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eve historia de las ideas económicas<br />
Detengámonos una vez más en Adam Smith; su<br />
especialidad era lo que en su época se denominaban las<br />
ciencias morales, que abarcaban un enorme campo: lo<br />
que hoy es la Teología, la Moral e incluso lo que en ese<br />
entonces se llamaba Teología Natural y hoy llamaríamos<br />
Astrofísica.<br />
Y por supuesto que esto no es un capricho, es<br />
simplemente porque si acordamos que es la ciencia que<br />
estudia como se generan y como se distribuyen los bienes<br />
obviamente es una ciencia ético-moral.<br />
Estamos hablando de la maldición bíblica con que<br />
Dios expulso a Adán del Paraíso: Ganaras el pan con el<br />
sudor de tu frente.<br />
Pero desde entonces hasta hoy, (y han pasado<br />
varios miles de años), los algunos se las han arreglado para<br />
ganarse el pan con el sudor de la frente de los otros.<br />
Por eso es que es una ciencia con contenido ético.<br />
A esta sencilla razón se debe que quienes primero<br />
enfrentaron el interrogante fundacional de nuestra disciplina<br />
fueron filósofos.<br />
Esto fue así hasta que se produjo el gran desbalance<br />
en la teoría con el nacimiento de la Escuela Neoclásica, por<br />
razones que ya apuntamos someramente y que luego<br />
trataremos de desarrollar.<br />
De eso se trata: de cómo se reparten los esfuerzos y<br />
los resultados de esos esfuerzos en la humanidad.<br />
Y es un tema tan vigente que podemos decir con<br />
certeza que hoy en día la distribución de la riqueza es cada<br />
vez más regresiva o sea que cada vez menos personas se<br />
quedan con una mayor parte del excedente social.<br />
Y no solo es así, sino que además el hombre ha<br />
diseñado y puesto en vigencia un sistema de organización<br />
social que por primera vez en la historia humana excluye a<br />
un porcentaje significativo de sus miembros. Y a<br />
pesar de esto logra reproducirse y perpetuarse.<br />
Y cuando decimos perpetuarse no lo decimos porque<br />
pensemos que éste sea eterno, dado que como vamos,<br />
guillermo luis luciano<br />
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