08.07.2018 Views

La chica del tren

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Sólo quería ayudarte. Quería…<br />

—No puedes, ¿de acuerdo? No<br />

puedes ayudarme. Nadie puede hacerlo.<br />

Mi esposa está muerta y la policía cree<br />

que yo la he matado. —Su voz es cada<br />

vez más alta y en sus mejillas aparecen<br />

unas motas de color—. Creen que yo la<br />

he matado.<br />

—Pero… Kamal Abdic…<br />

Arroja la silla contra la pared de la<br />

cocina con tanta fuerza que una de las<br />

patas se hace añicos. Yo retrocedo de un<br />

salto, pero Scott apenas se mueve.<br />

Vuelve a tener las manos en los<br />

costados, ahora con los puños cerrados.<br />

<strong>La</strong>s venas se le marcan bajo la piel.<br />

—Kamal Abdic ya no es sospechoso

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!