10.05.2013 Views

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

A <strong>los</strong> hermanos que ocupan puestos de responsabilidad 253<br />

afirman? ¿No podrían otros hombres, que dan tanta evidencia como<br />

el<strong>los</strong> de que el Señor <strong>los</strong> guía y les enseña, descubrir alguna declaración<br />

en el trabajo de estos señores que no concuerda plenamente<br />

con el punto de vista de el<strong>los</strong>, y ordenarles que la eliminen?<br />

¿No ha sido suficiente nuestra experiencia pasada en estas cosas?<br />

¿Aprenderemos alguna vez las lecciones que Dios quiere que<br />

aprendamos? ¿Nos daremos cuenta alguna vez de que nadie nos ha<br />

encomendado las conciencias de <strong>los</strong> hombres? Si habéis nombrado<br />

comisiones <strong>para</strong> que realicen la obra que se ha estado haciendo<br />

durante años en Battle Creek, disolvedlas, y recordad que Dios, el<br />

Dios infinito, no ha puesto a nadie en el sitio que el<strong>los</strong> ocuparon en<br />

Minneápolis y que han ocupado desde entonces.<br />

No podemos ser conciencia de nuestros hermanos<br />

Me preocupa mucho que <strong>los</strong> hombres pretendan ser conciencia<br />

de sus semejantes. Apartaos del camino y permitid que Dios maneje<br />

sus propios instrumentos. Algunos han hecho una obra por la<br />

cual Dios <strong>los</strong> llamará a cuenta. Les preguntará: “¿Quién puso esa<br />

responsabilidad en las manos de ustedes?”<br />

No me siento libre de poner mis escritos en manos de hombres<br />

que creen que su tarea consiste en desempeñar el papel de censores<br />

de sus hermanos. Hermanos míos, que ocupáis cargos de confianza,<br />

¿no percibiréis vuestras propias deficiencias y no os pondréis toda<br />

la armadura de justicia? ¿No vigilaréis ni criticaréis tan minucio- [296]<br />

samente vuestros propios espíritus, caracteres y palabras, como lo<br />

hacéis con <strong>los</strong> demás, no sea que deshonréis a Dios y presentéis su<br />

verdad en forma distorsionada? Vuestro discernimiento se agudizaría<br />

muchísimo si lo hicierais. La verdad, la Palabra viviente, sería<br />

como fuego en vuestros huesos, <strong>para</strong> resplandecer nítida e inconfundiblemente<br />

y representar a Cristo ante el mundo. “Así alumbre<br />

vuestra luz delante de <strong>los</strong> hombres, <strong>para</strong> que vean vuestras buenas<br />

obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en <strong>los</strong> cie<strong>los</strong>”.<br />

¿No se da cuenta ninguno de <strong>los</strong> que quieren ser censores adónde<br />

van al pretender controlar a <strong>los</strong> demás? ¿Dónde quedó su clara visión<br />

espiritual? ¿Cómo pudieron ver la mota en el ojo de un hermano,<br />

mientras tenían una viga en el propio? ¡Oh, si alguna vez hubo un<br />

templo en la tierra que necesitó purificación, las instituciones de

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!