ABRIR 3. 3.5. - Universidad Complutense

238 1. Sastre Prais. Formaciones Sociales y Organización 1’erritori:il en Astuija
• La organización social de estas comunidades estaba basada en los castros.
Los grupos que vivían en ellos no eran completamente independientes entre sí, sino
que existia desde época prel-romana una especie de comunidades compuestas por
la población de un cierto número de castros. Estas comunidades, mencionadas en
las fuentes como popu¡i/ o clvi aies, estaban divididas en subcomunidades al frente
de cada tina de las cuales se hallaba uno de esos castros, que aparecen en las fuentes
con el nombre de castelturn (PEREIRA, 1984, 277).
• Tras la conquista romana se ponen en marcha una serie de “presiones
integradoras” que desde mediados de s. 1 d. C. van dando lugar a la aparición de una
formación social nueva (PEREIRA, 1984, 279-85). El cambio en la organización de
las comunidades indígenas se detecta en la transformación de las menciones de
orígo. Durante el s. 1 d. CL la instancia organizativa básica en el ámbito indígena
sigue siendo el ca~te/Lum ID, en el interior de la cívítas unidad administrativa
romana. Pero desde finales de este siglo los individuos se integran en las civi/atew
directamente (PEREIRA, 1983, 184).
• En este cambio debió de tener una importancia decisiva la concesión del
/w Latí/por Vespasiano en el 73/74 d.C. Su resultado fue una mayor romanización
de (lailaecia en comparación con el área de las unidades organizativas
(romanización, por cierto, que no sigue los cauces de la ciudad). Esto se debe a que
la organización político-social basada en los ca~iella, “era mucho más permeable a
los estímulos de la romanización que la sociedad basada en lazos gentilicios”
(PIRIIRA, 1983, 185—189).
Frente a estas interpretaciones, Le Roux y Tranoy (1983) siguieron
defendiendo durante un tiempo la idea de que el signo ID hacía referencia a una
unidad indígena parental. Para ello intentaron desmontar los argumentos que
permiten mantener la idea de un significado como casíeílum, fUndamentalmente a
partir de la crítica a un artículo de Pereira (PERIYIRA, 1978) en el que, a su vez, se
pretende desmantelar las ideas que Tranoy defendió al respecto en La Ca/kv
roma/nc. Se propuso como alternativa la lectura gentil/lay, entendida como una