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FORMA

EGO-8

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Alter ego /N EGOCIAR<br />

W Si planteas la cuestión buscando beneficios<br />

para ambas partes es más fácil conseguir el<br />

objetivo. “Hay veces que este win/win puede<br />

plantearse en términos de cómo ganar más y<br />

en otras ocasiones será en términos de cómo<br />

perder menos”, recuerda Marta Ruiz. Una<br />

buena forma de ganar siempre es realizando<br />

un doble listado: identificar en primer lugar<br />

nuestro objetivo directo y a continuación<br />

plantearse dos, tres o cuatro alternativas que<br />

puedan resultarnos también interesantes.<br />

De manera que en función de la respuesta<br />

que obtengamos, planteemos una u otra<br />

alternativa. Imaginemos, por ejemplo, que<br />

estás negociando el destino de las vacaciones<br />

con tu pareja. Uno quiere ir a la playa<br />

y el otro a la montaña. El interés directo es<br />

el descanso. El interés secundario puede ser<br />

la necesidad de desconexión, aire libre,<br />

un tiempo juntos… Y en función de esas<br />

necesidades secundarias pueden surgir otras<br />

alternativas que os satisfagan a los dos:<br />

un viaje exótico, una ciudad desconocida…<br />

Se trata de establecer un óptimo y<br />

un mínimo sobre los que estés dispuesto<br />

a trabajar y en función de ellos negociar.<br />

5. CON UN POCO DE ASERTIVIDAD<br />

Porque yo lo valgo<br />

¿Por qué decir sí cuando quieres decir no?<br />

Si eso es algo que te ocurre habitualmente<br />

en la empresa, en la familia y con los amigos<br />

es importante que lo trabajes. La asertividad<br />

pasa por ser capaces de reconocer nuestra<br />

capacidad y nuestros méritos sin sentirnos<br />

ni culpables ni avergonzados por ello y<br />

sin entrar en conflicto con la otra persona.<br />

En una negociación se trata de creer que<br />

nosotros o nuestra propuesta es la mejor<br />

opción porque objetivamente así es. Una<br />

buena forma de desarrollar la asertividad en<br />

una negociación es plantear nuestra opción<br />

de la forma más despersonalizada posible,<br />

con datos objetivos. Es decir, si yo quiero<br />

negociar una subida de sueldo, debo apelar<br />

a los datos concretos en los que apoyo esta<br />

petición: “En el tiempo que llevo aquí, las<br />

cifras del departamento se han multiplicado<br />

por x; los conflictos han desaparecido; hay<br />

cuatro nuevos clientes…”. Y, ante una<br />

negativa, insistir en nuestros logros y<br />

resultados y, en último caso, buscar, como<br />

planteábamos en el recuadro anterior, una<br />

solución alternativa: “Si no puedes subirme el<br />

sueldo por razones objetivas, ¿por qué no me<br />

ofreces alguna solución compensatoria:<br />

un proyecto nuevo, más beneficios sociales,<br />

porcentaje sobre ventas o beneficios…”.<br />

6. CEDE LA VICTORIA<br />

Hazle creer que es mérito suyo<br />

La estrategia más acertada para conseguir<br />

que el otro adopte tu decisión como propia<br />

es acorralarle a preguntas: indagar de forma<br />

activa, de manera que acabe creyendo que<br />

tus intereses son los suyos porque a base de<br />

cuestiones cada vez más cerradas le cedes a<br />

él el poder de la decisión. Por ejemplo,<br />

imagina que quieres negociar con la<br />

dirección un nuevo proyecto. La clave pasa<br />

por ir acotando cada vez más las cuestiones:<br />

“¿No crees que si optamos por esta nueva<br />

línea de producción podremos ahorrar un<br />

CUANDO CEDAS EN<br />

ALGO, HAZLE CREER<br />

QUE ES POR MÉRITO<br />

SUYO. A TODOS NOS<br />

ENCANTA GANAR<br />

20% en costes? ¿Qué te preocupa más? ¿Qué<br />

te interesa?” Y en función de sus respuestas,<br />

continúa formulando preguntas que te<br />

permitan ir cerrando cada vez más sus<br />

opciones para que finalmente llegue él<br />

a la conclusión. Carlos Segui, director de<br />

Canvia!, empresa de consultoría y coaching<br />

empresarial, lo aplica, por ejemplo,<br />

a una reunión de ventas: “Consigue que<br />

sea la otra persona la que diga lo que<br />

tú quieres. Si, por ejemplo, estás intentando<br />

ver qué necesidades tiene la otra persona<br />

que tú le podrías vender, después de<br />

un rato de escucha le sueltas: ‘Entonces,<br />

con lo que te he contado hasta ahora,<br />

¿qué crees tú que hacemos nosotros que<br />

a ti te puede ayudar?’”.<br />

7. HALÁGALE Y FELICÍTALE<br />

Con la palmadita en la espalda<br />

Cierra la negociación premiando verbalmente<br />

a tu interlocutor: “Has sido muy inteligente”,<br />

“No esperaba tanta presión”, “Lo has<br />

planteado muy bien”. Una felicitación o un<br />

halago es siempre un estimulador muy<br />

potente. Se trata de darle coba al otro para<br />

que se vaya contento. ̇<br />

FOTO: HEARST INFOGRAFÍA<br />

130 EGO/PRIMAVERA 2017

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