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TRES 81<br />
animal (cuestión muy distinta es la de determinar<br />
si lo hemos logrado), tenemos que tratar de averiguar<br />
«cuan "teromorfo" es el hombre»? 3 ¿Acaso no<br />
resulta evidente que el antropomorfismo y el teromorfismo<br />
en las ciencias del comportamiento constituyen<br />
las dos caras del mismo «error»? Además,<br />
¿por qué tenemos que exigir del hombre que tome<br />
sus normas de conducta de otras especies animales<br />
si le definimos como perteneciente al reino animal?<br />
Me temo que la respuesta sea muy simple: es más<br />
fácil experimentar con animales, y no solamente<br />
por razones humanitarias, como la de que no sea<br />
agradable meternos en jaulas; lo malo de los hombres<br />
es que pueden engañar.<br />
En segundo lugar, los resultados de las investigaciones,<br />
tanto de las ciencias sociales como de las naturales,<br />
tienden a considerar al comportamiento<br />
violento como una reacción más «natural» de lo<br />
que estaríamos dispuestos a admitir sin tales resultados.<br />
Se dice que la agresividad, definida como impulso<br />
instintivo, tiende a realizar el mismo papel<br />
funcional en el marco de la Naturaleza que desempeñan<br />
los instintos nutritivo y sexual en el proceso<br />
de vida de los individuos y de las especies. Pero, a<br />
diferencia de estos instintos, que son activados por<br />
apremiantes necesidades corporales de una parte y<br />
3. Véase ZurVerhaltensphysiologte bei Tieren und Menschen, de<br />
Erich von Hoist, Gesammelte Abhandlungen. Vol. I, Munich,<br />
1969, p. 239.