83 - Memoria Chilena para Ciegos
83 - Memoria Chilena para Ciegos
83 - Memoria Chilena para Ciegos
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
86 - GABRIEL SEIJOLVEDA CORRADINI<br />
cagar de risa o no entender nada, o quizss Ilevzindote una cosa adentro.<br />
0 a lo mejor te ibas, como lo hacia mucha gente ...”, explica Gonzalo<br />
Palta.<br />
Acerca de la temitica de DJo, Humberto Duvauchelle piensa<br />
que se trata el problema de la identidad, del cual tanto Victor Jara<br />
como Ralil Ruiz siempre han mostrado preocupach a travCs de sus<br />
respectivos legados artisticos. Claro que con Dzio no se limita a tratar<br />
este problema como algo idiosincrzisico del chileno, sino de la raza hu-<br />
mana. AI respecto, Humberto plantea: “se jugaba como Borges ... con<br />
‘el otro’ y con el espejo. Recuerdo que conversibamos mucho con Victor<br />
sobre todo por el trabajo con las miscaras. Por ejemplo, en La mnleta,<br />
un criado traia a su patr6n en un bad. Y salia una pierna, un dedo, una<br />
mano, un codo. Pero no salia uno; salia el patr6n con una cara, con<br />
otra cara... con cinco caras”. Gonzalo Palta, sobre el mismo punto,<br />
aporta: “Dentro de ese bad hay un ‘otro yo’, que en realidad es un ‘otro<br />
61’ ... era como en una pelicula de Hitchcock, en la cual va a haber un<br />
asesinato y nunca pasa nada. Finalmente, es el rollo del ‘yo’, del ser”.<br />
Acerca de Cambio degziardia, el mismo actor (que interpretaba a<br />
un latifundista) cuenta: “Mi personaje era siniestro. Se sentaba a ver,<br />
mis que su latifundio, el universo. Entonces tli no sabes si es Dios o el<br />
Demonio: th ves a este latifundista que a veces parece un pobre viejo y<br />
de pronto un chupasangre, el que despuds tiene rollos existenciales, etc.”.<br />
En aquella pieza “habia un contenido -aporta Joan Jara como<br />
espectadora-, llegaba a ser tetrico ver a ese arist6crata deshacikndose en<br />
su silla de ruedas; la decadencia absoluta”.<br />
Victor Jara volvi6 a dirigir otra obra con la Compaliia de 10s<br />
Cuatro el afio 68, seria Entretengamos a Mr. Sloane, del ingk Joe<br />
Orton. Por este trabajo obtuvo el premio a la mejor direcci6n de aquel<br />
afio. Sin embargo, Humberto Duvauchelle Cree que “Victor se nos<br />
revel6 con la obra de Ruiz, porque la obra de Orton era de una lectu-<br />
ra clara tanto <strong>para</strong> 61 como <strong>para</strong> nosotros. .. aristotdica. En cambio,<br />
con DJo aprendimos mucho mis. Victor tuvo muchas dificultades