10.05.2013 Views

ii concurso de relatos punto de libro

ii concurso de relatos punto de libro

ii concurso de relatos punto de libro

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

en quedarse en el condado. No quiere abandonarlo, lleva<br />

<strong>de</strong>masiado tiempo viviendo aquí.<br />

-Al fin y al cabo es su <strong>de</strong>cisión -dijo el señor Scott-. Podrá<br />

trabajar en la granja <strong>de</strong> Thomas Horton; hablé hace dos semanas<br />

con él y me dijo que podría quedarse allí.<br />

La familia Scott se iba a marchar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una semana a la<br />

ciudad, pues el señor Scott había conseguido un importante<br />

cargo público. El matrimonio sentía mucho tener que abandonar<br />

el gran caserón, pues había sido el hogar <strong>de</strong> varias generaciones<br />

Scott, pero, sobre todo lo sentía por su hija Anne, que amaba la<br />

gran casa y todo lo que había en su interior: los largos pasillos,<br />

llenos <strong>de</strong> puertas, alumbrados por can<strong>de</strong>labros <strong>de</strong> bronce, la<br />

infinidad <strong>de</strong> lugares idóneos para escon<strong>de</strong>rse…, pero no quedaba<br />

más remedio. Anne, a<strong>de</strong>más, tendría que separarse <strong>de</strong> Jorge, uno<br />

<strong>de</strong> los criados, que era su mejor amigo y la persona con quien<br />

más tiempo pasaba.<br />

Aquella tar<strong>de</strong>, Anne se había encerrado en una habitación con<br />

la intención <strong>de</strong> no salir <strong>de</strong> allí en lo que quedaba <strong>de</strong> día.<br />

Tristemente, miraba por la ventana cómo el día se iba haciendo<br />

cada vez más gris y cómo la niebla bajaba sigilosa hacia<br />

Whitcross. Jorge entró en la habitación. Era un hombre mayor,<br />

alto y <strong>de</strong>lgado, vestido <strong>de</strong> negro, que cuando estaba fuera <strong>de</strong> la<br />

casa solía llevar puesto un sombrero verdoso <strong>de</strong> ala ancha. Nadie<br />

lo sabía con exactitud, pero se <strong>de</strong>cía que Jorge provenía <strong>de</strong> algún<br />

lugar <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong> Europa, junto al Mediterráneo.<br />

-¡Rey Jorge! -gritó Anne al verle.<br />

-Señorita, ¿Qué hace aquí encerrada con esa cara tan huraña?<br />

Anne escondió su cara entre los brazos.<br />

-No quiero irme -se lamentó-, la ciudad es un sitio horrible.<br />

-Vamos señorita -dijo el anciano acercándose- no pue<strong>de</strong> saberlo<br />

porque nunca ha vivido allí.<br />

-Pero en la nueva casa no habrá ninguna habitación como esta.<br />

Jorge miró a su alre<strong>de</strong>dor. Se encontraban en una gran sala <strong>de</strong><br />

techo alto que tenía una vitrina llena <strong>de</strong> botellas <strong>de</strong> cristal,<br />

algunas butacas cuyas patas acababan en forma <strong>de</strong> garra y dos<br />

cómodas con espejos. La poca luz que entraba por el ventanal<br />

66

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!