ii concurso de relatos punto de libro
ii concurso de relatos punto de libro
ii concurso de relatos punto de libro
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>de</strong> las pare<strong>de</strong>s, hermanito.<br />
Pedacitos <strong>de</strong> cerebro. Alguien lo mencionó cuando aquel chico<br />
se suicidó poniéndose un rifle en la boca. Su padre lo guardaba<br />
en un altillo, por los coyotes. El hijo se <strong>de</strong>sesperó y se mató.<br />
También era verano, también estaría empapado como yo.<br />
-¡Termina <strong>de</strong> una vez!<br />
Mi hermano agarró la pistola, sus <strong>de</strong>dos se tensaron. Pulsó el<br />
gatillo y el arma hizo un clic sordo. Ninguna bala atravesó su<br />
cerebro. Ningún pedacito <strong>de</strong> carne caliente por recoger.<br />
-Te toca –<strong>de</strong>slizó el arma hasta mi alcance.<br />
La cogí con escrúpulo y la puse sobre mi sien. Ni siquiera el<br />
acero estaba frío. Tanto calor, tanto sudor y tanta sed. Quise<br />
levantarme para tomar un baño, pero mis zapatillas se habían<br />
pegado al suelo. Una gran mancha viscosa crecía alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong><br />
mis pies. “Lo que faltaba” –pensé al <strong>de</strong>scubrir la cabellera <strong>de</strong> mi<br />
madre <strong>de</strong>sparramada sobre el pavimento. “Seguro que luego me<br />
tocará limpiar la mierda ésa…” La pistola en la sien, el calor, el<br />
sudor, la sed, la gran mancha viscosa, una sola bala liberadora.<br />
Cerré los ojos, apreté los dientes y apreté el gatillo.<br />
64