El Asegurador 15 Feb 23

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Ciudad de México / Febrero 15, 2023.
Covid, caso cerrado para la AMIS; señala que ya se
convirtió en una enfermedad endémica
Después de los tres años durante los cuales la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) informó
mensualmente sobre las repercusiones que la pandemia de covid ocasionaba en la sociedad asegurada con coberturas
de Vida y Gastos Médicos, el organismo gremial decidió dar por terminadas las conferencias de prensa
para reportar sobre este tema, pues estima que la enfermedad se ha convertido en endémica en esta región, semejante
a una gripe o influenza.
Al corte de enero de 2023, esta catástrofe, que se posicionó como la más costosa de la historia del seguro mexicano,
generó indemnizaciones por un monto global de 3,217 millones de dólares (cifra puesta en esa denominación para
facilitar su comparación con los costos de las grandes catástrofes internacionales), es decir, convirtiendo a pesos, la
industria pagó 27,765 millones de pesos para la cobertura de Gastos Médicos y 35,881millones de pesos para el seguro
de Vida.
Afortunadamente, señaló Norma Alicia
Rosas Rodríguez, directora general
de la AMIS, “gracias a todos los esquemas
de vacunación que hubo, el número
de contagios disminuyó paulatinamente,
y lo mismo sucedió con los casos de
personas fallecidas. La medida sanitaria
contribuyó a que, en definitiva, las personas
que se enfermaban estando vacunadas
difícilmente llegaron a fallecer o
a requerir hospitalización por mucho
tiempo”.
El sector asegurador ayudó,
mediante la cobertura de Gastos
Médicos, a un total de 51
486 personas. En promedio, por
cada una el seguro pagó 519 854
pesos. Rosas Rodríguez señaló
que el 62 por ciento de los casos
que requirió atención hospitalaria
se concentró prácticamente
en cuatro entidades: Ciudad de
México, con 16 196 casos; Nuevo
León, con 6,577; el Estado
de México, con 5,595 casos; y,
finalmente, Jalisco, que tuvo
3,682 casos.
La funcionaria de la AMIS
destacó que 32 212 asegurados
requirieron internamiento hospitalario
y que 4,880 requirieron
utilizar la unidad de cuidados
intensivos, procedimiento
clínico que registró en promedio
un gasto de 1 435 684 pesos.
Por otra parte, agregó Rosas
Rodríguez, hubo 157 030 defunciones:
“Pero la parte buena de
todo ello es que éstas se pagaron
mediante el seguro de Vida, lo
cual es muy interesante porque,
finalmente, y a pesar de la dificultad que
enfrentaron las familias por la pérdida
de un ser querido, recibieron una suma
asegurada con la que pudieron continuar
con su nivel de vida, haciéndola un
poquito más llevadera”.
Por otra parte, la directiva de la AMIS
indicó que el 48 por ciento de las defunciones
de asegurados se concentró en
muy pocos estados: Ciudad de México,
el Estado de México, Jalisco, Veracruz
y Nuevo León, destacando la Ciudad de
México con 35 419 defunciones, el Estado
de México con 16 355, Jalisco con
8,087, Veracruz con 7,873 y Nuevo León
con 7,137.
¿Qué lección deja
esta catástrofe?
Para Rosas Rodríguez, esta devastadora
experiencia debe servir para que
el sector siga trabajando en el desarrollo
de distintos planes, “particularmente los
#Aseguradoras
que tienen que ver con inculcar una mayor
cultura de educación financiera por
medio de la cual las personas logren entender
el lenguaje del seguro y sus alcances.
Y, para que eso ocurra, el diseño de
productos más accesibles y entendibles
es fundamental”.
La AMIS atiende cinco pilares, agregó
la directiva, que tienen que ver con
seguros inclusivos orientados a llegar a
aquellas porciones de la población que
no cuentan con esta protección; el segundo
pilar está relacionado con la salud
de calidad, que incluye las coberturas
de Gastos Médicos y también cómo
proteger la salud de manera preventiva;
cómo hacer que la población sea más resiliente
a catástrofes naturales.
Rosas Rodríguez dijo que el organismo
que representa está muy enfocado,
según el tercer pilar, en generar conciencia
para que las personas que tienen un
vehículo adquieran un seguro que respalde
a los peatones víctimas de un accidente
vial, que generalmente son completamente
ajenos al vehículo pero que
necesitan el respaldo de un seguro para
atender su salud o para poder indemnizar
a la familia en caso de que hubiera
ocurrido un deceso.
Como cuarto pilar está el generar una
mayor conciencia en todo lo que tiene
que ver con lograr un ahorro suficiente
para el retiro, impulsando pensiones
dignas, sobre todo esquemas de pensiones
privadas; y, como quinto pilar, el fomento
a la cultura financiera.
“Hay que destacar que fueron muchas
las enseñanzas y los aprendizajes
que tuvimos como sector asegurador.
La primera: volver a lo básico. Tanto las
aseguradoras como los intermediarios
coincidimos en que lo principal era poner
al asegurado en el centro de todo”,
dijo la directora general de la AMIS.
Las cifras posicionan a
la enfermedad como la
mayor catástrofe para el
seguro mexicano
“La acelerada digitalización fue un
cambio muy importante. El poder conectarse
de manera remota a los sistemas,
pero también el seguir atendiendo
y sirviendo a nuestros asegurados en
una dinámica nunca antes experimentada
eran la prioridad. Yo creo que ésa
fue una de las principales enseñanzas
que tuvimos”, señaló
Rosas Rodríguez.
“Por su parte, los agentes tuvieron
asimismo un reto bien
interesante, porque en lugar
de tener este contacto cercano
con las personas, la pandemia
hizo que los acercamientos
fueran remotos, y con la exigencia
de que tenían que seguir
siendo cálidos. Entonces,
muchos de los agentes tuvieron
que modernizarse rápidamente
y aprender a utilizar zoom
para estar presentes siempre”,
agregó la funcionaria de la
AMIS.
“Por el lado de los asegurados,
éstos entendieron que las
expectativas cambiaron, y gracias
a la digitalización aprendieron
y se dieron cuenta de
que era necesario tener una
respuesta mucho más rápida y
cercana, exigencia ante la cual
todas las compañías trataron
de irse adaptando a estas nuevas
necesidades del cliente”, apuntó la
directora general de la AMIS.
“La tecnología hizo lo suyo en la atención
de los asegurados en el momento
del siniestro. Gran parte de las compañías
lograron respaldar a sus asegurados
con mucha eficiencia mediante nuevas
plataformas tecnológicas, lo que permitió
que los ajustadores acudieran y se
conectaran de manera muy rápida y pudieran
enviar el informe prácticamente
desde el lugar del siniestro”, concluyó.
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