08.07.2018 Views

La chica del tren

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

No se me ha olvidado lo que he<br />

decidido —se acabó huir, se acabó<br />

esconderse—, pero esta noche no puedo<br />

quedarme aquí. Oigo pasos en la<br />

escalera, lentos y pesados. Tardan siglos<br />

en llegar arriba. Normalmente, Scott<br />

sube los escalones de dos en dos. Hoy,<br />

en cambio, parece un hombre que<br />

asciende al cadalso. Lo que no sé es si<br />

se trata <strong>del</strong> condenado o <strong>del</strong> verdugo.<br />

—¿Megan? —dice. No intenta abrir<br />

la puerta—. Megan, siento haberte hecho<br />

daño. De verdad, siento mucho haberte<br />

hecho daño.<br />

El tono de su voz <strong>del</strong>ata sus<br />

lágrimas. Eso me enfurece y me entran<br />

ganas de salir de aquí y arañarle la cara.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!