JUDAS DE KERIOT - Difusión obra María Valtorta
JUDAS DE KERIOT - Difusión obra María Valtorta
JUDAS DE KERIOT - Difusión obra María Valtorta
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
entenderá mejor y te servirá mejor, sobre todo si te ama mejor‖. Jesús: ―Exacto. Lo has dicho<br />
bien. Pero el amor no está en proporción con la instrucción, y ni siquiera con la educación. Uno<br />
que jamás ha amado y ama por vez primera, ama con toda la fuerza de ese primer amor suyo. Lo<br />
mismo sucede con el primer amor del pensamiento. El amado penetra, se imprime más en un<br />
corazón y en un pensamiento donde antes jamás había habido otro amor, que en aquel en quien<br />
ha habido ya otros amores. Pero, Dios dispondrá... ■ Oye, Juan. Te ruego que seas amigo suyo.<br />
Mi corazón tiembla de ponerte a ti, cordero sin trasquilar, junto al experto de la vida; pero, por<br />
otra parte, se calma, porque sabe que tú serás, sí, cordero, pero también águila y si el experto<br />
quiere hacerte tocar el suelo, siempre fangoso, sabrás librarte de él y querer solo el azul y el sol.<br />
Por eso te ruego que... conservándote tal cual eres, seas amigo de mi nuevo discípulo, que no<br />
será muy estimado por Simón Pedro ni tampoco por otros, para que le transmitas tu corazón...‖.<br />
Juan: ―¡Maestro! Pero... ¿no bastas Tú?‖. Jesús: ―Yo soy el Maestro. A Mí no se me dirá todo.<br />
Tú eres el condiscípulo, un poco más joven, con quien será más fácil abrirse. No te digo que me<br />
repitas lo que él te diga. Odio a los espías y traidores. Pero te ruego le evangelices con tu fe y<br />
caridad y con tu pureza. Es una tierra contaminada con aguas muertas; hay que secarla con el sol<br />
del amor, purificarla con la honestidad del pensamiento, deseos y <strong>obra</strong>s, cultivarla con la fe.<br />
Puedes hacerlo‖. Juan: ―Si Tú dices que lo pueda hacer, lo haré por amor a Ti.‖ Jesús: ―Gracias,<br />
Juan‖.<br />
* La consabida bolsa del desconocido de Cafarnaúm.-El nombre del nuevo discípulo.-<br />
Noticias de Tomás: por la vía del mar, va al encuentro de Felipe y Bartolomé. “Siendo de<br />
caracteres tan diferentes, el amor por la causa de Dios debe uniros... Tú, Juan, en nuestra<br />
familia, eres la paz amorosa del Mesías de Dios”.- ■ Juan dice: ―Maestro, has mencionado a<br />
Simón Pedro. Y ahora me acuerdo de lo que ante todo tenía que decirte. La alegría de oírte<br />
me lo había alejado del pensamiento. Después de volver a Cafarnaúm, pasada la fiesta de<br />
Pentecostés, encontramos la consabida suma de ese desconocido (1). El niño se la había<br />
llevado a mi madre. Yo se la di a Pedro y él me la devolvió diciendo que la usase un poco<br />
para el regreso y la estancia en Doco y que el resto te lo trajera a Ti para lo que pudieras<br />
necesitar... porque también Pedro pensaba que éste es un lugar incómodo... Pero Tú dices que<br />
no... Yo sólo he sacado dos denarios para dos pobrecillos que encontré cerca de Efraín. Por lo<br />
demás, me he mantenido con lo que me había dado mi madre y lo que me han dado algunas<br />
buenas personas a las que he predicado tu Nombre. Aquí tienes la bolsa‖. Jesús: ―Se la<br />
distribuiremos mañana a los pobres. Así también Judas aprenderá nuestras costumbres‖. ■ Juan:<br />
―¿Ha venido tu primo? ¿Cómo se las ha arreglado para darse tanta prisa? Estaba en Nazaret<br />
y no me habló de partir...‖.Jesús: ―No. Judas es el nuevo discípulo. Es de Keriot. Tú le has<br />
visto por Pascua, aquí, la tarde de la curación de Simón. Estaba con Tomás‖. Juan: ―¡Ah!<br />
¿es él?‖. — Se le nota un poco turbado a Juan. Jesús: ―Es él. ■ ¿Y Tomás qué hace?‖. Juan:<br />
―Ha obedecido lo que habías dicho, dejando a Simón Cananeo y yendo por la vía del mar al<br />
encuentro de Felipe y Bartolomé‖. Jesús: ―Sí, quiero que os améis sin preferencias, ayudándoos<br />
mutuamente, comprendiéndoos mutuamente. Nadie es perfecto, Juan. Ni los jóvenes ni los<br />
viejos. Pero si tenéis buena voluntad llegaréis a la perfección; lo que os falte lo pondré Yo.<br />
Vosotros sois como los hijos de una santa familia. En ella hay muchos caracteres<br />
distintos. Uno es fuerte; el otro, dulce o valiente o tímido o impulsivo o muy cauto. Si<br />
todos fuerais iguales, seríais una fuerza en un solo temperamento, pero estaríais<br />
incompletos en todos los demás; mientras que así formáis una unión perfecta porque os<br />
completáis unos a otros. El amor os une --debe uniros--, el amor por la causa de Dios‖. Juan:<br />
―Y por Ti, Jesús‖. Jesús: ―Primero la causa de Dios y luego el amor hacia su Mesías‖. Juan:<br />
―Yo... ¿qué soy yo en nuestra familia?‖. Jesús: ―Eres la paz amorosa del Mesías de Dios, ¿estás<br />
cansado, Juan? ¿Quieres regresar? Yo me quedo a orar‖. Juan: ―Yo también me quedo a orar<br />
contigo. Déjame quedarme a orar contigo‖. Jesús: ―Bien, quédate‖. Jesús recita algunos<br />
salmos y Juan le sigue; pero la voz se apaga, y el apóstol se queda dormido con la cabeza<br />
en el regazo de Jesús, que sonríe y extiende su manto sobre los hombros del durmiente y<br />
continúa orando mentalmente. La visión termina así. (Escrito el 4 de Enero de 1945).<br />
··········································<br />
1 Nota : Se trata del publicano Mateo, quien antes de su aceptación como discípulo, fue<br />
enviando a Jesús, de forma anónima, bolsas de dinero, sirviéndose de un niño de Cafarnaúm.<br />
16