You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
a. <strong>El</strong> fundamento de las Escrituras: Toda adoración tiene su<br />
fundamento directamente de las Escrituras o se puede<br />
deducir lógicamente de ella. Esto no quiere decir que toda<br />
contingencia en la vida esté detallada en las Escrituras, sino<br />
que más bien los <strong>principio</strong>s bíblicos son tan abarcativos que<br />
toda contingencia puede ser deducida de ellos.<br />
James Bannerman comenta 149 que la doctrina de los<br />
estándares de Westminster nos enseñan que todo aquello que<br />
no se encuentre expresamente ordendado en la Palabra, u<br />
ordenado por necesaria inferencia de la Palabra, no es lícito<br />
para el uso de la Iglesia en el ejercicio de su propia autoridad;<br />
la restricción sobre tal autoridad siendo que no expresará ni<br />
obligará a nada en el servicio a Dios excepto aquello que Dios<br />
mismo haya hecho explícitos directamente o por deducción<br />
lógica. Los puritanos llamaron a estos conceptos<br />
“elementos”.<br />
b. Las circunstancias: Esta sección habla de la existencia de<br />
algunas circunstancias que no pueden ser determinadas<br />
taxativamente a partir de las Escrituras, sino que dentro de la<br />
enseñanza general de las Escrituras, deben ser determinados<br />
a través de conceptos tan ambiguos como la prudencia, la<br />
razonabilidad y la universalidad. 150<br />
La Confesión de Fe de Westminster, al presentar estos conceptos de<br />
elementos y circunstancias, nos presenta un problema: ¿cuál es la linea<br />
demarcatoria entre lo que podemos considerar elementos y lo que<br />
podemos considerar circunstancias? A este respecto el puritano George<br />
Gillespie propuso que en la adoración, la circunstancia no debe ser<br />
una parte importante de ella; no debe ser un acto sagrado o ceremonia<br />
significativa (circa sacra y no in sacris). 151 Pero igualmente, según<br />
Gillespie, su uso debe poder ser inferido como ordenado a partir de la<br />
Palabra de Dios.<br />
Analicemos ahora el Capitulo 20 Sección II 152 :<br />
149<br />
Bannerman, James. The Church of Christ, 2 vols. Carlisle, The Banner of Truth, 1974 (1:340)<br />
150<br />
Gore, R.J. Covenantal Worship. Phillipsburg, P&R Publishing, 2002, p. 29.<br />
151<br />
Gillespie, George. Dispute against the English Popish Ceremonies, 132<br />
152<br />
Sobre la base de los siguientes textos bíblicos: Santiago 4.12; Romanos 14.4; Hechos 4.19; 5.29; 1 Corintios<br />
7.23; Mateo 23.8-10 y 15.9; 2 Corintios 1.24; Colosenses 2.20,22 y 23; Gálatas 1.10; 2.4,5; 5.1; Romanos 10.17;<br />
14.23; Isaías 8.20; Hechos 17.11; Juan 4.22; Oseas 5.11; Apocalipsis 13.12,16,17; Jeremías 8.9.<br />
<strong>El</strong> <strong>principio</strong> <strong>regulador</strong> <strong>del</strong> <strong>culto</strong> <strong>cristiano</strong> 95