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Food & Wine Agosto 2020

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c amille cogsweell<br />

“<br />

Espero que quienes aman<br />

los restaurantes empujen<br />

más para apoyar una<br />

legislación y sistemas que<br />

hagan a los restaurantes<br />

sustentables. Espero que<br />

podamos hacer estos<br />

cambios en un sistema<br />

futuro que consiga que<br />

cenar fuera no esté lejos<br />

del alcance de quienes<br />

ganen poco.<br />

K<br />

’FAR SE TRADUCE COMO ‘ALDEA’ EN HEBREO, y la versión<br />

de Camille Cogswell es la de una utopía culinaria. Su<br />

restaurante, K’Far, ubicado en un popular rincón del<br />

barrio Rittenhouse Square en Filadelfia, es un lugar<br />

donde aros de bagels de Jerusalén con forma de ceros que se estiraron<br />

en clase de yoga salen del horno constantemente. (El restaurante hace<br />

alrededor de 1 300 piezas cada semana.) Son untados con mantequilla<br />

y generosas cantidades de za’atar o cubiertos con esponjosos huevos<br />

revueltos y pinceladas de zhug verde brillante, una ardiente salsa<br />

picante yemení. Es suficiente para hacerte olvidar la existencia del<br />

queso crema.<br />

De los hornos también salen hogazas de tierno kubaneh, un pan<br />

de lenta cocción que toma 12 horas en hacerse y requiere que “pintes<br />

con las manos” la masa de mantequilla. En el mundo de Cogswell,<br />

las hogazas son rebanadas, tostadas y apiladas con betabeles asados<br />

a la sal en brillante color magenta y labneh, o con ricotta de azúcar<br />

morena. Aunque Cogswell dirige la cocina en K’Far, no tarda en<br />

resaltar que el menú es un trabajo de equipo. Habiendo pasado años<br />

K ’ f a r , P h i l a d e l p h i a<br />

trabajando como chef pastelera, dice que frecuentemente pone su<br />

ego a un lado para aprender de sus cocineros.<br />

Por las tardes, la aldea se transforma en un bullicioso lugar para<br />

cenar. Granos rojizos de cuscús hecho en casa llegan a la mesa<br />

suspendidos sobre un aromático caldo de azafrán y ajo. Una olla<br />

hirviente es volteada de cabeza para revelar una montaña perfecta<br />

de t’bit, un guiso iraquí de pollo y arroz. El arroz, esponjado y lleno<br />

de sabor, es saborizado con amba fresca y seca, un condimento<br />

fermentado de mango encurtido.<br />

Esta es la primera vez que Cogswell está a cargo de una cocina<br />

salada y dulce. K’Far es la contraparte más femenina del masculino<br />

Zahav, de su mentor Michael Solomonov, donde todavía funge como<br />

chef pastelera ejecutiva. (Sí, tiene dos trabajos.) El salón es más suave,<br />

pintado en calmantes tonos de rosa. Hay un equipo de liderazgo<br />

compuesto sólo por mujeres, y hay muchas plantas. Dado que<br />

no es ni israelí ni judía, usa gran colección de libros de cocina como<br />

inspiración para su menú. K’Far podrá ser un término hebreo, pero<br />

Cogswell enfatiza que el menú no tiene ‘afiliación religiosa’. En<br />

cambio, busca celebrar las cocinas de la región, haciendo de su K’far<br />

un lugar de aceptación y buena comida. Es una aldea a la que con<br />

gusto llamaríamos hogar.<br />

82<br />

AGOSTO <strong>2020</strong><br />

FOTOGRAFÍA DE JASON VARNEY.

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