Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
— Tengo familia en todas partes — asegura.
Mario paga generosamente ambos paquetitos y retomamos el camino de
vuelta hacia el parking. La calidez que liberan hace que mis manos entren
simultáneamente en calor, aunque me apena que Mario ya no me abrece y
concentre su atención en las castañas.
Antes de subirnos al coche, echamos un último vistazo al paisaje que nos
rodea y ese maldito nudo de mi garganta se acentúa aún más.
— ¿Por qué me has traído aquí?
Nuestro alrededor se ha oscurecido casi totalmente y observo a Mario entre
las sombras.
— Quería que tuvieras un recuerdo más de mi país — responde,
mordiéndose el labio como si estuviera conteniéndose de decir algo más.
— ¿Sólo eso? — pregunto, esperanzada.
“Dilo”, pienso para mí misma.
Pero Mario asiente con la cabeza y, restándole importancia al instante que
estamos viviendo, se sube al coche. Decepcionada, le imito.
El camino de vuelta lo hacemos en silencio y cuando llegamos a la posada,
ambos nos sorprendemos sin saber qué más añadir al día.
— Buenas noches, Mario… — murmuro, con una sonrisa nostálgica en el
rostro.
— Buenas noches, Charlize — responde con complicidad.