivo, innovador
o tecnológico, eleva el nivel de experiencia, pero no
soluciona el nivel de satisfacción.
Dejando las recomendaciones para la siguiente
rueda, es importante de todos modos hacer
hincapié en el tema de equidad, el mismo que se
seguirá escuchando en Lima y en todo el país
durante los próximos 15 años. La inequidad debe
reducirse y así lo afirman los objetivos de desarrollo
sostenible. Empero, por encima de todo debe
tenerse claro cuál es el concepto de inequidad, para
lo cual citaremos algunos ejemplos. Por ejemplo una
ventanilla discriminadora por idioma, que bloquea
el acceso, y acrecienta el nivel de insatisfacción. Una
ventanilla que no está preparada para la diversidad
de la ciudadanía, tanto para la geográfica como
la cultural, no dotada de diferentes matices, no
podrá expresar cabalmente la riqueza de nuestro
país. En estos últimos años se ha dado un debate
sobre si se debe crecer para incluir, o sobre si se
requiere crecer económicamente para tener mejores
tecnologías, servicios y los presupuestos que todas
las instituciones quieren, o si por el contrario,
se revierte la balanza y se decide incluir para
crecer. Esto último significaría que instituciones
como RENIEC, que piensan en llegar a los más
necesitados y de menos recursos, generen ciudadanía y esa imagen de respeto entre las dos personas que
interactúan en la ventanilla pública. Y que baste un ejemplo para finalizar. Imaginando una ventanilla
de migraciones en Estados Unidos y en el Perú, sin importar cuál sea la ciudadanía, luego de muchas
horas en el avión, el pasajero arriba a las ventanillas donde lo esperan unas colas inmensas. Empero,
en Estados Unidos nadie se queja del funcionario público que atiende, en tanto en la ventanilla de
Lima muy pronto los peruanos comienzan a apurar al empleado, hasta que al poco rato todos imitan
las quejas y gritan también. He allí la ausencia de ese sentido de respeto hacia el otro, y la exigencia de
trabajar un tema de derechos, equidad y respeto como parte de la agenda.
César Alvarez
Profesor e Investigador de CENTRUM Católica
Comenzando por el final de esta primera pregunta, tenemos una administración
pública diseñada en los años setenta frente a un contexto internacional que hoy
día ha cambiado. Dado que se desea que esa administración pública mejore,
con atención oportuna y cálida a los usuarios que no son sino ciudadanos en un
contexto diferente, lo que se plantea es una cuestión de base: nunca se corrige un
error con otro error. Pensando estrictamente en soluciones, el horizonte actual
ha quedado reducido a seis meses con un Gobierno cuyo lapso está terminando y no tiene capital
político para poder realizar ninguna reforma o poder plantear soluciones; está intentando cerrar lo
mejor posible y se espera que el gobierno que ingrese disponga de un capital político con el cual sí se
pueda iniciar un auténtico proceso de transformación.
Frente a ello hay dos soluciones, una de corto plazo y otra de largo plazo. El nuevo Gobierno tendría
que trabajar de forma concertada sin importar su procedencia política e ideológica: en el corto plazo ya
se han revisado planteamientos e iniciativas sumamente valiosas, como el aspecto de la cultura y las