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Lutero “la película” - THE DEO DUCE CATHOLIC MINISTRY

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Ese escamoteo del rebelde vendría incluso a contribuir al aumento del odio contra la Iglesia y<br />

el imperio, injustamente acusados de la desaparición de <strong>Lutero</strong>.<br />

El hecho objetivo es que frente al imperio <strong>Lutero</strong> era un malhechor, un criminal.<br />

Por ende, tanto el elector de Sajonia como sus colaboradores encubrieron a un criminal.<br />

18. Melanchthon X Carlstadt: la cuestión de las imágenes<br />

Seguramente este fugaz episodio –muy fugaz, pues que los dos discuten mientras corren<br />

escalera abajo- resume la indisposición de <strong>Lutero</strong> de aceptar cualquier competencia.<br />

También Carlstadt hubo de sufrir a manos de <strong>Lutero</strong>. Cuando Carlstadt mandó imprimir los<br />

libros que contestaban la doctrina del ‘papa’ de Wittemberg, <strong>Lutero</strong> exigió del elector de<br />

Sajonia providencias inmediatas:<br />

“A 7 de enero del 1524, el reformador escribe: Carlstadt instaló una tipografía en Ielna pero<br />

el elector (de Sajonia) y nuestra academia prometieron, conforme el edicto imperial, no<br />

tolerar ninguna publicación que no fuese sometida al examen de las “Comisiones”. O<br />

sea, de la censura”. Ahí tenéis a nuestro doctor, invocando a los edictos del imperador<br />

católico romano y a la censura de una comisión de control, establecida contra los ahora<br />

sectarios de de su propia religión reformada, quienes no veían compromiso en adherir<br />

estrictamente a su doctrina. (…)“. (Brentano: 135-136)<br />

Más adelante, como <strong>Lutero</strong> no había conseguido convencer a los sacramentarios de<br />

Carlstadt con sus argumentos, entonces empleó otra táctica, más sutil:<br />

“(…) <strong>Lutero</strong> declinó de la discusión encetada con su discípulo insumiso.<br />

Al contrario del florín dado en la hospedería del Oso Negro, <strong>Lutero</strong> consiguió que Juan el<br />

Constante le exilara a Carlstadt del Electorado, haciéndole abandonar a su mujer e hijos.”<br />

“Varios otros predicadores que enseñaban doctrinas disidentes al luteranismo, fueron<br />

igualmente expulsados. (…) . Y también, otros discipulos de Carlstadt fueron<br />

mandados a la cárcel”. (Brentano: 137)<br />

El caso del florin en el Oso Negro es otro episodio ejemplar de la Reforma Luterna:<br />

“Después de un sermón del maestro (<strong>Lutero</strong>), Carlstadt entra con él en la Taberna del Oso<br />

Negro y le dice que no puede admitir su opinión sobre la presencia real. <strong>Lutero</strong>, con desaire<br />

le reta a escribir sobre él y le propone un florín de oro si se atreviera a tal, sacando entonces<br />

la moneda del bolsillo. Y Carlstadt la aceptó. (…) La despedida de los contrincantes fue<br />

memorable: Carlstadt le dijo, “¡ah si pudiera verte aplastado por una rueda de molino!”; a<br />

lo que <strong>Lutero</strong> le respondió “¡que mil rayos te partan antes mismo que salgas de la<br />

ciudad! – Pues ese es el nuevo evangelio, son esos los actos de los nuevos apóstoles”,<br />

concluye Bossuet sobre el episodio. (Bossuet: T. 1, L. II, 61-62)<br />

Pues pasmen lectores y espectadores, de la caridad con que se revistieron los falsos<br />

reformadores en su trato mutuo…<br />

Dice la Escritura: Ved como se aman…<br />

19. Desbarajuste popular en Wittemberg: ¿un <strong>Lutero</strong> héroe?<br />

La película quiere sugerir que <strong>Lutero</strong> ha tenido un histórico desprendimiento, incluso<br />

salvando a curas indefensos de las manos del populacho enfurecido. Otra dulce ilusión…<br />

Lo que de hecho ocurrió es que <strong>Lutero</strong> volvió a la ciudad para callar las voces disidentes –<br />

como la de Carlstadt y de los profetas de Zwickau- y ponerle fin al lío que él mismo había

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