10.05.2013 Views

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Exhortaciones a la verdad y la lealtad 321<br />

su fuente de poder, es uno con Cristo, un colaborador de Dios; y por<br />

medio de este ministro, las almas son convertidas a Jesús.<br />

Toda capacidad proviene de Dios<br />

Hay personas que no son eruditas y que no tienen una gran<br />

dotación de talentos, pero no necesitan desanimarse a causa de<br />

esto. Usen lo que tienen, vigilando fielmente todo punto débil de<br />

su carácter y buscando la gracia divina <strong>para</strong> fortalecerlo. No hay<br />

hombre viviente que tenga facultad o capacidad alguna que no haya<br />

recibido de Dios, y la fuente de la cual vino está abierta <strong>para</strong> el<br />

más débil ser humano. Si se acerca a Dios, la inagotable fuente de<br />

fortaleza, se dará cuenta de que el Señor cumple su promesa. Pero<br />

en esta obra no necesitamos llamar a hombres que están a miles<br />

de kilómetros de distancia <strong>para</strong> que nos ayuden, porque Cristo ha<br />

prometido: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis”.<br />

Dios no ha dado caprichosamente sus talentos a <strong>los</strong> hombres, sino<br />

de acuerdo con la capacidad que él mismo les concedió <strong>para</strong> usar<strong>los</strong>.<br />

Cuanto mayores sean <strong>los</strong> talentos prestados al hombre, mayores<br />

serán las ganancias exigidas. Dios demanda de todo agente humano<br />

que consulte el oráculo divino y se familiarice con su voluntad<br />

expresada sobre todos <strong>los</strong> asuntos, a fin de que por un uso diligente<br />

de <strong>los</strong> talentos que le fueron prestados pueda adquirir otros.<br />

Dios quiere que aprendamos la solemne lección de que estamos<br />

forjando nuestro propio destino. El carácter que formamos en esta<br />

vida decide si seremos idóneos <strong>para</strong> vivir por <strong>los</strong> sig<strong>los</strong> eternos.<br />

Ningún hombre que permanezca ocioso puede estar seguro. Quizá<br />

no tenga muchos talentos, pero negocie con <strong>los</strong> que posee; y en<br />

proporción con la integridad que manifieste hacia Dios y hacia sus [380]<br />

semejantes, Dios lo bendecirá.<br />

El Espíritu Santo espera <strong>para</strong> dar ayuda a toda alma creyente, y<br />

Jesús declara: “He aquí yo estoy con vosotros todos <strong>los</strong> días, hasta<br />

el fin del mundo”. Sean fuertes <strong>los</strong> que creen en Jesús, hombres<br />

de oración y plenos de confianza en el poder de Cristo <strong>para</strong> salvar.<br />

“Invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás”.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!