Lutero “la película” - THE DEO DUCE CATHOLIC MINISTRY
Lutero “la película” - THE DEO DUCE CATHOLIC MINISTRY
Lutero “la película” - THE DEO DUCE CATHOLIC MINISTRY
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Santiago se opone a <strong>Lutero</strong> de forma bastante evidente: “¿De qué sirve, hermanos míos, que<br />
alguien diga: «Tengo fe», si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe?” (St II, 14) y<br />
ademas: “Porque así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras<br />
está muerta.” (St II, 26)<br />
Pero el rebelde alemán prosigue explicando el lugar exacto de la tal torre del monasterio de<br />
Wittemberg: “Aquellas palabras se tornaron las más gratificantes para mí. En esa letrina el<br />
Espíritu Santo me inspiró con esa interpretación idónea.” (Grisar: 108)<br />
Esa confesión fue captada por más de uno de sus pupilos en Conversaciones de Mesa, si<br />
bien que muchos protestantes después se sintieran acongojados en reproducir este hecho.<br />
El biógrafo luterano Kawerau completa la descripción de esa ocurrencia repitiendo estas<br />
increíbles palabras del rebelde: “(…) el Espíritu de Dios es libre para actuar en cualquier<br />
lugar, hasta mismo en la letrina. (sic)” (Grisar: 109)<br />
¡Ahí tenéis al reformador evangélico en su mayor pureza!<br />
En él lo sagrado y lo profano son cotejados –evidentemente- por abajo, bien por abajo.<br />
Han sido hechos repugnantes como esos que motivaron a San Francisco de Sales a proferir<br />
la terrible sentencia contra los protestantes: “Dios no está en su iglesia.” (Sales: 175)<br />
25. Los príncipes con <strong>Lutero</strong> en Cobourg: la llave para la rápida<br />
expansión de la Reforma.<br />
<strong>Lutero</strong> reunió a los príncipes en torno de la Dieta de Augsburg, la cual se había perfilado<br />
decisiva: el imperador se había liberado de las guerras que tanto le habían retrasado su<br />
acción en contra de la Reforma, y es que él quería hacer prevalecer el Edito de Worms,<br />
contra la rebeldía de los príncipes protestantes que pillaban los bienes de la Iglesia e<br />
imponían la religión reformada a la fuerza en sus territorios, valiéndose del agujero jurídico<br />
de la Dieta de Spira.<br />
Para empezar, es falso que todos los príncipes alemanes se hicieron protestantes: si es<br />
que no haya tenido gran expresión militar, la Santa Liga católica de 1537 muestra de manera<br />
incontrovertible que no todos los príncipes estuviesen en contra del emperador.<br />
Componían la Santa Liga el emperador Carlos V y el rey Fernando, además de Baviera, del<br />
duque George de Sajonia, de los duques Henry y Eric de Braunschweig y del príncipe elector<br />
Albrecht de Mayance (por Magdeburg y Halberstadt). (Grisar: 450)<br />
Pero, además, una otra liga católica en apoyo al emperador ya se había formado por eso de<br />
1524, La Alianza de Ratisbona, compuesta por el archiduque Fernando de Austria, los<br />
duques Guillermo y Luís de Baviera, y doce obispos del sur de Alemania. Y en el año<br />
siguiente, otra liga semejante –La Liga de Dessau- ha sido formada por el duque George de<br />
Sajonia, contando incluso con varios príncipes de Alemania central. (Llorca: 682) Su finalidad<br />
era otra vez inducirle al emperador a imponer el Edito de Worms, para extirpar la amenaza<br />
luterana que era causa de la guerra de los campesinos, de la amenaza a la unidad y<br />
seguridad del imperio y a la misma unidad de la Cristiandad. (Grisar: 285-286)<br />
Y es que hay príncipes y más príncipes…<br />
Los tres promotores más prominentes del luteranismo fueron Frederik de Sajonia, Felipe de<br />
Hesse y Albrecht de Brandenburgo, quienes no se distinguieron exactamente por su<br />
rectitud moral o aprecio hacia el Evangelio.<br />
Frederik de Sajonia: el mismísimo <strong>Lutero</strong> se quejaba al elector Albrecht de Brandenburgo<br />
de como la decadencia del culto católico estaba extendida en Sajonia, gracias a la