TRAUMAS EMOCIONALES
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Cuando le vi en la congregación aquella noche, el<br />
corazón me dio un salto. Pero seguí adelante y prediqué<br />
el mensaje que sentía que Dios me había dado.<br />
Después del servicio, que fue seguido de un rato maravilloso<br />
para muchos en el altar de la oración, el Dr.<br />
Smith se quedó sentado en la congregación. Yo estaba<br />
orando con las personas en el altar, y desde el fondo<br />
de mi mente estaba orando para que se marchara. Pero<br />
no se marchó. Finalmente vino al altar y, en su forma<br />
áspera, inimitable, me dijo: «David, quisiera verte en<br />
tu despacho.»<br />
Todas las imágenes del pasado surgieron y el muchachito<br />
asustado que llevaba dentro siguió al anciano.<br />
Cuando me senté, estaba bajo la misma impresión<br />
que probablemente sintió Moisés ante el fuego y el<br />
humo del monte Sinaí. Pero me equivocaba del todo<br />
con respecto a él: no había pensado que el Dr. Smith<br />
era muy distinto. Le había estereotipado según le veía<br />
de niño, y no podía verle tal como era.<br />
Muy amablemente, el Dr. Smith me dijo:<br />
-David, nunca he oído un sermón semejante a éste,<br />
pero quiero decirte algo.<br />
Se le humedecieron un poco los ojos. Había sido<br />
un evangelista destacado. Había predicado durante muchos<br />
años y había ganado a muchos millares para<br />
Cristo. Era, verdaderamente, un gran hombre, pero<br />
cü;aI?-do ~l ec.~ó una mirada hacia atrás a su propio<br />
mmIsteno, dIJO:<br />
-Mira, siempre había un grupo de personas a las<br />
cuales nunca pude ayudar. Eran personas sinceras.<br />
Creo que muchas de ellas eran cristianos llenos del Espíritu.<br />
Pero tenían problemas. Me traían estas cosas<br />
a mí y yo trataba de ayudarles, pero por más que<br />
usaran la Escritura o la oración, nunca parecían llegar<br />
a un liberación definitiva.<br />
Luego me dijo:<br />
. Yo siempre me sentí culpable en mi ministerio, DavId.<br />
Pero creo que tú ahora vas en buena dirección.<br />
Trabaja de firme, desarrolla esta idea. Sigue predicando<br />
sobre esto, porque creo que has encontrado la<br />
respuesta.<br />
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Cuando el Dr. Smith se levantó eran mis ojos los<br />
que estaban humedecidos.<br />
-Gracias, Dr. Smith -le dije.<br />
Pero, más que nada, estaba diciendo por dentro:<br />
«Gracias, Señor, porque me has dado confirmación<br />
por medio de este querido anciano.»<br />
El problema<br />
A lo largo de quince años, a medida que hemos ido<br />
esparciendo cassettes por todo el mundo, he recibido<br />
cartas y testimonios que me han confirmado en la<br />
creencia de que hay otro reino de problemas que requiere<br />
una clase de oración especial y un nivel más<br />
profundo de curación por medio del Espíritu. En algún<br />
punto entre nuestros pecados, por un lado, y nuestras<br />
enfermedades, por otro, hay un área que la Escritura<br />
llama «dolencias» o «debilidades».<br />
Podemos explicar esto por medio de una ilustración<br />
de la naturaleza. Si vas al Oeste lejano, verás las<br />
gigantescas seguías en la familia de los pinos. En la<br />
mayoría de los parques en el tocón de un árbol que<br />
ha sido cortado, los naturalistas pueden mostrarte y señalarte<br />
los anillos del árbol que revelan la historia<br />
de su desarrollo año tras año. Aquí tenemos un anillo<br />
que representa un año en que hubo una terrible sequía.<br />
Aquí un par de anillos de años en que hubo mucha<br />
lluvia. Aquí otro en que cayó un rayo sobre el<br />
árbol. Aquí hay anillos de años de crecimiento normal.<br />
Este otro anillo muestra un incendio en el bosque,<br />
que casi destruyó el árbol. Este otro, una peste que lo<br />
afectó. Todo esto se halla dentro del corazón del árbol,<br />
representando la autobiografía de su crecimiento.<br />
Y esto es lo que nos ocurre a nosotros. Un poco por<br />
dentro de la corteza protectora, la máscara que protege<br />
y esconde, están los anillos que registran nuestras<br />
vidas.<br />
Hay cicatrices de penas profundas, antiguas, como<br />
cuando un niñito desciende las escaleras una mañana<br />
de Navidad y espera hallar, bajo el arbolito, algo precioso<br />
en el calcetín, pero todo lo que encuentra es una<br />
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