Informe-barrios-desfavorecidos
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• Las relaciones de intercambio económico: desempleo, precariedad en la<br />
ocupación, categorías profesionales de baja cualificación, aptitudes<br />
profesionales obsoletas, pobres percepciones salariales o de rentas de otra<br />
índole, débil poder de compra, demanda insolvente…<br />
• Las relaciones de intercambio simbólico: en particular, las relaciones de<br />
saber (bajo nivel de estudios acabados, fracaso escolar, abandono precoz del<br />
sistema educativo, posición negativa en la llamada brecha digital…) y la<br />
posesión de saberes, estilos y formas de vida carentes de legitimidad y/o de<br />
prestigio según los patrones dominantes.<br />
• Las relaciones de intercambio político (de poder): nula participación política,<br />
escaso grado de influencia –directa e indirecta- sobre las instancias de<br />
gobierno y sobre los canales de formación de la voluntad y la opinión<br />
políticas (partidos, medios de comunicación…), pobre articulación del tejido<br />
social organizado…<br />
• Las relaciones de intercambio personal: baja participación y configuración<br />
de redes sociales y familiares, ínfima capacidad de trascender las redes<br />
locales e implicación en redes incluso cosmopolitas, fuerte protagonismo de<br />
las redes delictivas, desarticulación de los patrones de convivencia…<br />
Los tres primeros agrupamientos de factores se resumen en la clásica tríada<br />
weberiana de clase, estatus y poder; a la que añadimos una cuarta dimensión<br />
constitutiva de la sociedad, cual es la participación en las redes<br />
comunicacionales. Según un cierto discurso –por demás, reduccionista- estamos<br />
ante el acervo formado, respectivamente, por el capital económico, el capital<br />
cultural, el capital político y el capital social. Sobre las cuatro caras del tetraedro<br />
tal como queda dibujado, la exclusión social, según qué personas y qué grupos,<br />
puede darse en una, dos, tres o las cuatro caras. Pecaríamos de mecanicistas o<br />
de simplistas si supusiéramos que de la posición negativamente privilegiada en,<br />
p. ej., las relaciones de intercambio económico se sigue necesariamente una<br />
posición igualmente baja en las relaciones de intercambio político, simbólico y<br />
personal. Bien al contrario, cabe una amplia y abigarrada pluralidad de<br />
combinaciones, la cual da pie para diferenciar entre tipos de exclusión social y<br />
grados de severidad de la misma.<br />
La exclusión social, en definitiva, se materializa como un hecho social total, esto<br />
es, no tanto como un epifenómeno que afectaría a aspectos secundarios de la<br />
vida de las personas y grupos vulnerables, sino cuanto como una situación<br />
estructural y principal que interesa la existencia entera de esas personas y<br />
grupos.<br />
El objetivo general y prioritario de la investigación, en otro orden de cosas, se<br />
inscribe en la secuencia conocer para actuar, esto es, escudriñar qué <strong>barrios</strong> y/o<br />
áreas espaciales de la ciudad cabe clasificar como más problemáticos con el fin<br />
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