Modulo Dos: Antología para el Estudiante - dgespe
Modulo Dos: Antología para el Estudiante - dgespe
Modulo Dos: Antología para el Estudiante - dgespe
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Para esto, todos los días durante la estación primaveral se dedicaba a cruzar <strong>el</strong> polen de<br />
distintas plantas, protegiendo después cada flor, con lo cual impedía una nueva<br />
polinización. Cuando las vainas maduraban recogía cuidadosamente las semillas,<br />
sembrándolas en la siguiente primavera <strong>para</strong> observar los resultados, los cuales anotaba<br />
pacientemente. Como cruzaba cepas o líneas de plantas con caracteres diferentes (rojas<br />
con blancas; altas con enanas), a los descendientes los llamó híbridos, y a sus<br />
experimentos los denominó de hibridación.<br />
Actualmente reservamos <strong>el</strong> término de híbridos a los descendientes de individuos<br />
de especies diferentes. Una especie está formada por <strong>el</strong> conjunto de individuos que tienen<br />
características muy similares y que, por lo mismo pueden entrecruzarse <strong>para</strong> producir<br />
descendientes fértiles o sea, que pueden seguir reproduciéndose. Los híbridos, en<br />
cambio, son estériles casi siempre, tal como ocurre con la mula, que proviene de un cruce<br />
de yegua con burro o con <strong>el</strong> burdégano, que desciende de un caballo y una burra.<br />
Mend<strong>el</strong> presentó los resultados de sus experimentos en una disertación sostenida la<br />
noche invernal d<strong>el</strong> 8 de febrero de 1865 en la sociedad de Brno <strong>para</strong> <strong>el</strong> estudio de las<br />
Ciencias Naturales, ante unos cuarenta miembros que no se dieron cuenta de la<br />
trascendencia de sus hallazgos. El trabajo fue publicado <strong>el</strong> mismo año en los Anales de la<br />
sociedad, pero corrió idéntica suerte que la presentación: fue ignorado por la comunidad<br />
científica de entonces.<br />
Mend<strong>el</strong> falleció <strong>el</strong> 6 de enero de 1884, todavía experimentando en su jardín, rodeado d<strong>el</strong><br />
afecto de sus estudiantes y f<strong>el</strong>igreses, quienes nunca sospecharon que habían conocido a<br />
un gran científico.<br />
Desde tiempos inmemorables <strong>el</strong> hombre se había dado cuenta de la asombrosa<br />
multiplicidad y diversidad de formas de los seres vivientes. En <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o, tras los<br />
matorrales, se esconden lagartijas, arañas, cruzan ratas, se arrastran gusanos y<br />
lombrices de tierra, desfilan ordenadas las hormigas y raptan voluptuosas las serpientes<br />
voraces. En <strong>el</strong> aire, las mariposas fungen como joyas doradas, pululan diminutos,<br />
vocingleros insectos, zumban de vez en cuando las abejas liban <strong>el</strong> néctar suspendido<br />
aerodinámicas vistosos colibrís, y en la tarde cruzan <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o bandadas errabundas de<br />
pájaros cantores.<br />
El lago nos sorprende con sus extrañas formas vegetales, sus escamados peces y sus<br />
finas libélulas. En <strong>el</strong> mar, bajo la espuma iridiscente, se esconden anémonas, corales y<br />
monstruosos cetáceos.<br />
Pero <strong>el</strong> hombre también había intentado penetrar <strong>el</strong> enigma de la herencia y se<br />
había preguntado por qué de los perros sólo nacen cachorros, las yeguas originan potros,<br />
no jirafas, y de las vacas nacen terneros y no cabras.<br />
Seis siglos antes de Cristo los filósofos jónicos creyeron que los organismos vivos<br />
se originaron en los lodos d<strong>el</strong> mar. Aristót<strong>el</strong>es sostuvo que los animales surgían no sólo<br />
de otros animales, sino también de la materia inerte por la acción de los cuatro <strong>el</strong>ementos<br />
que, según él constituían <strong>el</strong> mundo: aire, agua, fuego y tierra. Así afirmó que las<br />
luciérnagas surgieron d<strong>el</strong> rocío y los ratones de la humedad d<strong>el</strong> su<strong>el</strong>o. Durante la edad<br />
media esta idea de la generación espontánea estuvo en boga y se decía que <strong>el</strong> agua<br />
Página66