RVAC Julio-Diciembre 2012 [#18 vol. 2]
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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura<br />
Se trata de que el esfuerzo por superar los límites que imponen los rendimientos<br />
decrecientes del trabajo –que se originan por el crecimiento demográfico<br />
enfrentado a recursos naturales limitados y formas estancadas de<br />
producción– conduzca a la aparición de innovaciones tecnológicas. El progreso<br />
técnico, por lo general, conlleva a una mayor demanda de manufacturas bajo la<br />
forma de medios de producción (bienes intermedios y de capital) por sobre los<br />
requisitos de mantenimiento y aumento de la capacidad de producción. Esto es<br />
así porque las innovaciones tecnológicas suponen, casi siempre, una mayor<br />
utilización de maquinaria y equipos que reemplazan anticipadamente a otros que<br />
se hicieron obsoletos antes del término de su vida útil. Por lo demás, tales incrementos<br />
en la productividad del trabajo es lo que se reconoce como desarrollo<br />
económico (Soza, 1974).<br />
Por otra parte, los aumentos de productividad en el sector primario desplazan,<br />
en términos relativos, mano de obra que busca empleo en otras ocupaciones<br />
y se concentra en áreas urbanas (Hesse, 1969), (Soza, 1974).<br />
Especialmente notable fue el caso de aquellas economías que vieron acrecentadas<br />
sus exportaciones de productos primarios y, consecuentemente, sus ingresos<br />
de divisas. Pero, dado que la elasticidad ingreso de la demanda de<br />
manufacturas es superior a la unidad, estas economías se vieron presionadas<br />
en sus balanzas de pagos por el incremento de la demanda de manufacturas<br />
que suele acompañar a la expansión del ingreso. De esta forma, la industrialización<br />
se hizo una necesidad pues al deseo de desarrollarse económicamente se<br />
añadían las exigencias de crear nuevas fuentes de empleo y de ahorrar divisas<br />
(Hesse, 1969), (Soza, 1974).<br />
La teoría del comercio internacional llevó, en algún momento, a pensar en<br />
que la especialización en la producción en los sectores en los que se tuviesen<br />
ventajas hacía innecesaria la industrialización, al menos para algunos países: en<br />
el intercambio de bienes primarios por manufacturas ambos participantes ganarían;<br />
pero es claro que las ventajas relativas cambian con el desarrollo económico<br />
como consecuencia de la aparición de economías externas y de escala, de la<br />
adquisición de conocimientos y de cambios en la dotación de factores. 1 Pero,<br />
sobre todo, la evidencia empírica ha demostrado que los países que se industrializaron<br />
se enriquecieron y que, en general, se empobrecieron los que se dedicaron<br />
a exportar productos primarios (Soza, 1974), (Rodrick & Rodríguez,<br />
1999), (Auty, R. M. (Editor), 2001), (Maloney, 2002), (Reinert, 2007).<br />
1 Según el modelo de Kaldor (enfoque de Cambridge) el libre comercio bien pudiera dejar<br />
al mundo en una situación aún peor que si hubiese algún tipo de regulación. Produce un<br />
mundo en el que existe un centro de países ricos, especializados en bienes industriales y<br />
una periferia especializada en bienes primarios (Moreno, 2008), (Antúnez, 2010).