Informe central - Prensa Red

Por la vida y la salud del trabajador: Ley de Prevención
Derogar el sistema de
riesgos de trabajo
Por Eduardo Ahamendaburu*
El 24 de octubre último, la
movilización de las centrales
sindicales al Congreso para
rechazar el proyecto oficial de modificación
del sistema de riesgos
del trabajo y apoyar, en el caso de
la CTA, a su propio Anteproyecto
de Ley de Prevención, marcan un
antes y un después en las prácticas
del movimiento obrero en estos
albores del siglo XXI.
El Congreso vallado como respuesta
a la movilización fue el significante
de una democracia mezquina
y el escenario para imponer una
victoria pírrica del oficialismo.
Contra viento y marea, con el
solitario aplauso empresarial y de
la cámara de las A.R.T. y el repudio
de las organizaciones de trabajadores
y colegios de abogados,
impuso sin el debate que amerita
la Ley 26.773 (la 24.557 de 1995
reformada) hundiendo aún más
las raíces del sistema en la matriz
liberal en la que fue gestado en los
años 90.
La Ley en cuestión no legisla sobre
prevención. También es peyorativa
de los derechos elementales a la
vida y la salud, abre la posibilidad
de “negocios” de dudosa ética y
legitimidad por parte de las ART
Mutual (sociedades conformadas
por sindicatos y empresas) y que
lejos de resolver, profundiza las
inconstitucionalidades del sistema
vigente, al eliminar la posibilidad
de los trabajadores para accionar
judicialmente.
Imponer a marcha forzada esta Ley
que sólo atiende la reducción de
los costos empresarios, es sólo un
intento para ganar tiempo ante la
muerte anunciada del sistema de
riesgos del trabajo. Estrategia sólo
entendible por el terror a perder
una fuente de negocios de más
de 12.700 millones de dólares
anuales y por la premura que impuso
la iniciativa de la CTA con su
Anteproyecto integral de prevención
y reparación sustentado por el
Diputado Víctor de Gennaro. (foto)
Ese Anteproyecto, a través de las
presentaciones y debates que se
desarrollaron a lo largo y a lo ancho
del país, generó espacios democráticos
de discusión y de elaboración,
que trascendiendo los límites de la
Central, fueron abriendo espacios
inéditos hacia la construcción
de una democracia participativa.
Basado en una filosofía absolutamente
contrapuesta al aprobado,
consagra la universalidad de derechos,
cualquiera sea la situación
de registro laboral, la integración al
sistema de la seguridad social y el
desarrollo de políticas nacionales
de prevención de enfermedades
y accidentes de origen laboral,
incorporando innovadoramente los
riesgos psicosociales. Asimismo,
concibe la participación colectiva,
activa y solidaria de los trabajadores
en la elaboración y ejecución
de dichas políticas, ya no tan sólo
como derecho inalienable sino
como necesidad metodológica y
premisa para su eficacia, por lo
que propugna la institución de los
Delegados de Prevención bajo el
marco irrestricto de la democracia
sindical y de los Comités Mixtos.
Establece, además, la obligatoriedad
de la discusión de cláusulas
sobre condiciones y medio ambiente
de trabajo en la negociación paritaria,
como requisito inexcusable
para la homologación de convenios
colectivos. En lo reparativo de
daño, obliga a la inmediatez, la
calidad y la eficacia.
Se podrá aducir que la movilización
del 24 de octubre no es representativa
del clima generalizado entre
los trabajadores; sin embargo, el
hecho de que el tema haya sido
asumido por centrales sindicales,
no es un dato menor que pueda
soslayarse. Las condiciones y
el medio ambiente de trabajo
comienzan a dejar de ser un
UMBRALES - CRÓNICAS DE LA UTOPÍA - 15
tema de “expertos” que “cuidan”
a los trabajadores. Ese día, las
organizaciones sindicales dieron un
primer paso hacia su integración en
la estrategia sindical, poniendo un
límite a la dictadura de mercado,
a las políticas flexibilizadoras del
empleo y a la renuncia a cláusulas
convencionales, ganadas en la lucha
histórica del movimiento obrero
argentino.
Un sistema senil y agonizante que
muestra en sus estadísticas tan
sólo 800 muertes anuales, frente
a las más de 7.500 que realmente
ocurren (de acuerdo a estudios
estadísticos, a falta de registros
epidemiológicos), que mal atiende
a tan sólo el 50% de la población
económicamente activa, que niega
la existencia de las enfermedades
de origen laboral y cuya mirada
está puesta en el lucro empresario
ha encontrado un lozano contrincante,
que lejos de concebir una
democracia enconsertada y delegativa,
busca su cauce dentro de
las organizaciones de trabajadores.
Transformada en plan de acción
político, anuncia la Argentina por
venir. n
*Secretario de Formación de la
Mesa Ejecutiva Provincial de la CTA
Provincia de Córdoba
Presidente del Instituto de Salud
Laboral y Medio Ambiente (ISLyMA)
La Ley en
cuestión no
legisla sobre
prevención.
También es
peyorativa de
los derechos
elementales
a la vida y la
salud, abre la
posibilidad de
“negocios”
de dudosa
ética y legitimidad
por
parte de las
ART Mutual.