TRAUMAS EMOCIONALES
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sí es el estar siempre buscando una solución q~e ~e<br />
halla tras la próxima esquina. Porque el perfe~clOmsmo<br />
se especializa en Si... Con tal que... «Con solo que<br />
...todo iría bien». ¿Qué pusiste en el blanco entre las<br />
dos expresiones anteriores? ¿Algo positivo?: «Con tal<br />
que pudiera... leer, orar, dar, testificar, servir.» ¿O algo<br />
negativo?:<br />
• «Con tal que... pudiera renunciar... »<br />
• «Con tal que pudiera dejar de... »<br />
• «Con tal que pudiera cesar... »<br />
• «Con tal que pudiera seguir las cuatro reglas,<br />
o dar los tres pasos, o recibir las dos bendiciones, o<br />
conseguir un don; ¡sin duda bastaría con esto!»<br />
Cada uno de estos desesperados esfuerzos en busca<br />
de soluciones rápidas es una búsqueda mágica, no<br />
un milagro. La curación es un proceso; no te transformaste<br />
en un perfeccionista en un día, y no puedes ser<br />
curado en un día tampoco. Implicará un proceso de<br />
crecimiento en la gracia, de reprogramación, de curación<br />
en cada uno de los niveles de tu vida. Necesitarás<br />
curación de la mente, con sus conceptos deformados;<br />
curación de los sentimientos y las emociones dañadas;<br />
curación de tus percepciones, con sus evaluaciones que<br />
te rebajan, y curación de tus relaciones, con todas sus<br />
contradicciones que te desbaratan. Necesitas también<br />
una curación profunda, interna, de tus recuerdos, para<br />
bloquear las repeticiones de video en cámara lenta,<br />
destructivas, que interfieren con tu manera de vivir.<br />
Puede que pienses que todo esto da la impresión<br />
de una renovación a fondo. Lo es, y el que te sometas<br />
a este proceso es el comienzo de la curación del perfeccionismo.<br />
Dios estará contento contigo<br />
No sólo Dios y su gracia serán contigo en cada uno<br />
de los pasos del proceso de curación, sino que Dios<br />
estará contento contigo en cada paso de este proceso.<br />
112<br />
En la Biblia la palabra gracia siempre va entretejida<br />
con la presencia del Dador de la gracia. Nunca deberíamos<br />
usar la palabra gracia como si describiera cierta<br />
clase de mercancía que Dios suministra. La gracia significa<br />
que un Dios de gracia viene a ti. «Mi gracia es<br />
suficiente» (2 Co. 12:9). No la gracia, sino «Mi gracia».<br />
Una de las expresiones predilectas de Pablo era «la<br />
gracia de nuestro Señor Jesucristo» (l Co. 16:23; Gá.<br />
6:18; Fil. 4:23; 1 Ts. 5:28; 2 Ts. 3:18). La gracia no es<br />
algo que se suministra, sino nuestro mismo Señor<br />
que viene a nosotros en su misericordia. Un Dios amante,<br />
misericordioso, nos acepta tal como somos, se ofrece<br />
a sí mismo con amor a nosotros, aquí mismo, ahora,<br />
no cuando estemos en condiciones dignas para aceptarle.<br />
Dios se complace en ti cuando estás en este proceso<br />
de curación, como los padres amantes lo están cuando<br />
su hijo empieza a aprender a andar. Aquellos días<br />
emocionantes en la casa, especialmente con el primer<br />
hijo: el niño tropieza, da contra los muebles, puede que<br />
derribe una lámpara. ¿Pero le regañan los padres, le<br />
dicen que están descontentos porque no anda erguido<br />
y bien? ¿Dice el padre, enojado: «Tendrías que andar<br />
mejor, niño»? ¿Añade la madre: «No, no; este paso<br />
lo diste del todo en falso. Vigila más. No hagas tonterías»?<br />
¿Ves, pues, que nosotros hemos formado en<br />
nosotros una imagen de Dios como si fuera neurótico?<br />
Si Jesús estuviera predicando su Sermón del Monte,<br />
podría parafrasear esta idea: «Si vosotros, siendo malos,<br />
sabéis enseñar bien a vuestro hijo a andar, ¿cuánto<br />
más vuestro Padre celestial se complacerá en cada<br />
paso de vuestro proceso de curación?» (Ver Mt. 7: 11)<br />
Dios estará contento contigo en cada paso del camino.<br />
Permíteme que te sugiera una oración para acompañar<br />
a esta preinscripción, para que tomes unas cucharadas<br />
cada vez que las necesites. «Gracias, Señor,<br />
porque estás curándome según tu plan y horario perfectos.»<br />
De esta manera podrás hacer del proceso, no<br />
otra forma de irritación para tu perfeccionismo, o de<br />
ira a causa de tu progreso lento, sino una oración de<br />
gracias por su misericordia a cada paso del camino.<br />
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