Japón: la evolución de un siglo; The UNESCO ... - unesdoc - Unesco
Japón: la evolución de un siglo; The UNESCO ... - unesdoc - Unesco
Japón: la evolución de un siglo; The UNESCO ... - unesdoc - Unesco
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Foto © Museo Guimet, Pan Foto Embajada <strong>de</strong>l <strong>Japón</strong> en París<br />
parecía haber, muchas cosas nuevas<br />
para nosotros, especialmente el capí¬<br />
tulo sobre electricidad.<br />
Todo lo que sabíamos entonces <strong>de</strong><br />
electricidad venía <strong>de</strong> menciones frag¬<br />
mentarias <strong>de</strong>l tema en los textos<br />
ho<strong>la</strong>n<strong>de</strong>ses. Pero ese libro nuevo,<br />
proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Europa, contenía <strong>un</strong>a<br />
explicación completa basada en los<br />
recientes <strong>de</strong>scubrimientos <strong>de</strong> Faraday,<br />
el gran físico inglés, y tenía hasta el<br />
diagrama <strong>de</strong> <strong>un</strong>a pi<strong>la</strong> eléctrica. A <strong>la</strong><br />
primera mirada que le eché, me em¬<br />
bargó <strong>un</strong>a emoción prof<strong>un</strong>da.<br />
¡Es <strong>un</strong> libro estupendo! exc<strong>la</strong>¬<br />
mé. ¿Cuánto tiempo cree Vd. que<br />
podamos tenerlo en nuestras manos?<br />
Bueno replicó Ogata me<br />
dijeron que mi señor se quedará en<br />
Osaka dos días. Supongo que no ten¬<br />
drá inconveniente en que nos que<strong>de</strong>¬<br />
mos con el libro hasta que se marche.<br />
Me gustaría que mis amigos pu¬<br />
dieran verlo también le expliqué,<br />
y regresé con el volumen al dormi¬<br />
torio colectivo <strong>de</strong>l colegio.<br />
¡Miren esto!<br />
Los muchachos se levantaron todos<br />
a <strong>un</strong>a y se agruparon en torno a mí<br />
y a! libro con <strong>la</strong> misma avi<strong>de</strong>z que yo<br />
<strong>de</strong>bo haber mostrado al ponerlo<br />
Osaka en mis manos. Dos o tres <strong>de</strong><br />
los mayores, al hab<strong>la</strong>r luego <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
cuestión, <strong>de</strong>cidieron j<strong>un</strong>to conmigo<br />
sacar <strong>un</strong>a copia.<br />
Miren dijimos a los <strong>de</strong>más.<br />
Echar <strong>un</strong> vistazo al libro nada<br />
más que <strong>un</strong> vistazo no servirá <strong>de</strong> mu¬<br />
cho. Tenemos que copiarlo entre todos.<br />
Pero ¡copiar <strong>un</strong> volumen <strong>de</strong> mil pá¬<br />
ginas! Decidimos hacer so<strong>la</strong>mente el<br />
capítulo final, que trata <strong>de</strong> electricidad.<br />
Si hubiéramos podido <strong>de</strong>stripar el libro<br />
y repartir el trabajo <strong>de</strong> copia entre los<br />
cuarenta o cincuenta «hombres <strong>de</strong><br />
pluma fina» que había en <strong>la</strong> escue<strong>la</strong>,<br />
ésta habría podido guardar el texto<br />
completo. Pero no se podía ni pensar<br />
siquiera en someter <strong>la</strong> posesión <strong>de</strong>l<br />
noble caballero a semejante masacre.<br />
De cualquier modo, trabajamos a todo<br />
vapor; los estudiantes hicieron bien<br />
<strong>la</strong>s veces <strong>de</strong> copistas expertos. Uno<br />
leía en alta voz y otro tomaba el dic¬<br />
tado: cuando se cansaba y empezaba<br />
a escribir con. lentitud venía otro que ya<br />
estaba listo esperando con su pluma<br />
y el primero se iba a dormir, fuera <strong>de</strong><br />
mañana, <strong>de</strong> tar<strong>de</strong> o <strong>de</strong> noche.<br />
Así, trabajando <strong>la</strong>s veinticuatro horas<br />
<strong>de</strong>l día, inclusive <strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong>s comidas,<br />
terminamos el capítulo en el tiempo<br />
<strong>de</strong> que disponíamos, y <strong>la</strong> sección<br />
sobre electricidad cerca <strong>de</strong> trescien¬<br />
tas páginas con los diagramas<br />
quedó con nosotros en manuscrito.<br />
Finalmente lo leímos comparándolo<br />
con el texto por si había correcciones<br />
que hacer, mientras <strong>la</strong>mentábamos no<br />
haber tenido tiempo para <strong>la</strong>s otras<br />
partes. Pero nos consi<strong>de</strong>rábamos afor¬<br />
t<strong>un</strong>ados por habernos quedado con él<br />
esos dos días, y al llegar el momento<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> partida <strong>de</strong>l Señor Kuroda <strong>un</strong>o<br />
a <strong>un</strong>o nos fuimos pasando el libro, y<br />
lo tocamos con afecto <strong>de</strong>spidiéndonos<br />
<strong>de</strong> él como si nos separáramos <strong>de</strong> <strong>un</strong><br />
pariente. Luego, al <strong>de</strong>cirnos Sensei<br />
Ogata que el Señor Kuroda había<br />
pagado ochenta ryo por aquel ejem¬<br />
p<strong>la</strong>r, nos quedamos estupefactos. El<br />
precio estaba tan lejos <strong>de</strong> lo que po¬<br />
díamos atrevernos a pensar, que n<strong>un</strong>ca<br />
habría surgido en nosotros el <strong>de</strong>seo o<br />
<strong>la</strong> ambición <strong>de</strong> adquirir semejante te¬<br />
soro.<br />
SIGUE A LA VUELTA<br />
13