Mayo 2018

Disfrutá de los
muchos sabores de
Grecia en Lesvos,
desde el aceite de
oliva hasta el ouzo y
el vino naranja
AFUERA DE SU RUINOSA CASA DE CAMPO
con techo de chapa, en las montañas arriba del
pueblo de Plomari en la costa sur de Lesvos,
Giorgios Eletheriou sirve el desayuno. Platos de queso
de cabra, higos, nueces, tomates y uvas aparecen sobre
la mesa bajo una pérgola de viñas trepadoras, y una
cafetera hierve sobre una hornalla de hierro. Allá abajo,
los olivos cubren las laderas pedregosas hasta donde
alcance la vista, cada uno de ellos rodeado por una
pared de piedras construida a mano – un antiguo
método de cultivo para retener el agua. Bajo la sombra
de los árboles, dos caballos patean la tierra, impacientes
por recibir su propio desayuno.
“Esta granja le ha pertenecido a mi familia por
generaciones”, cuenta Giorgios, comiendo higos
mientras mira hacia sus bosques de olivos. “En el
pasado, la gente se pasaba veranos enteros acá arriba.
Ahora son pocos los que lo hacen, pero yo prefiero la
vieja forma de vida. Para mí, este lugar es el paraíso”.
Conocida por los Otomanos como el “jardín del
Egeo”, Lesvos es famosa en toda Grecia por sus
aceitunas, particularmente por la variedad indígena, la
kolovi. Alrededor de 10 millones de olivos cubren la
isla, de muchos siglos de edad. El cultivo de aceitunas
ha sido una forma de vida en Lesvos desde tiempos
inmemoriales, y como Giorgios, la mayoría de la gente
del lugar cuida de sus bosques familiares en las
montañas rocosas de la isla.
Recientemente, también se ha dado un movimiento de
regreso a formas de cultivo más antiguas y sustentables.
“Hicimos un viaje para volver a aprender los métodos de
nuestros padres y abuelos”, explica Myrta Kalambokas,
mientras camina alrededor de las huertas familiares en
Eirini, la granja de olivos orgánicos más importante de la
isla, en las afueras de Plomari. “En lugar de usar
químicos y pesticidas, ahora plantamos hierbas y flores
silvestres para promover la polinización, y limpiamos
las hojas para prevenir enfermedades, como hacía la
gente hace más de un siglo. La calidad y el sabor de las
aceitunas son mucho mejores. Si cuidamos de la
La mañana en el Puerto
pesquero de Skala Kallonis
en la bahía central de Lesvos.
Arriba, el productor de
aceitunas Giorgios Eletheriou
DÓNDE QUEDARSE
El agradable Aeolean Gaea Hotel está cerca
de la aldea de pescadores de Skala Kallonis
– un gran lugar para observar la llegada de
la pesca del día. Las habitaciones son
simples pero espaciosas, y la mayoría
tienen pequeños balcones; las más caras
también cuentan con kitchenettes.
También tiene pileta (habitaciones desde
US$80; aeoliangaeahotel.com).
ÁRBOLES DE PIEDRA
Mientras visitamos el oeste de Lesvos, nos
desviamos para ver los restos del bosque
petrificado de la isla – árboles antiguos
fosilizados por ceniza volcánica. Aunque
solamente sobrevivieron las raíces y
algunos tocones, es una sensación increíble
ver un árbol que vivió hace 20 millones de
años. Si mirás con atención, hasta se puede
ver la corteza del árbol e impresiones de las
hojas (entrada al museo US$6;
petrifiedforest.gr).