REVISTA CICPC
EDICION Nº 46
EDICION Nº 46
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no comisario general Douglas Rico
González, director general nacional
del Cicpc; comisario general Jhonny
Salazar, subdirector general nacional
del Cicpc; comisario general Vladimir
Flores, inspector general nacional del
Cicpc; comisario general, Mercy Bracho,
secretaria general del Cicpc y el
comisario general Juan de la Cruz Pereira,
asesor legal del CICPC, acompañados
por el presbítero Ricardo Peña,
perteneciente al Ordenariato Militar de
Venezuela.
LA HOMILÍA
“Hoy celebramos esta Santa Eucaristía
en conmemoración al décimo
noveno aniversario del CICPC con la
finalidad de agradecer a nuestro Padre
Celestial por la salud, por esta gran
familia y que siempre nos bendiga
que en todo momento nos acompañe
siempre con su bendición”, manifestó
de entrada el presbítero Ricardo Bello,
quien dio un caluroso recibimiento a
los asistentes con la frase: “Bienvenidos
a esta Santa Eucaristía”.
La celebración fue propicia para rendir
un homenaje a los funcionarios fallecidos
en el cumplimiento del deber
en el último año, y los que perecieron
a consecuencia del mortal coronavirus,
siendo ellos: Abraham Pérez, Luis Vargas,
Robert Fermín, Frángelo Pérez,
junto a los que dejaron el plano terrenal
a consecuencia de la pandemia
Covid-19 que azota a miles y miles de
hogares en el mundo: Leonardo Gil,
Orlando Polanco, Héctor Torres, Willie
Gómez, Edwin García, Aldo Aguilera,
Harold Navas, Aquiles Jiménez, Héctor
Toro, Víctor Laguna, Lisandro Calderón,
José Mendoza y el doctor Ramón
Urdaneta Bocanegra, autor del himno
del CICPC.
A todos ellos el presbítero Ricardo
Peña, les deseó el descanso eterno y
que brillara para ellos la Luz Eterna.
Se procedió luego a la lectura del Libro
del Apocalipsis. Salmo Responsorial,
según el Evangelio de San Lucas.
“Hoy es un día muy especial para nosotros
los creyentes y miembros de la
iglesia ya que celebramos la dedicación
de la Basílica de San Pedro y San
Pablo los dos titanes de la iglesia; San
Pedro, que dio su vida muriendo crucificado
en una cruz por proclamar la
buena noticia del reino de los cielos en
la ciudad eterna de Roma con la cruz
hacia abajo y San Pablo, el Apóstol de
los gentiles, el hombre que se convirtió
después de ser perseguidor en perseguido,
después de ser el que llevaba
detenido a los cristianos ante los judíos
para que fueran condenados por
proclamar una nueva doctrina y murió
decapitado por haber aceptado en el
camino de Damasco a Cristo Jesús,
nuestro señor”.
En su discurso el padre agregó: “hay
una historia muy hermosa que se llama
el Quo Vadis que significa ¿adónde
vas?, en ella aparece San Pedro,
dice el historiador, que estaba triste
se encontraba cabizbajo, porque cada
día se hacía cuesta arriba la evangeli-
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