LINEAMIENTOS Y ESTANDARES E.R.E Nivel Preescolar y Básica Primaria y secundaria
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El testimonio como experiencia religiosa habla de la manera de ser, penar y actuar en relación con Dios. Es proclamar con un lenguaje<br />
no solo verbal, con actitudes y comportamientos el sentido y significado de vivir y actuar como Dios quiere que sean sus hijos. Es dar<br />
razón de ser de la voluntad de Dios, mostrar su plan de salvación.<br />
Estas dos experiencias significativas: vocación y testimonio, cuentan con la estructura que ha ganado el pensamiento en esta etapa para<br />
desarrollarlas, pero con particularidad en las características: desaparición del pensamiento egocéntrico, el descubrimiento del “otro” y<br />
objetivación de las acciones y los objetos.<br />
La desaparición del egocentrismo es un logro que se obtiene gracias a ciertos mecanismos, como son los procesos de interacción con<br />
otros y el rompimiento con los conceptos y representaciones unívocos.<br />
La relación con el otro tiene un papel relevante en los procesos de conocimiento y aprendizaje. Esta etapa es especialmente fecunda<br />
debido al proceso de socialización del niño(a). En efecto, esto le permite descubrir en el otro un modelo activo, (es decir, sujeto de<br />
acción que sirve de modelo a sus propias acciones), y como sujeto de pensamiento que se afirma en sus propias representaciones o<br />
conceptos. Así, el otro se configura en la conciencia del niño(a), como sujeto de acción y de pensamiento, como lo es él mismo.<br />
La identidad que descubre el niño(a), tanto en sí mismo como en los otros, es la identidad del yo-activo, o el yo que piensa, y cuya<br />
acción o pensamiento reclaman con frecuencia una modificación de su propia acción o su propio pensamiento. Por lo tanto, reconoce<br />
que las “propias acciones” no son suyas exclusivamente, sino que son acciones objetivas en las cuales los otros tienen parte.<br />
El modelo o modelos juegan un papel relevante en esta etapa, gracias a él o ellos el sujeto puede confrontar sus acciones y<br />
pensamiento. Las acciones o modos de actuar y pensar de los otros se convierten en “motivaciones” para su vida intelectual y moral.<br />
Es así, como las actitudes y formas de pensar de los demás lo llevan a interrogarse por lo que hacen, por qué eligieron tal o cual<br />
profesión, empleo... y desean conocer y percibir los diferentes puntos de vista y los testimonios desde la fuente misma; razón por la<br />
cual el área de la Educación Religiosa Escolar, aprovecha este interés por el otro (ya sea por su forma de actuar como por su forma de<br />
pensar), para encaminar y orientar la vocación y mostrarle testimonios de vida como modelos para responder a la necesidad que tiene<br />
el niño(a) de motivación para ubicarse con acierto, según sus actitudes y expectativas hacia su “que hacer” cuando sea adulto.<br />
La realidad religiosa, como experiencia, es captada a través de los modelos y normas de conducta (lenguaje moral) y a través de<br />
expresiones verbales de la fe (lenguaje doctrinal), que son las respuestas a las preguntas últimas que el pensamiento del niño(a) formula<br />
sobre ellos y a través de los procesos de agrupamiento o síntesis según la estructura morfológica propia de esta etapa.<br />
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