10.05.2013 Views

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

[332]<br />

282 <strong>Testimonios</strong> <strong>para</strong> <strong>los</strong> <strong>Ministros</strong><br />

¿Queremos saber cómo agradar mejor al Salvador? No lo haremos<br />

dando discursos políticos, ora sea en el púlpito o fuera del<br />

púlpito, sino considerando con temor y temblor toda palabra que<br />

pronunciamos. Donde la gente se reúne <strong>para</strong> adorar, no se hable<br />

una palabra que distraiga la mente del gran interés central: Jesucristo,<br />

y éste crucificado. El mensaje del tercer ángel ha de ser el<br />

tema central de nuestra amonestación. No debemos entremeternos<br />

en asuntos secundarios. La preocupación de la obra es: Predica la<br />

palabra. Hay quienes han adquirido experiencia en predicar y trabajar<br />

por la salvación de las almas por las cuales Cristo ha dado su<br />

preciosa vida. La obra es la empresa especial que ha de absorber<br />

a todo aquel que alimenta al rebaño de Dios. Estamos ahora en un<br />

tiempo en que se oirán voces: “Este es el camino, andad por este<br />

sendero”. Pero el Señor Jesús dice: “Sígueme tú”. “El que me sigue,<br />

no andará en tinieblas”. La salvación de las almas ha de ser nuestra<br />

tarea personal, y nada es de una importancia suficiente como <strong>para</strong><br />

distraer nuestra mente de ella. Cristo vino a nuestro mundo a salvar<br />

almas, a difundir la luz en medio de las tinieblas morales. Una voz<br />

viva se oye proclamar: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”.<br />

Dejad a un lado la política<br />

Me he sorprendido de ver a hombres que pretenden creer la<br />

verdad <strong>para</strong> este tiempo, totalmente enfervorizados con respecto a<br />

asuntos... ¿relacionados con el Señor Jesús y <strong>los</strong> intereses eternos?<br />

No; sino que parecían estar maravil<strong>los</strong>amente enfervorizados con<br />

respecto a la moneda corriente. Algunos pastores se distinguían por<br />

entretejer estos temas en sus sermones. Se estaban enfervorizando,<br />

tomando partido en estos asuntos de <strong>los</strong> cuales el Señor no les<br />

encargó que se ocu<strong>para</strong>n. Estas personas aparentaban tener una<br />

gran medida de suficiencia propia. Pero el<strong>los</strong> mismos no sabían qué<br />

estaban defendiendo. No sabían si estaban defendiendo principios<br />

que se originaban en <strong>los</strong> concilios del cielo o en <strong>los</strong> concilios de<br />

Satanás.<br />

La voz de uno que poseía autoridad habló con gran decisión:<br />

No sabéis de qué espíritu sois. Leed las instrucciones dadas por el<br />

Hijo unigénito de Dios cuando se hallaba rodeado por la columna de<br />

nube. Cuando esa voz se obedezca, no daréis vuestra voz o vuestra

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!