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Primer Año Medio Artes Musicales Ministerio de Educación 65
Anexo 4: Orientaciones metodológicas generales
UNA IDEA CENTRAL en cualquier enfoque metodológico
es que las experiencias que los estudiantes
viven en los colegios o liceos, al transitar
por diferentes subsectores de aprendizaje,
son experiencias de desarrollo. En función de
esta idea, se presenta a continuación un conjunto
de sugerencias válidas para el tratamiento
de las diversas áreas temáticas contempladas
en el programa.
La metodología deberá privilegiar un enfoque
centrado en la disposición atenta, la distinción
de rasgos importantes en los diversos ámbitos
perceptuales e imaginativos, la improvisación,
la experimentación, la elaboración de obras y comportamientos
artísticos, la toma de perspectiva
reflexiva y la integración de vivencias y conocimientos.
El análisis de los contextos expresivos,
emotivos, simbólicos y referenciales en que se inscriben
las producciones artísticas, tiene fundamental
importancia para alcanzar una mayor comprensión
de los procesos creativos, de las diversas
formas de cognición y expresión emocional y del
valor artístico de las producciones.
El énfasis en estos aspectos debe generar
las condiciones y ambientes para un trabajo
espontáneo, concentrado, intuitivo, reflexivo
y exploratorio, que aproveche la
especial disposición de los adolescentes para
indagar, cuestionar y reflexionar activamente
sobre su entorno cultural y su realidad familiar
y personal.
Se debe aplicar una metodología entendida
en dos sentidos:
a) cada alumno o alumna en interacción con el
ámbito de trabajo artístico en un papel protagonista,
y
b) los estudiantes en un comportamiento social
en que comparten, forman equipo, se integran
y participan en proyectos.
Es aconsejable propiciar variadas modalidades
didácticas. Por ejemplo, realizar talleres de creación,
proyectos de curso que involucren distintos
subsectores de aprendizaje, trabajos de investigación
personal y grupal, visitas a centros
artístico-culturales diversos y con objetivos también
diversos: museos, galerías, teatros, conciertos,
recitales, ferias, exposiciones –y, de ser posible,
sitios en Internet–, etc. En la medida de
lo posible, el alumnado puede realizar consultas
a expertos o autores nacionales o internacionales
contemporáneos, a través del correo
electrónico. Esto permite que tomen contacto
personal con las expresiones vivas de los diversos
ámbitos de la cultura y con la dinámica de
producción y creación propia a cada uno de
ellos.
Es necesario que los estudiantes tengan
muchas experiencias que les demanden mutua
cooperación y responsabilidad personal y colectiva.
Por ejemplo, que se organicen en equipos
de trabajo para cantar en grupo o inventar una
canción, para un montaje escénico-musical, etc.
Es también importante que los jóvenes
puedan realizar reiteradas veces un mismo tipo
de actividad y también que tengan oportunidad
de manipular un mismo tipo de material
(auditivo, visual, corporal-gestual, etc.). Diversos
estudios han demostrado que cierto nivel
de “redundancia” en estas actividades favorece
el desarrollo de las capacidades de apreciación
reflexiva y el manejo del propio proceso creati-