10.05.2013 Views

ii concurso de relatos punto de libro

ii concurso de relatos punto de libro

ii concurso de relatos punto de libro

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

tren estaba vacío. Y mientras tanto continuaba avanzando a toda<br />

velocidad.<br />

Próxima estación, Esperanza.<br />

Aún sabiendo que algo sobrenatural <strong>de</strong>bía estar sucediendo, mi<br />

miedo se concentró en algo mucho más urgente. El tren había<br />

pasado ya dos estaciones sin <strong>de</strong>tenerse, y la velocidad que llevaba<br />

era muy superior a lo habitual. Eso provocaría inevitablemente<br />

una colisión con el tren que nos precedía. Así que por el<br />

momento me concentré en resolver ese problema. Mas a<strong>de</strong>lante<br />

tendría tiempo <strong>de</strong> averiguar qué había sucedido con el resto <strong>de</strong><br />

los pasajeros... si conseguía evitar que el tren se estrellase.<br />

Observé a mi alre<strong>de</strong>dor, como esperando encontrar una varita<br />

mágica y, ciertamente, lo que vi me pareció casi un milagro. Me<br />

di cuenta <strong>de</strong> que justo a mi izquierda tenia el tirador para activar<br />

la alarma. Pensé que si tiraba <strong>de</strong> él unos segundos antes <strong>de</strong> que el<br />

tren fuese a llegar a la siguiente estación conseguiría <strong>de</strong>tenerlo,<br />

salir al andén y pedir ayuda. Puse la mano <strong>de</strong>recha en el tirador y<br />

ro<strong>de</strong>e con mi brazo izquierdo una barra para intentar no caerme<br />

cuando el tren se frenase en seco. Esperé unos segundos y<br />

cuando vi aproximarse las luces <strong>de</strong> la estación cerré los ojos y tire<br />

fuertemente <strong>de</strong>l aparato <strong>de</strong> alarma. Esperé.<br />

Próxima estación, Arturo Soria.<br />

Abrí los ojos consciente <strong>de</strong> que todo era inútil. A pesar <strong>de</strong> que<br />

había vuelto a tirar <strong>de</strong> la alarma un par <strong>de</strong> veces, el tren seguía<br />

avanzando, y su velocidad era cada vez mayor. No tenía<br />

escapatoria. Estaba viajando completamente solo en un ataúd<br />

con ruedas y no había modo <strong>de</strong> salir <strong>de</strong> él. O tal vez sí lo había.<br />

Mire hacia el suelo, justo en el lugar don<strong>de</strong> había estado<br />

sentado un minuto antes. Allí estaba aún mi mochila, <strong>de</strong> la que<br />

me había <strong>de</strong>sentendido completamente, y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ella seguiría<br />

mi portátil. No era un mo<strong>de</strong>lo mo<strong>de</strong>rno, ni especialmente liviano.<br />

En realidad era un armatoste que pesaba más <strong>de</strong> dos kilos.<br />

113

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!