socialismo
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EPILOGO<br />
Notas preliminares.<br />
El rasgo característico de esta época de dictadores, guerras y revoluciones<br />
consiste en su prejuicio anticapitalista. La mayoria de los gobiernos<br />
y de los partidos politicos están ansiosamente dispuestos a limitar<br />
la esfera en que se desarrollan la iniciativa individual y la empresa<br />
libre. Es un dogma que casi no se discute el que el capitalismo ha terminado<br />
su misión y que el advenimiento de una regimentación integral<br />
de las actividades económicas es a la vez inevitable y muy de desearse.<br />
A pesar de ello, el capitalismo aún da señales de gran vigor en el<br />
hemisferio occidental. La producción del régimen capitalista ha hecho<br />
notables adelantos, inclusive en estos últimos años. Los métodos de<br />
producción progresaron considerablemente y los consumidores han recibido<br />
efectos mejores y más baratos y otros muchísimos articulos de<br />
que no se tenía idea sino hasta hace poco tiempo. Muchos países han<br />
ampliado el tamaño de sus instalaciones industriales y mejorado la calidad<br />
de sus manufacturas. A pesar de la política anticapitalista de todos<br />
los gobiernos y de casi todos los partidos políticos, el modo de producción<br />
del sistema capitalista sigue llenando la función social de abastecer<br />
a los consumidores, como se dijo, con efectos mejores, más baratos<br />
y en mayor cantidad.<br />
No hay que atribuir a mérito de los gobiernos, de los hombres de<br />
Estado y de los jefes de los sindicatos obreros, el hecho de que se haya<br />
elevado el nivel de vida de los países donde impera el principio de la<br />
propiedad privada de los medios de producción. La circunstancia de<br />
que la mayor parte de las familias de los Estados Unidos de América<br />
sean dueñas de un automóvil o de un aparato de radio, no debe anotarse<br />
en el crédito de las oficinas y grupos burocráticos, sino en el crédito de<br />
los grandes negocios. El aumento del consumo per capite en los países<br />
americanos, comparado con las condiciones que prevalecían hace un<br />
cuarto de siglo, no es el resultado de leyes o decretos oficiales; es obra<br />
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