ii concurso de relatos punto de libro
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ZARAUTZ 2012<br />
Ramón Zarragoitia Mezo<br />
Publicado en el nº 26, en noviembre <strong>de</strong> 2012<br />
Sábado. Mediados <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> este mismo año. País Vasco.<br />
Zarautz; una villa <strong>de</strong> las muchas que miran al siempre encrespado<br />
Mar Cantábrico. Atrás quedan las fiestas: Navidad, Año Nuevo y<br />
Reyes. La pequeña ciudad recupera con pereza el tono <strong>de</strong> diario:<br />
todos los comercios están abiertos, no quedan adornos en los<br />
escaparates y pocos son los que continúan lamentando su mala<br />
suerte en la Lotería.<br />
Gorka camina por las estrechas callejas <strong>de</strong>l casco antiguo. Está<br />
lloviendo. Sujeta un paraguas con la mano <strong>de</strong>recha. En la<br />
izquierda carga con un pequeño mone<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> cuero y una<br />
carpeta <strong>de</strong> cartón marrón con elásticos. Amaia, su asistenta, se los<br />
ha <strong>de</strong>jado olvidados la víspera al terminar la limpieza y marcharse<br />
con prisas <strong>de</strong> Etxe-Zuri; el caserón don<strong>de</strong> él vive. Gorka se<br />
apresura. Se siente extraño recorriendo solo la ciudad. Esquiva<br />
un gran charco en el centro <strong>de</strong> la calzada <strong>de</strong> pavés, allí don<strong>de</strong> el<br />
sumi<strong>de</strong>ro obstruido con papeles y pedazos <strong>de</strong> plástico no es<br />
capaz <strong>de</strong> evacuar el agua <strong>de</strong> lluvia. Se acerca al escaparate <strong>de</strong> una<br />
inmobiliaria. Dobla el pronunciado cantón <strong>de</strong> arenisca en que<br />
termina la fachada y a su izquierda, a poco más <strong>de</strong> veinte pasos,<br />
distingue cerrado el portal <strong>de</strong> Amaia en el encuentro con la calle<br />
Zigordia. El piso es el segundo <strong>de</strong>recha. Lo sabe bien. Le faltan<br />
aún unos metros para alcanzar el telefonillo. Avanza con paso<br />
ligero. Está llegando cuando, <strong>de</strong> pronto, la puerta se abre con<br />
brusquedad y un hombre moreno abandona el edificio corriendo.<br />
La pesada hoja <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra labrada acabará golpeando en la pared<br />
<strong>de</strong>l oscuro zaguán, pero el joven no se <strong>de</strong>tiene. Lleva baja la<br />
cabeza y <strong>de</strong>speja el camino con su codo <strong>de</strong>recho. Por <strong>de</strong>sgracia,<br />
va a chocar contra Gorka, quien lo ha reconocido: se trata <strong>de</strong><br />
XXX, el siniestro marido <strong>de</strong> Amaia. El viejo profesor <strong>de</strong> Química<br />
tiene <strong>de</strong> pronto una corazonada. Recuerda que el matrimonio <strong>de</strong><br />
su empleada es famoso por los altibajos. Le consta una <strong>de</strong> las<br />
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